Tolerancia En Chile

Introducción

La tolerancia y la empatía son quizás las herramientas más poderosas que tiene un ser humano. Mediante ellas, podemos entender a las personas que nos rodean, entender las distintas formas de vida y colaborar con una buena convivencia. La tolerancia puede abrir puertas, ganar la paz y defender a un inocente. Sin embargo, y pese a lo que muchos creen, chile no ha mejorado en materia de tolerancia: Chile no es más tolerante que años atrás.

El presente ensayo, es una propuesta concisa y directa que pretende recalcar aquello tan visible, pero a la vez tan oculto, de forma clara y con un método deductivo.

Mediante citas y la materialización escrita de lo que ha sido un exhaustivo proceso de reflexión y análisis, pretendo plasmar de forma clara y directa mi percepción de tolerancia chilena en pleno siglo XX.

El presente ensayo solo es un herramienta, una llave que pretende abrir las puertas del cuestionamiento, pues solo así; cuestionando, preguntando e indagando, descubriremos nuestra propia verdad, en ese momento dejaremos de tomar opiniones prestadas, solo hay hablaremos con una voz marcada por la fuerza y el valor del conocimiento.

Que es la tolerancia

¿Qué significa tolerancia?, ¿la tolerancia se encuentra presente en nuestro día a día?, ¿es la sociedad chilena más tolerante que hace treinta o cuarenta años a atrás?

En nuestros días, el género humano, admirado de sus propios descubrimientos y de su poder, se formula con frecuencia preguntas angustiosas sobre la evolución presente del mundo, sobre el puesto y la misión del hombre en el universo, sobre el sentido de sus esfuerzos individuales y colectivos, sobre el destino último de las cosas y de la humanidad. Todo es un ir y venir, una carrera contra el reloj y el tráfico, es en este mundo globalizado e industrializado, donde todos convivimos día a día; ricos, pobres, cristianos, ateos, judíos, homosexuales, lesbianas, hombres, mujeres, todos viviendo en el mismo tiempo, y teniendo experiencias similares.

Es en este contexto en el cual no solo la palabra tolerancia, sino también su práctica adquiere vital importancia. La palabra tolerancia tiene su origen en la expresión latina, tolerare, que significa soportar. La Real Academia Española dice que es la “acción y efecto de tolerar, es decir, sufrir, llevar con paciencia”; sin duda, basándose en su derivación etimológica. Y añade: “Respeto o consideración hacia las opiniones o prácticas de los demás, aunque sean diferentes a las nuestras”. Esta es, sin temor a equívocos, la base del sentido de la tolerancia como concepto filosófico.

Aunque bien la tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar, y muy difícil de explicar, la podemos entender como la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás, valorando las distintas formas de entender y posicionarse en la vida, siempre que no atenten los derechos fundamentales de las personas. Es la aprobación de la diversidad de opinión, ya sea: social, étnica y religiosa. La tolerancia si es entendida como respeto y consideración hacia la diferencia, como una disposición a admitir en los demás una manera de ser y de obrar distinta a la propia, como una manera de aceptación del legítimo pluralismo, es a todas luces una virtud de enorme importancia.

Tolerancia en Chile

Vivimos en tiempos difíciles y de gran complejidad, vivimos en un tiempo en el cual es insolencia hablar del prójimo, es pecado pensar en la solidaridad, y delirio querer hablar de igualdad. Vivimos en un tiempo en el cual la intolerancia reina en Chile. La intolerancia chilena, es un tema que siempre ha estado presente, ejemplos hay muchos: como olvidar el triste caso de Daniel Zamudio, quien por tener una condición sexual distinta al resto fue brutalmente golpeado, lo que posteriormente causo su muerte. Esta noticia dio la vuelta al mundo, y de forma casi instantánea ya era comentario obligado en importantes noticiarios internacionales. Atreves de redes sociales como Facebook y Twitter rostros políticos y del mundo artístico expresaron sus condolencia y/o indignación, y… ¿Qué paso?, tanta fue la presión social, que el gobierno chileno se dio cuenta de la importancia de agilizar una ley contra la discriminación… ¿se dio cuenta?, ¿era necesaria la muerte de un joven, y la crítica generalizada para que el gobierno entendiera, o más bien se diera cuenta que había discriminación en Chile?, a mi parecer la presión social obligo al gobierno a tomar medidas, medidas que no estaban del todo planeadas. Permítanme poner en duda los motivos humanitarios, valóricos, y sociales de la legislación de esta nueva ley, si los motivos solo hubiesen estado ligados con la convivencia social, la ley en contra de la discriminación se hubiese promulgado muchos años atrás, sin embargo, fue necesaria la muerte del joven Daniel Zamudio, para que el gobierno tomara cartas en el asunto, a mi parecer acción tomada más por motivos políticos y por un “quedar bien”. “Para los perseguidores de homosexuales, de extranjeros, de gente de color, afuerinos o simplemente miembros de otra banda, la "ley antidiscriminación", si acaso llegan a saber de su existencia, tendrá tanto efecto práctico como los consejos del horóscopo. No importa. Qué

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