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Origen de la comparación entre religión y opio


Enviado por   •  2 de Diciembre de 2013  •  Tesis  •  2.155 Palabras (9 Páginas)  •  435 Visitas

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Opio del pueblo

"La religión es el opio del pueblo" o "La religión es el opio de los pueblos" (traducción de la cita original del alemán Die Religion ... Sie ist das Opium des Volkes) es una cita hecha en 1844 por Karl Marx.

Índice [ocultar]

1 Obra en la que aparece la cita

2 Origen de la comparación entre religión y opio

3 Interpretaciones de la cita

3.1 Interpretación del término opio

3.2 Crítica de La ideología alemana

3.3 Cambio de papeles

3.4 Religión como sometimiento versus religión como sueño

4 Referencias

5 Bibliografía

6 Véase también

7 Enlaces externos

Obra en la que aparece la cita[editar · editar código]

La cita aparece en la publicación de Marx Contribución a la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel1 (1843: Kritik des hegelschen Staatsrecchts) publicada en 1844 en el periódico Deutsch-Französischen Jahrbücher, que el propio Marx editaba junto con Arnold Ruge. Allí se lee2

La miseria religiosa es a la vez la expresión de la miseria real y la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón, así como el espíritu de una situación sin alma. Es el opio del pueblo.

Se necesita la abolición de la religión entendida como felicidad ilusoria del pueblo para que pueda darse su felicidad real. La exigencia de renunciar a las ilusiones sobre su condición es la exigencia de renunciar a una condición que necesita de ilusiones. La crítica a la religión es, por tanto, en germen, la crítica del valle de lágrimas, cuyo halo lo constituye la religión.3

Origen de la comparación entre religión y opio[editar · editar código]

La comparación de la religión con el opio no es original de Marx y ya había aparecido, por ejemplo, en escritos de Immanuel Kant, Herder, Ludwig Feuerbach, Bruno Bauer, Moses Hess y Heinrich Heine, quien en 1840 en su ensayo sobre Ludwig Börne ya la empleaba:

Bienvenida sea una religión que derrame en el amargo cáliz de la sufriente especie humana algunas dulces, soporíferas gotas de opio espiritual, algunas gotas de amor, esperanza y creencia.4

Moses Hess, en un ensayo publicado en Suiza en 1843, escribió:

La religión puede hacer soportable [...] la infeliz conciencia de servidumbre... de igual forma el opio es de buena ayuda en angustiosas dolencias4

Interpretaciones de la cita[editar · editar código]

Interpretación del término opio[editar · editar código]

El sentido metafórico en el que la palabra "opio" es usada ha sido interpretado de diversas formas, teniendo en cuenta que el opio no era visto en la misma forma que actualmente.5 En 1843 el opio estaba disponible legalmente, aunque ya se registraban intentos de regular o limitar su uso o venta, arguyendo efectos negativos en la persona o en la sociedad. De acuerdo con McKinnon,6 había cuatro sentidos a los cuales podía aludirse con el opio:

Era considerado una medicina importante. Fue usado como analgésico, sedante y anestésico y además para tratar el cólera.

Fue un motivo de grandes conflictos económicos, políticos y militares, incluso de la Guerra del Opio.

Era un problema de salud pública y problemas domésticos, debido a su uso por niños o mujeres embarazadas y lactantes.

Fue una fuente de las visiones fantásticas de escritores, como Thomas de Quincey7 y para la poesía romántica, etc.

Crítica de La ideología alemana[editar · editar código]

En la obra conjunta de Marx y Friedrich Engels, La ideología alemana (1846), criticaron la interpretación de la religión como el "enemigo principal" y la limitación de la filosofía alemana que "se limita a la crítica de las ideas religiosas y considera los productos de la conciencia como las verdaderas ataduras de los hombres y por ello al combatir solamente las frases de este mundo, no combaten en modo alguno el mundo real existente, y hacen afirmaciones harto unilaterales sobre el cristianismo.8

Y, mientras los franceses y los ingleses se aferran, por lo menos, a la ilusión política, que es ciertamente la más cercana a la realidad, los alemanes se mueven en la esfera del "espíritu puro" y hacen de la ilusión religiosa la fuerza motriz del la historia... Esta concepción es realmente religiosa...9

Para Marx y Engels, a partir de 1846, como ya anunciaba Marx en su obra de 1843, la crítica del cielo se transforma así en crítica de la tierra; el objetivo es transformar las condiciones sociales reales y no la lucha "unilateral" contra la religión. Estaba interesados en entender y explicar formas históricas y sociales concretas de religión. Intentaron una visión dialéctica de los fenómenos religiosos: si criticaban reiteradamente el papel ideológico en favor del sistema económico y político, cumplido por las religiones y los jerarcas religiosos, apreciaban a la vez el aspecto reivindicativo de las aspiraciones religiosas y la forma como una y otra vez se convirtió en factor de resistencia y lucha de los oprimidos para cambiar el sistema social. Al respecto las obras de Engels, Las guerras campesinas en Alemania (1850) y Contribución a la historia del cristianismo primitivo, enfatizaron en la forma como diferentes ideas religiosas manifiestan diferentes intereses de clase social.4 Más recientemente, en 1921 Ernst Bloch publicó la obra Thomas Müntzer, Teólogo de la Revolución10 en la que con un enfoque marxista, analizó el papel de la religión en el movimiento de liberación de los campesinos alemanes.

Rosa Luxemburgo aunque era atea, en sus escritos, no atacó tanto a la religión como tal, sino más bien a las políticas y programas reaccionarios de la Iglesia, en nombre de su propia tradición. En su ensayo El socialismo y las iglesias (1905), insistió en que los socialistas modernos son más leales a los principios originales del cristianismo, que el clero y las jerarquías cristianas de hoy.11 Así mismo Antonio Gramsci (1891-1937)

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