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Espiritu De Estupor


Enviado por   •  11 de Febrero de 2015  •  6.615 Palabras (27 Páginas)  •  915 Visitas

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ESPÍRITU DE ESTUPOR.

Número 947

... Como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy " ( Romanos 11,8).

Aristos, un diccionario ilustrado de la lengua española define estupor de esta manera: "Disminución de la actividad intelectual acompañada de cierto aire de indiferencia".

Esta indiferencia o insensibilidad trae a los cristianos torpeza y desánimo que les impide crecer en Cristo y los estanca en un estado que los ciega a la visión de Dios. Es algo similar a entrar en un profundo sueño, el cual nos pone a dormir y nos impide servir al Señor.

Estos versículos describen el castigo de los corazones endurecidos que el profeta Isaías predijo ( Isaías 6,9-13). Si la gente no quiere oír las buenas nuevas de Dios, al final no podrán entenderla. Pablo vio que esto sucedió en las sinagogas que visitó en sus viajes misioneros.

Satanás hace correr sus mentiras a través del cine, la televisión, revistas, internet, y nos hace creer en ellas como las historias de las novelas. Pero le tiene terror a la verdad que es la Palabra de Dios. Por eso, se levanta contra cualquier Ministerio que anuncia la Sagrada Escritura, porque sabe que la Verdad, que es Jesucristo lo desenmascara y lo debilita.

Con frecuencia un nuevo creyente está lleno de celo por las cosas de Dios. Camina en las nubes, testificando, sirviendo, etc. Mas todo cristiano, de no ser motivado y equipado, entra en un estado de indiferencia que lo desanima a servir a Dios. Estos llegan a ser piedras quemadas en el muro y el templo de Dios, como se menciona en Nehemías 4,2.

Satanás quiere herir profundamente, y causar desaliento y desesperación. El diablo quiere ridiculizar a aquel que le ha dado su corazón a Cristo. Cuando se burlen de usted por su fe o lo critiquen por hacer lo que es correcto, absténgase de responder de la misma manera y no se desaliente. Dígale a Dios como se siente y recuerde que Él prometió estar con usted. Esto le animará y fortalecerá para continuar.

Este espíritu de estupor que ataca particularmente a los cristianos, entra en ellos a través de la tibieza, como ocurría con la iglesia de Laodicea, de la cual Jesús dijo: "... por cuanto eres tibio y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca " ( Apocalipsis 3,16).

Tenemos que orar en contra del espíritu de estupor. Oremos para que sea atado ese estado de indiferencia y desatado un espíritu de servidumbre en su lugar. ¡ Fuera espíritu de letargo, de estupor, en el nombre de Jesús !

Íncubos y súcubos

Publicado el 19 junio, 2008de Josep de Santantoni | 31 comentarios

Los demonios del sexo (Primera parte)

A lo largo de la historia, la Demonología ha defendido que existen demonios masculinos y femeninos capaces de tener contactos sexuales con los humanos. Así, leemos en San Agustín: “Y porque dicen frecuentemente muchos que lo experimentaron por sí, o lo oyeron de quienes lo experimentaron, y de cuya fe no debe dudarse, afirman haber oído que silvanos y faunos, a quienes el vulgo denomina íncubos, han estado muchas veces con mujeres, intentando y consumando coito con ellas” .

En otras tradiciones culturales también existen entidades similares. Y lejos de ser un mito antiguo, para algunas personas la existencia de esas criaturas es una realidad actual y constatable. Incubos y súcubos, términos que provienen del latín in-cubare (estar acostado debajo) y su-cubare (estar acostado encima), serían seres sobrenaturales, pero capaces me materializarse en nuestro universo tridimensional dotados de cuerpos reales y físicos, con carne y sangre, y esperma… Los íncubos serían demonios con forma de varón, cuya misión sería la de cohabitar con mujeres humanas; y los súcubos serían diablesas femeninas que fornicarían con los hombres.

Está muy extendida la creencia de que tanto los íncubos como los súcubos acostumbran a visitar a los mortales en sus lechos para tener relaciones con ellos. Al despertar, en muchas ocasiones, de no ser por encontrar restos de sangre o semen en las sábanas, los violados sólo recuerdan la experiencia como un sueño erótico. Tanto es así que algunos reputados demonólogos, como el mismísimo San Agustín, negaron durante algún tiempo que estos lujuriosos demonios tuviesen cuerpos físicos. Según la angeología católica, los ángeles y por ende también los demonios no poseen cuerpo físico. Sin embargo, ante la avalancha de testimonios recogidos por los inquisidores, San Agustín y sus contemporáneos terminaron por aceptar la realidad física de estas supuestas entidades demoníacas.

Se cree, asimismo, que el íncubo/súcubo absorbe la energía vital de la persona en el momento del sexo; de esta manera vive o se hace más fuerte. En casos extremos, de acuerdo a quienes los estudian, a la víctima puede llegar a darle un paro al corazón, o quedar débil y enfermiza por la succión energética ocasionada.

En la provincia chilena de Chiloé, el íncubo es conocido por el nombre de Trauco; es como un enano que seduce a las jóvenes en pubertad, y algunas veces este duende de los bosques es usado para explicar embarazos no deseados o súbitos, especialmente en las mujeres no casadas.En el folklore escandinavo es conocido como Mara; adopta la figura de una mujer rencorosa y maligna, y se la considera responsable de las pesadillas entre las personas. De hecho, en inglés pesadilla (nocturna) se llama ‘nightmare’.

Pero, asimismo, existen espíritus de personas desencarnadas que también buscan lo mismo que los íncubos y los súcubos: el placer sexual, el placer vital de la carne y de la materia. Se trata de espíritus que no se han elevado hacia lo alto y se quedan en un mundo intermedio entre la materia y el espíritu puro. A este mundo le llaman los esotéricos el mundo astral. Estos espíritus, o bajos astrales, se comportan de igual manera que los íncubos y los súcubos, ya que su razón y su objetivo son los de continuar con un contacto corporal ilusorio con las personas que han querido o deseado en vida.

Puede que suceda que, además de no haberse elevado, a esos espíritus todavía les quede en su contenido mental-emocional el deseo vivo de un encuentro amoroso con determinada persona, o que hayan sido obsesos o viciosos del sexo. Estos espíritus no pueden alcanzar la elevación, pues en vida nunca han tenido una relación de amor verdadero; sino que por el contrario, el sexo siempre dominó su existencia. Conocemos y hemos intervenido en casos en los que personas vivas han comunicado que en sueños

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