Educación Redentora

Educación redentora

En el mes de septiembre celebramos a nuestra madre de Merced, madre de la libertad, cuando se me pidió realizar este escrito que hiciera referencia a ella inmediatamente se me vino a la mente “la educación” ya que no hace mucho emprendí mis estudios en primer semestre en la licenciatura en educación primaria. Al poco tiempo de estudio se me ha dado a conocer no muy pocas problemáticas que giran en torno al ambiente educativo, much@s de los que son lectores de Eucaristía y Redención (hermanas y docentes) no deben de ignorarlos pues laboran de lleno en las escuelas; sabemos que estas complicaciones se localizan en el corazón del sistema ya que vienen desde la raíz, desde la organización. Algunas de las causas de estos desequilibrios se deben a que no existe una evaluación que califique a los líderes, no hay competencias que se les exijan que tienen que cumplir, yéndonos más al contexto escolar, a los maestros se les piden requisitos administrativos que carecen de utilidad y que exigen tiempos muchas veces intraescolares provocando la desatención al grupo y una cadena de simulaciones: los maestros simulan que practican y el sistema simula que evalúa.

En este contexto podemos reflexionar qué tanto nuestras escuelas eucarísticas- mercedarias son alternativa de libertad o qué tanto han caído en la cadena de la simulación, teniendo como telón de fondo la fiesta de la medre redentora de cautivos.

María del Refugio Aguilar veía las escuelas como un medio para la liberación humana, recordémosla en tiempos de la persecución cuando se les pidió (a los colegios católicos) ceder ante las disposiciones del artículo tercero. Ella se negó rotundamente. “María del Refugio no podía en conciencia, sujetarse a una ley que atentaba contra Dios y contra la libertada del hombre” aceptarlo era negar su verdad, negar lo que le daba sentido a su vida, era negar a Dios y a su misma obra; solo llegó a firmar cuando se vio presionada por los eclesiásticos pero no porque ella hubiera querido. Lo importante es darnos cuenta que las situaciones sociales, políticas, ideológicas nos presentarán obstáculos para llevar a cabo nuestra tarea educativa- liberadora, pero que no pueden ser más grandes que un ideal ni de una convicción.

“Los sistemas de este mundo prometen plenitud… utilizando leyes económicas, sociales, educativas… pero que son incapaces de ofrecer verdadera libertad y comunión humana”

Todo esto lo planteo desde mi perspectiva de hermana mercedaria y alumna normalista, aunque me falta toda la experiencia que much@s directivos y maestr@s poseen, es una invitación para que todos ustedes que están en las aulas reflexionen en su propia práctica docente, confronten su enseñanza con respecto a los valores evangélicos que el Papa Benedicto enumera en su mensaje por la paz en el año 2012 ¿educo en la paz, en la verdad,

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