Áreas y Paradigmas Psicológicos

Áreas y paradigmas psicológicos

Es sabido que las creencias populares consideran a la psicología como una ciencia limitada al área clínica, ya que, generalmente, lo primero que se le viene a una persona  la cabeza cuando escucha la palabra “psicólogo” es la de un paciente siendo atendido en un consultorio, en medio de una sesión terapéutica.

Sin embargo, existe un sinfín de áreas de aplicación para esta ciencia, que pueden ser abordadas por cualquiera de sus paradigmas científicos

Este ensayo pretende dar una breve explicación de cada una de estas áreas, como la llevaría cada paradigma psicológico y, considerando las fortalezas y debilidades de todos ellos, especificar cual o cuales paradigmas serían los más adecuados para aplicar en las diversas áreas de aplicación para la psicología.

Si bien sería muy difícil detallar todas las áreas de aplicación que tiene la psicología,  las áreas clínica, educativa, organizacional y social-comunitaria pueden ser destacas y considerarse como las áreas más “grandes” o más “amplias” en el ámbito laboral y/o profesional de un psicólogo. A continuación se detallará más acerca de estas cuatro áreas y como se las abordaría desde los diferentes enfoques psicológicos.

La Psicología Clínica

Se encarga de pronosticar, prevenir, investigar, evaluar, diagnosticar, tratar y finalmente rehabilitar afecciones que atentan contra la salud mental  de un individuo. Su principal función es la de atender las condiciones que puedan generarle malestar o sufrimiento a las personas, ya sea por comportamientos anómalos que representen un trastorno y repercutan en ella misma o en los otros sujetos que la rodean. En este sentido, la psicoterapia es considerada como una de las principales prácticas de este ámbito laboral o área de aplicación psicológica.

Es importante establecer una diferenciación entre la psicología clínica y la psiquiatría ya que, si bien estas dos disciplinas están bastante relacionadas al tratar con patologías comportamentales, no deben ser confundidas entre sí.

Los psiquiatras son profesionales formados en medicina, que tienen la autorización de recetar psicofármacos a sus pacientes. En cuanto a la forma de tratamiento, los psiquiatras, al tener una orientación médica, prestan más atención a las posibles patologías de origen fisiológico que puedan aquejar a sus pacientes (Desequilibrios hormonales, lesiones orgánicas, etc.) y que puedan ser tratadas de esa manera (utilizado medicación)

Los psicólogos clínicos, por su parte, tienen una formación psicológica y están capacitados en el entendimiento de la conducta humana, por lo que intentaran comprender los acontecimientos que llevaron a un individuo a actuar de una determinada manera y los relacionarán con el ambiente en el que se desenvuelve el paciente o cliente para especificar el problema que lo aqueja. 

Por otro lado, vale destacar que la psicología clínica tiene tres orientaciones teóricas fundamentales: El psicoanálisis, la psicología humanista y la  psicología cognitiva.

El Psicoanálisis: Un psicólogo formado desde el psicoanálisis se centrará, primeramente, en determinar el tipo de estructura de personalidad que tiene el paciente (Neurótica, psicótica o perversa) para poder brindarle la terapia o tratamiento más adecuado para la misma.

Luego intentará determinar si es que está tratando con un trastorno de ansiedad o de personalidad  o con una sucesión de acontecimientos que llevaron a su paciente a comportarse de una manera en específico.

Finalmente comenzará la terapia y empleará las diferentes técnicas psicoanalíticas  para abordar cada caso en específico de acuerdo a las necesidades que se vayan presentando a lo largo del tratamiento.

Un psicoanalista considera a las patologías dentro de la psicología, y es por esto que está bien formado para ejercer en este ámbito profesional

La Psicología Humanista: Un psicólogo humanista hará énfasis en la voluntad que tenga el cliente en mejorar su calidad de vida para resolver el problema que lo aqueja.

La terapia humanista está centrada en el crecimiento personal de cada individuo y en la valoración de su propia existencia.

Se trabaja únicamente en aquello que el cliente esté preparado para afrontar, respetando el ritmo individual de cada individuo y observando el proceso que se haya observado durante la terapia. Gracias a este énfasis en la individualidad, se emplearán diferentes técnicas terapéuticas considerando la personalidad de cada individuo, y la terapia irá dirigida siempre al crecimiento personal del sujeto que acuda a la misma.

Vale destacar que desde este enfoque psicológico no se consideran las patologías.

El Cognitivismo: El cognitivismo considera que cada individuo va desarrollando formas de relacionarse con los demás y de lidiar con los sentimientos dañinos como la pérdida o el peligro y van adquiriendo una visión propia del mundo en general. A estas dos cuestiones se lo conoce como estilos de conducta y esquemas de pensamiento.

Estos estilos y esquemas de pensamiento pueden resultar muy productivos o muy perjudiciales para un individuo. Es cuando dificultan la forma en que un individuo se desenvuelve en la sociedad que deben ser abordados mediante terapia.

La terapia cognitiva hace énfasis en conseguir que el paciente arme nuevas maneras de pensar para poder afrontar sus problemas con mayor eficacia, en expresar mejor sus emociones y en tener mejor capacidad de comunicación y de relación con sus semejantes, además de fortalecer su resistencia ante las frustraciones. Cumple con las premisas de:

• Realizar un tratamiento centrado en el problema actual del paciente Si bien se analiza el origen del problema y la historia de cada sujeto, la terapia está dirigida al desarrollo de nuevas estrategias pare enfrentar el problema actual.
• Definir objetivos concretos: Se procura establecer objetivos en específico durante la terapia y se trabajará en función de ellos (Superar una fobia o aprender a tomar decisiones, por ejemplo).
• Énfasis en las causas que mantienen al trastorno: Es necesario identificar los “pensamientos automáticos” y otros mecanismos que puedan disparar emociones, reacciones o comportamientos desfavorables.
• Terapia activa: El paciente aprende a emplear nuevos estilos de conducta y esquemas de pensamiento que le resulten más favorables.
• Diálogo abierto: El terapeuta y el paciente discuten temas libremente, evitando la creación de una relación vertical o de dependencia entre ellos.
• Adquisición de habilidades: Se procura que el paciente aprenda nuevas habilidades que le resultaran útiles en el futuro.

Vale mencionar que la psicología clínica también puede ser abordada por el enfoque gestáltico, que trabaja una manera muy similar al enfoque humanista. Y también desde conductismo, que se enfatiza en el aprendizaje y des-aprendizaje de conductas en específico, aunque ya no es demasiado utilizado en la actualidad.

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