Danza Cristiana

COMO INICIAR UN MINISTERIO DE DANZA

Dirigido Por El Espíritu

La iglesia como casa del Señor, a la hora de iniciar cualquier ministerio, necesita sobre todo, ser dirigida por el Espíritu Santo, ya que muchas veces tomamos decisiones en lo humano, que luego tienen repercusiones serias en las vidas de las personas que se congregan buscando comunión con Dios.

Estas personas, muchas veces encuentran un sin número de actividades que no llenan sus expectativas y esto solo porque muchas de ellas, no fueron concebidas en la intimidad con el Señor, por voluntad de El; sino que nacieron probablemente de deseos de hombre. Quizás un deseo de salir del anonimato, de ser reconocidos y admirados, de llenar las iglesia para que sea la mas grande etc.

Parecen palabras duras y fuera de lugar en la vida de un cristiano, pero la misma palabra nos habla en Jeremías 17:9 sobre lo engañoso que es nuestro corazón. Algo muy interesante es el hecho de que los ministerios de servicio, como evangelizar en calles, cárceles y hospitales, limpiar las iglesias, cuidar a los niños en la escuela dominical etc. no son tan codiciados como los de canto, música, danza, evangelismo de púlpito, profetas, maestros etc. Esto probablemente por el poco reconocimiento que tienen estos primeros ministerios.

Un dato importante es que cuando queremos hacer algo para Dios, y realmente es para Dios, no debería importarnos el hacerlo en el secreto. Este principio aplica para canto y danza, usted no necesita público para adorar al Señor mediante los mismos. Si experimenta luego deseos de hacerlo público, ore y busque confirmación, ademas puede buscar ayuda de sus líderes cercanos o pastor para que le ayuden a orar también; esto puede ser una ayuda muy valiosa.

El Llamado

En sentido general, casi todo ministerio inicia con un llamado del Señor a la persona que iniciara dicho ministerio, ya sea de forma personal o atravez de un profeta líder o pastor que por instrucción del Señor da una palabra profética que confirma o inicia el llamado en el corazón de esta persona. Entonces comienza el proceso de preparación (si ya no existe) que no es solamente en lo físico y técnico, como por ejemplo en el caso de un danzor, sino espiritual, con el fin de estar preparados para, ser vasos dignos de llevar dentro su presencia, transparentes, genuinos, de limpio corazón o mejor dicho con los frutos del Espíritu presentes en nuestras vidas (gálatas 5:22-23).

Si tu iglesia está interesada en iniciar un ministerio de danza, este debe ser concebido mediante la intercesión, mediante la oración el Espíritu Santo ira trayendo los vasos escogidos por El, según su propósito. Luego de haber intercedido por este fin, entonces debería hacerse una reunión para explicar la visión a la congregación y a la vez hablarles acerca de la danza en la iglesia; presentar los que han sentido el llamado y han sido aprobados y dar oportunidad a más personas que pudieran tener el llamado a la danza.

Luego deben promover y ayudar a la preparación física de los miembros del ministerio mediante clases de danza. Ayudarles a asistir a seminarios o traérselos a la iglesia antes de iniciar, todo esto pudiera ahorrarle muchos dolores de cabeza al escogido como líder del grupo y al pastor. Sabemos que el Espíritu Santo danzara a travez de ellos, pero para esto se debe desarrollar un vocabulario de danza, por así decirlo, para que el Espíritu se exprese. Deben desarrollar habilidades en lo que han sido llamados y el Señor hará el resto.

Un Buen Profesor

Con el propósito del entrenamiento, un buen profesor no solo les enseñara y los entrenara en los movimientos físicos, sino también y más importante les enseñara habilidades en lo espiritual, adiestrándolos en el ministerio e impartiendo si es posible, mediante la imposición de manos la unción. Además de profetizar sobre ellos y dar dirección concerniente al ministerio; esta debe ser una persona enviada por el Señor desarrollada tanto en danza como en lo profético. El profesor debe además trabajar con el equipo de músicos de la iglesia, si lo tienen, a fin de enseñarles a fluir conjuntamente con el ministerio de danza.

Es importante conseguir una persona ungida, que no este operando bajo espíritus de rebelión, pues esto pudiera afectar seriamente al ministerio y posteriormente a la iglesia. Lo que esa persona traiga y enseñe al ministerio, es algo con lo que permanentemente vivirá la iglesia, por lo menos hasta que el ministerio crezca en el Señor. No juzgue por las apariencias, permita que el Señor revele mediante la oración y la intercesión, el corazón de la persona que ha escogido para este trabajo.

Escogencia

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