Enseñando La Palabra De DIOS

LA HISTORIA DE ZAQUEO

Zaqueo era un hombre muy bajito que vivía en Jericó. Un día, se enteró de que Jesús pasaba por su ciudad y decidió ir a verle. Era tanta la gente que había, que Zaqueo no alcanzaba a ver a Jesús. Fue entonces cuando se le ocurrió una idea: subirse a un árbol. Cuando Jesús pasó por allí, se detuvo frente al árbol y le dijo a a Zaqueo que quería ir a su casa. ¡Qué contento se puso Zaqueo! Tan contento y agradecido estaba que decidió cambiar de estilo de vida y devolver a todos los que les había robado, pues era un cobrador de impuestos y engañaba a la gente. La historia de Zaqueo la podemos leer en Lucas 19: 1-10.

Para captar mejor su atención y que además se sientan cómodos escuchando la historia, sugiera sentarse en el suelo en forma de círculo. Puede poner una alfombra, cobija o sábana. Entregue una moneda (cualquiera a cada uno) y diga que deben ponerla frente a ellos en el piso.

Abra su Biblia en Lucas 19 y deje que los niños toquen con cuidado la página donde se encuentra la historia de otro personaje importante de la Biblia. Había un hombre… un hombre muy pequeño… un hombre que era muy malo. Su nombre era Zaqueo (que repitan el nombre). Zaqueo era un hombre muy malo porque robaba a la gente. Robaba a los niños y se guardaba todo para él. (Recoja las monedas de los niños como si en verdad las estuviera robando y guárdelas en una bolsa o canasta y póngala a su lado). Era una persona muy mala, sin compasión por la gente pobre.

Jesús llegó de visita a su pueblo. Todo el mundo estaba hablando de Jesús, de

los milagros que hacía y las cosas que decía. Zaqueo también quería conocer a este personaje. Quería verle pero tenía miedo de estar con la gente. La gente le odiaba y Zaqueo no quería estar con ellos. Por ser tan pequeño, no alcanzaba ver a Jesús, puesto que había gente más alta que él y le impedían verle.

(Con anticipación coloree y haga la manualidad de Zaqueo bajando del árbol.

Saque el "árbol" y las figuras mientras va narrando la historia). Así que Zaqueo tuvo una idea. Decidió subirse a un árbol para ver a Jesús sin estar con la gente. La gente estaba hablando, comiendo, esperando a Jesús. Algunos enfermos estaban esperando también. Ellos habían escuchado que Jesús podía sanarles. Zaqueo tenía el mejor puesto para poder verle. Estaba muy cómodo ahí arriba sentado en el árbol.

Al fin escuchó más bulla y vio que se acercaba un grupo grande de personas.

En medio del grupo, un hombre. Zaqueo pensó, "¡Caramba! Pensé que iba a ser

alguien muy especial. Pero sólo es un hombre". Poco a poco aquel hombre se acercó al árbol donde estaba sentado Zaqueo.

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