Corpus Cristy
amil.hh13 de Julio de 2014
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Corpus Cristi ( El cuerpo y la sangre de Cristo )
La fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo se celebra el jueves siguiente a la fiesta de la Santísima Trinidad, dentro del tiempo ordinario. Surgió para afirmar la presencia real de Jesús en la Eucaristía en contra de graves errores de algunas personas, que negaban tal presencia y luego fue extendida a toda la Iglesia por el papa Urbano IV en 1264.
Al principio se llamaba Corpus Christi, más tarde se llamó también "fiesta de la Eucaristía". Aunque sea jueves, es un día de precepto, es decir, los católicos debemos de ir a Misa, para cumplir con el tercer mandamiento de la Ley de Dios.
Esta solemnidad no sólo nos invita a adorar la presencia sacramental de Jesús en el Sagrario, sino que nos lleva a reflexionar sobre el valor de la celebración eucarística o Misa, y a vivir de acuerdo con la doctrina de Cristo y su acción salvadora.
Historia de un milagro
¿Eucaristía o misa?
Presencia real de Cristo
Valor de la Eucaristía
Comunidad cristiana=comunidad eucarística
¿Para qué voy a Misa?
Historia de un milagro
La Edad Media fue un período difícil y vergonzoso para nuestra Iglesia. El Señor permitió que sufriera corrupción y herejías. Las herejías eran expuestas por figuras fuertes dentro de la misma Iglesia, una de las más graves fue la duda que se sembró en cuanto a la presencia real de Cristo en la Eucaristía, ocasionando grandes confusiones y problemas de fe para muchos.
Sin embargo, el Señor balanceó la oscuridad con la luz y el resplandor de grandes hombres, como, San Francisco de Asís, Santo Domingo, San Antonio de Padua, Santo Tomás de Aquino, gran defensor de la Eucaristía; el Papa Urbano IV, que instituyó la fiesta de Corpus Christi y… el Milagro Eucarístico de Bolsena, relacionado con un sacerdote llamado Pedro de Praga.
En 1263, Pedro de Praga apareció y no se sabe de donde y después de que ocurrió el milagro, desapareció y nunca más se supo de él. El Padre de Praga era un buen hombre, de grandes virtudes, pero a causa de las corrientes ideológicas que se desataron entonces, estaba teniendo grandes dudas sobre la presencia física de Jesús en la Eucaristía. Él viajaba en una Peregrinación hacia Roma, porque creía que orando en la tumba de San Pedro, el de la fe inquebrantable (Sn.Lc.22,32-); y en la tumba de uno de los grandes orígenes de fortaleza de nuestra Iglesia, San Pablo, estaría lleno de la fe que él necesitaba para permanecer en su ministerio.
En su camino hacia Roma, paró una noche en la pequeña ciudad de Bolsena, como a 70 millas al norte de Roma. Se quedó en la Iglesia de Santa Cristina, una santa heroína de los primeros tiempos de la Iglesia; milagroso altar de la santa. El Padre Pedro pidió celebrar Misa en ese altar, estaba buscando toda la ayuda que pudiera encontrar; solamente conocía una manera: pedir. Él tenía fe, pero no lo sabía. No pedía ayuda fuera de la Iglesia, no le pedía ayuda a los hombres. Él sabía que la única forma en que él podía recobrar su fe y hacerse santo era a través de Nuestro Señor Jesús, por lo tanto la siguiente mañana hizo la única cosa que sabía hacer. Fue al altar de Santa Cristina a celebrar la Santa Misa.
Como era su costumbre, oró antes de la Misa por la gracia que necesitaba: la Fe. Oró con mucho fervor a Dios. Su oración fue la misma: suplicaba por la fe para creer sin ninguna duda que el regalo que se nos había dado en la Última Cena, que se le había dado a él el día de su ordenación, era realmente el cuerpo de Cristo. Comenzó a celebrar la Misa como de costumbre y, en el momento de la Consagración, elevó la hostia muy alto sobre su cabeza, y dijo las palabras que mandó Jesús. Cuando pronunció: "ESTO ES MI CUERPO", el pan sin levadura
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