UNA PERSPECTIVA TEÓRICA PARALA CONDICIÓN HUMANA ACTUAL

UNA PERSPECTIVA TEÓRICA PARALA CONDICIÓN HUMANA ACTUAL

Cuando se terminó el mundo medieval el hombre creo sistemas políticos que parecieron asegurar el desarrollo libre y provechosos del individuo; redujo el tiempo de trabajo hasta un punto tal que el hombre tiene la libertad para gozar de horas de ocio en una medida que sus antepasados difícilmente habrían podido imaginar. En la actualidad el peligro de una guerra que lo podría destruir todo, pende sobre la humanidad. El carácter del hombre ha sido moldeado por las exigencias del mundo que él creo.

La historia nos muestra como ha ido cambiando el modo de vida del hombre y que es él mismo el que ha condicionado su manera de vivir, actualmente el hombre vive a la deriva de una guerra, pero los gobiernos de una manera muy titubeante tratan de impedirlo, por ejemplo: cuando se quieren hacer guerras, hay organismos internacionales conciliadores que tratan de evitar estos conflictos entre o en las mismas naciones, aunque en muchas ocasiones no se consigue la avenencia o la paz.

En el presente siglo el carácter del hombre se orienta más hacia una pasividad considerable y una identificación con los valores del mercado y es pasivo principalmente en sus tiempos de ocio. El hombre se ha convertido en un lactante, eternamente expectante y frustrado.

En la actualidad el hombre vive de una manera esclavizada, es decir está sometido de una manera inconsciente a vivir de tal forma, esto es principalmente provocado por los medios de comunicación, en estos medios nos dicen como tenemos que vestir, que comer, como actuar, como peinarnos y cual es el modelo de vida que debemos llevar es decir, crean el ideal de vida (que para la mayoría de la sociedad es prácticamente inalcanzable) y para lograrlo se debe de consumir, de consumir y seguir consumiendo, todo lo que ellos dicen.

El mercado no es lo único que determina el carácter del hombre moderno, otro factor es el modo de la producción industrial. Las empresas se agrandan cada vez más; el número de personas que trabaja en ellas, crece incesantemente, la propiedad está separada de la dirección y los gigantes industriales están gobernados por la burocracia profesional.

Esto anterior no lleva a reflexionar que si el modo de producción industrial está cambiando, también el hombre debe de cambiar, debe de ser un hombre más dócil y cooperador. Para conseguir esto, el Estado o gobierno en alianza con las empresas hacen cambios en los planes y programas de estudio que respondan a cubrir las necesidades de la sociedad, esto se vio con la tecnología educativa. En la actualidad se está trabajando por competencias; esto es con la finalidad de hacer que los niños desarrollen habilidades para ser eficaces y eficientes ante diversas situaciones problemáticas de la vida cotidiana y esto va dar frutos en un futuro, cuando se inserten al mundo productivo.

El industrialismo moderno ha tenido enajenado al hombre, lo que consumimos está determinado por las frases publicitarias que por nuestras verdaderas necesidades, nuestros paladares, ojos y oídos. El hombre odia su vida de trabajo, pues lo hace sentirse prisionero y farsante y su anhelo es la holgazanería absoluta.

El hombre desea todo lo que le ofrecen y las empresas buscan la manera de crear una necesidad en las personas de adquirir un producto o servicio a través de falsa información o eslóganes muy exagerados.

La religión se ha vuelto una cascara vacía; en la cual se emplean símbolos pertenecientes a una creencia religiosa y las transformamos en fórmulas que nos ayudaran para lograr el anhelado éxito. Cada vez el hombre pierde el sentido de ser él mismo y se crea el robotismo.

El hombre que se deja llevar por la religión y que no actúa de una manera libre (robotizado), está sometido por el sistema que lo rige, es decir si en algún momento el hombre

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