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No Sierve Para Nada


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2012  •  1.101 Palabras (5 Páginas)  •  281 Visitas

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Es imposible no ponderar la enorme importancia práctica que se deriva de la comprensión de la transición de intereses en la adolescencia. Este periodo de transición marca un momento crítico en el desarrollo de todas las personas. En teoría, después de pasar por este momento, surgirá un joven adulto, activo y consciente, listo para llevar a la práctica sus muy personales teorías de la felicidad y de la vida. Al hacerlo, enriquecerá y ensanchará las experiencias, logros y conocimientos del grupo social al que pertenece: se volverá un miembro útil y valioso de la sociedad, la cual ha gastado un sinnúmero de recursos en su formación.

El periodo de transición señala el final de la adolescencia, y en muchas ocasiones conlleva el duelo sobre la personalidad adolescente perdida. Muchos sujetos en transición viven este periodo como una verdadera expulsión del paraíso y no es difícil adivinar el porqué. En el adolescente crecen y actúan varios aspectos psicológicos que influyen en el desarrollo del individuo.

En primera instancia, la adolescencia se caracteriza por una mayor, y súbita, consciencia de sí mismo. Esta mayor consciencia deriva de las nuevas estructuras psicológicas que se desarrollan en el adolescente, sobre todo, la capacidad de abstraer los significados de los momentos particulares. Mientras que para el niño pequeño y el púber, la vida transcurre día a día y de forma contingente a su percepción inmediata, el adolescente ya puede pensar y planear en periodos prolongados de tiempo y espacio. Aparece, con plenitud, el hecho innegable de la muerte, el adolescente comprende que él morirá. Anteriormente, el niño pequeño sabía que la muerte existía, pero sólo aprehendía sus aspectos fisícos, conductuales. Ahora, por primera vez comprende la transcendencia abstracta del no ser. En la personalidad juvenil la sexualidad y la muerte conviven de manera muy cercana.

Al mismo tiempo, al adolescente percibe por primera vez (y en ocasiones de forma exagerada) la importancia que el estatus tiene en la vida social. Este estatus es otorgado por el grupo concreto de conocidos y amigos que lo rodean. Tristemente, gran parte de los adolescentes se concentran en las marcas de ropa y calzado en pos de alcanzar un prestigio. No tener los Nike o la camiseta de moda provoca enorme angustia en la mente del adolescente. Muchas veces son los propios padres —los cuales poseen sus propios problemas de insatisfacción y baja autoestima—, los que heredan este poderoso "anhelo de posesión" a sus hijos. Es común observar en los centros comerciales como la madre le indica a su hija cual falda es la mejor mientrás el padre habla con su hijo sobre que automóvil le ganaría la admiración y la superioridad frente a los otros. Pero a diferencia de los padres, que sabe muy bien que esto es sólo un escape de weekend, el y sobre todo la adolescente creen realmente que estas aspiraciones de éxito y prestigio son alcanzables. Si a estos factores agregamos la falta total de experiencia y el revolucionado impulso vital —característico de este periodo de la vida— obtendremos una serie de factores socio-biológicos cuyo resultado visible es un delicioso y perenne fantaseo del adolescente volcado sobre sí mismo.

En efecto, el adolescente utiliza sus funciones psicológicas recién adquiridas para colocarse como el héroe en una obra

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