Es la muerte el final

Imagínese la siguiente situación: mientras se dirigía a hacer unas compras, una joven madre muere tras un accidente de tránsito. Ahora su pequeño hijo, después del funeral le pregunta a su padre con lágrimas en los ojos: Papa, ¿por qué tuvo que morir mama? Obviamente esta es una pregunta a la que ningún padre se ha preparado para dar una respuesta. Así que armándose de valor le responde: hijo, ella se ha ido a otra parte, a un lugar mejor.

De inmediato el niño le responde: pero papa si el mejor lugar es aquí, junto a nosotros 2, donde va a estar mejor?

El padre sorprendido por la respuesta le dice: hijo, mama tuvo que ir a ese lugar donde nos va a cuidar a los 2.

Nuevamente el niño le dice: papa pero no es mejor que nos cuide aca donde yo la pueda ver, y ella me vea crecer, donde pueda sentir su amor y ella pueda sentir el mio?

El silencio es total, el padre se queda desconcertado por lo que acaba de escuchar porque se da cuenta de que tampoco entiende porque muere la gente.

Y meditar en esto hace que nos preguntemos el titulo de esta conferencia: es la muerte el final de todo?

Lo que le paso a esta familia, es solo una muestra de lo que vivimos a diario. Todos los años mueren millones de personas alrededor del mundo. Y esto a su vez hace que otros millones intenten consolar a quienes perdieron a su ser querido en la muerte, generalmente, reflejando la creencia de que los muertos siguen viviendo en alguna parte.

Por ejemplo, muchos cristianos nominales creen que después de la muerte la gente va al cielo o al infierno. Los hindúes, por otra parte, tienen fe en la reencarnación. Los musulmanes creen que habrá un día de juicio después de la muerte donde se los enviará al paraíso o al infierno. Y en algunos países las creencias respecto a los muertos son una curiosa mezcla de tradiciones locales y cristianismo. En un país de Asia, por ejemplo, tanto budistas como católicos dejan las puertas y ventanas abiertas cuando hay una muerte en la familia, y colocan el ataúd con los pies del fallecido en dirección a la puerta principal. Piensan que con esto se le facilita la salida de la casa al espíritu, o alma, del difunto. Muchos católicos y protestantes de África siguen la costumbre de cubrir los espejos cuando muere alguien, para que nadie mire en ellos y vea el espíritu del difunto. Cuarenta días después del fallecimiento del ser querido, los familiares y amigos celebran la ascensión de su alma al cielo.

Pero a pesar de que como vemos hay grandes diferencias entre lo que creen las religiones que sucede después de morir, parece que casi todas coinciden en un punto. Creen que algo dentro del hombre —llámese alma o espíritu— es inmortal y sigue viviendo tras la muerte del cuerpo. Casi todas las religiones y sectas de la cristiandad dicen creer en la inmortalidad del alma. Parece un poco contradictorio esto, ya que por ejemplo la Biblia, el libro sagrado que tienen muchas religiones, dice lo contrario. La Biblia afirma que cuando alguien muere se acaba, es decir, llega a su fin. Leamos Eclesiastés 7:2

¿Qué significan estas palabras? ¿Será cierto que la muerte es el final de todo?

Pensando en esto el texto dice mejor es ir a la casa de duelo. Pensemos en ese momento, porque en el duelo ¿que hace uno? Pensar en el valor de la vida verdad, pensar en cuanto significado tenemos nosotros aquí, pensar cual es nuestro propósito en la vida, donde se fue la persona que murió, la quisiéramos tener ya. Entonces vamos a meditar con respecto a eso.

Primero tenemos que saber o tener bien en claro que es exactamente la muerte y vamos a ver como explica la muerte nuestro Dios Jehová.

Vayamos a Genesis 2:7. Alli se describe el proceso que hizo Jehova para crear al hombre y vamos a recordar como lo hizo(LEER). Dice claramente que uso polvo y aliento de vida o espíritu. Entonces lo contrario de esto es la muerte, por lo que la respiración se detiene, la fuerza de vida se apaga y los pensamientos perecen, por eso concluimos que cuando una persona muere, simplemente deja de existir. ¿Cómo lo explicamos con la Biblia? Vamos a leer Salmo 146:4 ¿Qué sucede con esa fuerza o aliento que se soplo a la persona para que pueda estar viva? En otras palabras, se apaga el espíritu ¿Por qué? Bueno lo debemos relacionar con la parte final que dice perecen sus pensamientos es decir mueren.

Pero lógicamente este texto no va a responder a todas nuestras dudas. Jehova nos da mas claridad con respecto a este asunto. Vamos a Eclesiastes 3:19,20. Noto? Entonces si empezamos con Genesis donde Dioz dijo que uso polvo del suelo, insuflo el aliemnto de vida y los textos que leimos después muestran claramente de que sale ese espíritu, perecen nuestros pensamientos y este nos esta diciendo que el suceso final para los animales como para nosotros es el mismo porque no hay nada en la juerte. Y con el tiempo que sucede con neutros cuerpos: se vuelve polvo de donde lo tomo Jehova. ¿Se da cuenta como lo responde la Biblia? Y queda mas claro cuando dice en Eclesiastes 9:5. En realidad esto es terrible. El que no seamos nada, el que acabemos en nada, eso no cabe en la mente de las personas nos  perturba y esto tiene un porque. Y es que no queremos envejecer, no queremos enfermar ni morir, y sucede aunque no podamos evitar estas realidades de la vida.

Asi que vemos como el deseo de vivir es natural en el hombre. Porque? Leamos Eclesiastés 3:11. Como vimos fuimos hechos para vivir eternamente. Tenemos el deseo natural de hacerlo. Por eso nos entristece pensar en la muerte, sea la nuestra o la de un ser querido. Encontramos repulsiva la idea de morir, de dejar de existir; aceptar la muerte nos resulta difícil, si no casi imposible.

Pero no debemos concluir rápidamente que nunca mas podremos ver a nuestros seres queridos que han muerto. Hace unos días, en la conmemoración de la muerte de Cristo se analizaron verdades que nos ofrecen motivos para tener esperanza. Vimos como ese sacrificio que hizo tanto Dios como su hijo, hoy nos abren las puertas a la esperanza de saber que muy pronto volveremos a ver a aquellos que se han dormido en la muerte. Es mas, veremos como en el caso de Jesús su muerte no fue el final de su vida, por lo que podemos estar seguros de que Dios desea lo mismo para nosotros.

Comencemos respondiendo a una pregunta que se ha hecho el hombre a lo largo de la historia: ¿Por qué morimos? Es interesante que la ciencia todavía no ha podido llegar a una conclusión en cuanto a esto. Se sabe que desde el momento de la concepción, una persona comienza a renovar las celulas, lo que hace que podamos llegar a ser adultos, pero en un momento dado, el cuerpo deja de hacerlo sin saber el porque de esto, lo que causa que vayamos envejeciendo y muriendo.

Bueno, la respuesta se encuentra en Romanos 6:23 a. Como leímos no hay nada que podamos hacer por nuestra cuenta para evitar sufrir la pena de muerte por nuestros pecados, porque tampoco  podemos hacer nada para evitar el pecar. Todos los dias, mediante acciones, pensamientos o palabras pecamos. Estamos por decirlo de alguna manera, esclavizados a nuestra propia imperfección.

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