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LOS PECADOS


Enviado por   •  2 de Junio de 2012  •  4.654 Palabras (19 Páginas)  •  356 Visitas

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EL CUARTO MANDAMIENTO

Introducción: La segunda tabla de la ley divina trata de cómo debemos comportarnos con nuestro prójimo, con las demás personas. En el cuarto mandamiento el Señor Dios todavía no habla de todos los demás, sino escoge una clase especial de prójimos de quienes nos dice que no sólo debemos amarlos sino también honrarlos, nuestros padres y superiores. Dios los ha puesto sobre nosotros como sus representantes. Así el cuarto mandamiento está íntimamente ligado con lo que ya hemos visto. De la relación con Dios llegamos a nuestra relación con sus representantes en la tierra.

1. El cuarto mandamiento dice que debemos honrar al padre y a la madre. Nuestro catecismo nos explica quiénes son el padre y la madre con la expresión: “Nuestros padres y superiores”. El cuarto mandamiento nosólo trata de nuestros padres corporales sino también de otras personas a quienes el catecismo llama nuestros superiores. Así primero debemos aprender cuáles son las personas a quienes debemos honrar según el cuarto mandamiento. Pregunta 43.

a. Dios dice que debemos honrar al padre y a la madre. Honrar es más que amar; incluye el amor, pero abarca todavía más. Honramos a los que son de más alto rango que nosotros, que están sobre nosotros. El padre, lamadre y otros superiores están sobre nosotros. Dios nos manda honrarlos. De eso sigue que Dios los ha puesto sobre nosotros. No es cierto, entonces, lo que muchos piensan ahora, que todos los humanos en la tierra son iguales. Hay más bien superiores e inferiores, señores y súbditos por ordenanza divina, y esta ordenanza de Dios debe seguir hasta el último día. El que no quiere reconocer que nadie sea superior a él resiste la ordenanza de Dios. Dios manda que honremos a nuestros padres y superiores. No obstante, él mismo dice: “Mi gloria no daré a otros.” (Isaías 42:8). En realidad, le pertenece sólo a él toda honra. Sin embargo, debemos honrar también a nuestros padres. Con esto Dios nos muestra “que él distingue y escoge a padre y a madre sobre todas las demás personas sobre la tierra y los pone a su lado.” (Lutero). Los padres y superiores aquí en la tierra están en el lugar de Dios, son sus representantes. Por medio de ellos nos da gloriosos beneficios corporales y espirituales, mediante ellos quiere enseñar, gobernar y proteger a los niños. Dios los ha puesto como sus representantes sobre nosotros. Así, según el cuarto mandamiento, debemos entender como padre y madre a todos los que Dios ha puesto sobre nosotros como sus representantes, para entrenar, gobernar y protegernos.

b. Luego ¿quiénes son las personas que, según su ordenanza divina, Dios ha puesto sobre nosotros como sus representantes?

1’. En primer lugar el cuarto mandamiento denomina como “padre y madre” a nuestros padres físicos, y luego también a los que estén en el lugar de nuestros padres. (Los abuelos, tutores, padres políticos, etc.) Nuestros padres, quienes gobiernan la casa, están sobre nosotros en la casa. Deben formar corporal y espiritualmente a sus hijos; nos forman con la disciplina y amonestación del Señor (Efesios 6:4). Debemos honrar a los padres como a quienes Dios ha puesto sobre nosotros en la casa. “Los miembros pertenecientes a la casa deben también a los padres lo mismo que los hijos; es decir, los empleados y empleadas deberán cuidar de ser no solamente obedientes a sus señores, sino que honrarán cual si se tratase de sus propios padres, y de la misma forma harán todo cuanto saben que de ellos se quiere tener, no por obligación y en contra de su voluntad, sino con placer y alegría, precisamente por el motivo dicho antes, por ser mandamiento de Dios y por ser la obra que a Dios más le agrada que todas las demás.” (Catecismo Mayor, Mandamientos, #143).

2’. Acerca de José se lee que el Faraón “lo puso sobre toda la tierra de Egipto” Génesis 41:43. Así como en la casa, también en el país hay personas que están puestos sobre nosotros por ordenanza divina. Se trata de la autoridad temporal con sus oficiales en el país. Es cierto que en nuestra tierra la autoridad secular la escoge el mismo pueblo; sin embargo, es por ordenanza divina. Dios los pone sobre nosotros. (Romanos 13:1-2). La autoridad debe gobernar la tierra con la espada. No lleva en vano la espada; es vengador para castigar al que hace lo malo. (Romanos 13:4). También son “superiores” según el cuarto mandamiento los que ejercen la autoridad temporal, todos los que según la ordenanza divina están puestos sobre nosotros en el país.

3’. En 2 Reyes 2:12 leemos que Eliseo llama al profeta Elías su padre. Él fue el maestro de Eliseo. También a los maestros se les llamó padres. También en la escuela Dios ha puesto a personas sobre nosotros. Losmaestros, los profesores en la escuela representan a los padres, y por tanto debemos honrarlos como tales. En el cuarto mandamiento el término padre y madre se refiere a todos los que Dios ha puesto sobre nosotros en la casa, en el país y en la escuela.

4’. “Hay, además, padres espirituales, pero no lo son los que tuvimos bajo el papado, es decir, aquellos que se hacían llamar así, aunque jamás cumplieron la función paternal. Padres espirituales pueden denominarseúnicamente aquellos que, mediante la palabra de Dios, nos dirigen y gobiernan. En este sentido se gloría el apóstol Pablo de ser un padre. 1 Corintios 4:15.” (Catecismo Mayor, Mandamientos, 158, 159) Es cierto que estos padres espirituales, los pastores, no son puestos sobre nosotros en el mismo sentido que los otros superiores; no tienen derecho a mandarnos nada que la palabra de Dios no manda; sin embargo, por causa de su oficio de proclamarnos la palabra de Dios, “merecen que se les honren también y aún antes que a todos los otros.” Catecismo Mayor, Mandamientos, #160.

2. ¿Qué es lo que nos prohíbe Dios en conexión con estas personas en el cuarto mandamiento? Pregunta 44. Hay dos cosas, que no los despreciemos ni les irritemos.

a. Cuando el Señor nos manda que debemos honrar a nuestro padre y a nuestra madre, con eso prohíbe lo opuesto. Lo opuesto de honrar es despreciar, así que Dios en primer lugar nos prohíbe en este mandamiento quedespreciemos a nuestros padres y superiores. ¿Qué es lo que significa despreciarlos? Ya hemos aprendido que Dios ha puesto a los padres y a los superiores sobre nosotros como sus sustitutos. Debemos considerarlos como tales. Ésta es la honra y la dignidad que Dios mismo les ha dado. El que no pone la atención en esa dignidad, que no considera a los padres como representantes de Dios, los

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