El perdón en el matrimonio

EL PERDÓN EN EL MATRIMONIO

El matrimonio no solo se compone de un amor romántico y que la convivencia es mágica y sin problemas.

El matrimonio es una vida que uno DECIDE llevar al lado de la persona amada, reconociendo que se presentarán retos, desafíos en los que vamos a necesitar por sobre todas las cosas tener a Dios en nuestras vidas para poder tener SABIDURIA y DOMINIO PROPIO.

Pienso que la clave del éxito como lo enseña el libro es el amor agape: un amor que procura el bienestar del otro y nos exhorta a ser prudentes con nuestros actos y palabras para NO dañar el corazón del otro.

Aquí aprendemos el verdadero significado del amor bueno que viene de Dios. Un amor que debemos atender, cuidar, procurar, invertir.

Es una gran ayuda saber que otros matrimonios pasan situaciones similares y que no somos los únicos, y que a partir de esas experiencias podemos aprender y dejar de cometer los mismos errores.

La convivencia es un reto cotidiano que requiere un alto nivel de tolerancia.

El inicio del libro nos abre el entendimiento a comprender el grado del daño que causan las ofensas, y que no solo dañamos con nuestras palabras, sino también con nuestros actos y hasta con nuestro silencio (eso no lo sabía), siempre creí que el guardar silencio era señal de decir “ya no quiero discutir”, sin embargo aprendí que se interpreta como indiferencia y lastima al otro. Hoy tengo claro el concepto de “amor propio”, siempre lo vi desde mi interior, mas nunca lo enfoqué o lo relacioné con el amor propio que siente mi esposo.

Aprendí que debo saber esperar y no forzar las conversaciones para resolver nuestras diferencias, no solo yo debo estar lista, también debo esperar que él esté listo. Si fuerzo la conversación solo conseguiré lastimarme más, porque las ofensas seguirán.

Reconocí muchos de mis sentimientos y emociones, reconocí el por qué? de muchas de mis actitudes frente a los problemas.

Lo más valioso que pude identificar es el grave error de acumular los problemas y no resolverlos con el pretexto de “evitar” discusiones….y no me di cuenta que eso más bien empeoró las cosas….fui una olla de presión… y hoy siento que todo eso mato el amor que pude haber sentido. Pero hoy confío con todo mi corazón que Dios sanará mi corazón y avivará ese amor por mi esposo, que solo duerme y pronto despertará porque decidí perdonarlo y decidí no abandonar el barco. Y porque primero amo a Dios para poder amarlo a él.

Guardar el dolor que nos causan las ofensas es poner al fuego una olla de presión que en cualquier momento explotará. Poco a poco eso nos irá alejando y matará al amor.

Lo ideal es aprender a convivir rindiéndonos a Dios, porque no vamos a poder evitar que surjan diferencias. Aquí lo importante es “saber cómo expresarlo”. No es lo que se dice, es cómo se dice. Debemos aceptarnos con nuestros errores, porque muchas veces tendremos que pedir perdón y otras veces nos va a tocar perdonar.

El amor no significa perfección, significa respeto, admiración, aceptación, comprensión y sobre todo tolerancia. No podemos pensar “que no pasa nada” porque sí pasa, si nos afectan los comentarios negativos, pero si tenemos un corazón sano y está claro que el amor que nos tenemos es más grande que cualquier diferencia. Solo así no nos sentiremos frustrados y tener que fingir que no nos afecta. Es necesario desarrollar la tolerancia en nuestras vidas, y tener claro que son situaciones que forman parte de nuestra formación en el propósito de Dios.

Otro de los aspectos muy importante que este libro nos enseña es el significado del “perdón verdadero”. Creí que perdonas cuando olvidas aquello que te dañó….pero hoy tengo claro que perdonas cuando al recodar aquello que dolió, HOY YA NO DUELE MÁS. Creí que nunca iba a pasar. Pero soy consciente que aún hay cosas que duelen al recordarlas. El perdón es un proceso, no sucede de un día para otro, pero YO DECIDÏ PERDONAR.

Si no perdonas, ese rencor que llevas por dentro se convierte en una ira que terminará por herir nuestras relaciones. Será un impedimento para ser feliz. No dejemos pasar los sucesos sin resolverlos, solo hará que el rencor se acumule en nuestro corazón y que terminará por matar el amor y vivamos con la falta de perdón.

El perdonar debe ser una práctica diaria en la familia. No dejemos que las cosas pendientes se acumulen, pidamos perdón y perdonemos cuando sea necesario. El perdón es el principio de cada solución.

Se detallan 15 enemigos que matan el amor, se explican de una manera tan clara que logré identificar algo en cada una de ellas. La que más concentró mi atención es el enemigo N° 02: El pasado domina el presente, ahora entiendo porque me cuesta tanto no tomar cada gesto o palabra como ofensa: es porque tiene origen a las cosas vividas en mi familia de origen porque todo aquello dejó marcas, soy muy susceptible a los gritos, cada vez que escucho que alguien levanta la voz me salgo de control. Debo aprender a dejar que mi pasado no domine mi presente.

...