Encicliclas Papales

Encíclica Papal “rerum novarum”

Papa Leon XII

Lo más positivo y virtuoso que le proporciona el trabajo al hombre, es ese derecho de poder obtener un beneficio empleando la fuerza del mismo, de esta forma, el trabajador puede exigir un salario y hacer de este a su gusto.

Proponerle al hombre que no acceda a los beneficios ganados por su propio esfuerzo (como eliminar la propiedad privada) es algo que va en contra de su propia naturaleza, ya que desde tiempos remotos es innato e inherente al hombre que tenga el derecho de poseer y beneficiarse de cosas que le ofrece su entorno.

El objetivo del socialismo pretende reducir a común la propiedad privada, pero esta pretensión siempre será errónea ya que va en contra de la naturaleza del hombre y uno de sus derechos primordiales, gozar de los beneficios que le proporcione su entorno; quitando el estímulo al ingenio y la habilidad de los mismo, por lo tanto, esa iniciativa que pretende socorrer al hombre, terminará por denigrarlo.

El trabajo y el capital lleva a un círculo vicioso donde los protagonistas son los obreros y el proletariado pues “ni el capital puede subsistir sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital”; por lo tanto para que este círculo se mantenga en armonía, el Papa León Xll plantea unos deberes que debe cumplir tanto trabajador como empleador, y son; Obrero o trabajador: cumplir integra y fielmente con su trabajo, no dañar al capital del patrono, no ofender al patrono o personas allegadas a él, defender sus derechos pero sin violencia y no promover rebeliones o juntarse con aquellos que las promuevan; patrón o empleador: no esclavizar a sus empleados, respetarlos, no emplear a personas para que hagan trabajos vergonzosos, no imponer más trabajo del que una persona pueda soportar ni de una clase que no esté conforme con su edad y sexo, dar a cada uno lo que le es justo, disponer que el obrero tenga un tiempo idóneo para atender a la piedad, atender sus asuntos domésticos y opción para ahorrar.

“Es verdad incuestionable que la riqueza nacional proviene no de otra cosa que del trabajo de los obreros” por lo tanto el estado o autoridades públicas deben dirigir todos sus esfuerzos a velar por el bienestar del proletariado u obreros, para que éste reciba lo justo por su trabajo y el poder de los patronos no se sobresalga de lo legal, por ejemplo: la oportunidad de recibir una casa, el vestido y el poder sobrellevar la vida con mayor facilidad; cuando los patronos oprimen los obreros con cargas injustas y sus condiciones de trabajo van en contra de la dignidad humana; respetar los derechos como máximos inviolables, para las anteriores razones y muchas más deberá intervenir el Estado con el fin de lograr una equidad y ayudar con la salud del trabajo y la salud pública.

El trabajador tiene derecho de manifestar su inconformidad de forma pacífica

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