Niños Y Eucaristía
Enviado por LLUM • 21 de Junio de 2013 • 17.609 Palabras (71 Páginas) • 263 Visitas
En este librito deseo hacer reflexionar a los niños sobre el gran tesoro de nuestra
fe católica, Jesús Eucaristía. Jesús, el mismo Jesús de Nazaret, el hijo de María, que
resucitaba a los muertos, sanaba a los enfermos y bendecía a los niños hace 2.000 años,
es el mismo Jesús, vivo y resucitado, que está entre nosotros como un amigo cercano en
el sacramento de la Eucaristía. Por eso, es importantísimo que les hablemos a los niños
de la Eucaristía para llevarlos a amar a Jesús y para que sientan su amor en sus
corazones.
Los niños son puros y sinceros, si les hablamos del amigo Jesús que los ama y
los espera, pronto descubrirán en Él un amigo a quien pueden acudir en todas sus
dificultades. Y los niños podrán ser apóstoles de la Eucaristía, compartiendo su fe
sincera y su amor a Jesús con sus propios padres y con sus compañeros y amigos.
Deseo a todos los niños una verdadera y sincera amistad con Jesús Eucaristía, el
amigo que siempre los espera y los ama. Que Jesús sea su mejor amigo y que, desde
muy pequeños, aprendan a amarlo con todo su corazón.
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LA EUCARISTÍA
Es la presencia viva y real de Jesús en medio de nosotros en este sacramento.
Por eso, la Eucaristía es el fundamento, el centro y la esencia, de nuestra fe católica que
debe estar centrada en Jesús, nuestro Dios y Señor. La Eucaristía es el mayor regalo que
Dios ha dado a los hombres. Es el tesoro más grande del mundo. Es la vida de nuestra
vida, porque es el mismo Jesucristo en persona. La Eucaristía no es una cosa sagrada, es
Jesús mismo, que nos dice:
Yo soy el pan de vida, el que viene a Mí ya no tendrá hambre; el que cree en Mí,
jamás tendrá sed
(Jn 6, 35).
El que come mi carne y bebe mi sangre está en Mí y yo en
él… El que me come, vivirá por Mí… El que me come, vivirá para siempre
(Jn 6, 53-
59). Y para algunos que lo dudan, les dice san Pablo:
El pan que partimos, ¿no es acaso
la comunión con el Cuerpo de Cristo? El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es
acaso la comunión con la Sangre de Cristo?
(1 Co 10, 16). Como si dijera, ¿alguno lo
duda?
La Eucar istía es
el manjar de los ángeles
(Sab 16, 20),
el pan de los fuertes
(Sal
78, 25),
el pan de los cielos
(Sal 105, 40),
el pan vivo bajado del cielo
(Jn 6, 51). Es el
mejor alimento para el crecimiento de nuestra vida espiritual.
Por eso mismo, la Iglesia nos dice, por medio de los Papas, que la Eucaristía es
el don más grande que Cristo ha ofrecido a la Iglesia (Juan Pablo II, 31 de octubre de
1982).
La Eucaristía es la fuente y cima de toda la vida cristiana
(Catecismo de la
Iglesia Nº 1324).
La Eucaristía está en el centro de la vida cristiana y de la Comunidad
parroquial
(Juan Pablo II, 28 de mayo de 1996).
Precisamente, porque la Eucaristía es el mismo Jesús, nuestro Dios y Señor, hay,
ante el sagrario de nuestras iglesias, de día y de noche, millones de ángeles
acompañando, adorando y amando a su Dios sacramentado. Algunos santos se unían a
los ángeles para adorar a Jesús.
San Josemaría Escrivá de Balaguer decía:
Desde hace muchísimo tiempo,
cuando hago la genuflexión ante el sagrario, después de adorar al Señor
sacramentado, doy también gracias a los ángeles, porque continuamente hacen la corte
a Dios
. Este mismo santo dice en su libro: “
Es Cristo que pasa”: Cuando celebro la
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misa, me sé rodeado de ángeles que están adorando a la Trinidad
. San Bernardo dice:
En ese momento, los ángeles rodean al sacerdote, haciéndole una guardia de honor
.
Los ángeles llenan la iglesia, rodean el altar y contemplan extasiados la sublimidad y
grandeza del Señor.
Echevarría Javier,
Memoria del beato Josemaría Escrivá
, Madrid, 2000, p. 240.
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LA ESENCIA DE LA FE
La Eucaristía no es algo importante, sino imprescindible, para vivir nuestra fe.
La Eucaristía es la esencia y fundamento de nuestra fe cristiana, porque sin Cristo,
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