Otra Perspectiva Hacia Al Libre Albedrío

Otra Perspectiva Hacia Al Libre Albedrío

Desde los comienzos de la humanidad se ha tenido presente el concepto de libre albedrío, el cual expone la libertad de los seres humanos al actuar o pensar, teniendo en cuenta sus ideologías ya adquiridas por el mundo, sus culturas y /o creencias.

Es allí donde se identifica en algunas personas la creencia que si hacen lo que ellos desean, los únicos afectados serían ellos mismos, lo cual permitiría considerar el pensamiento “cada uno es libre de hacer lo que quiera”.

Según David Humes, la libertad que el ser humano tiene, no es 100% propia, pues esta autor se basa en la corriente determinista, la cual afirma que todo lo que pasa es consecuencia de un acto anterior, no acepta totalmente que Dios tenga poder sobre el futuro de cada persona, si no que cada acto trae sus buenas o malas consecuencias, construyendo así un futuro en base a decisiones anteriores.

Descartes y Spinoza son autores que defienden el mecanicismo como verdad absoluta, entendiéndose por este. Que todo el universo está determinado por leyes, y estará sujeto a ellas cualquier ente que esté dentro de él, incluyendo al ser humano.

“Pero, al postular Spinoza una sola sustancia, ¿cómo es posible que exista la libertad humana, si todo está sometido a una inexorable regulación permanente?, acaba afirmando un determinismo (negación de la libertad humana) riguroso, aunque deja el resquicio de una definición poco alentadora y paradójica de libertad: la libertad humana aparece cuando el ser humano acepta que todo está determinado; la libertad no depende de la voluntad sino del entendimiento; el hombre se libera por medio del conocimiento intelectual.” 1

El hombre desde sus orígenes, ha estado regido por diferentes tipos de leyes o normas para sobrevivir en cualquier espacio donde se desarrolle.

El primer ejemplo que se puede apreciar es el Edén, cuando Adán y Eva tenían todo para ellos, y una sola norma la cual cumplir, al saber esto, desobedecieron y tuvieron las consecuencias que ya todos conocen. Desde ese tiempo se ha venido regulando el comportamiento humano, por medio de la legalidad de sus actos, castigando judicialmente a quien incumpla estos parámetros de comportamiento, reglas o recomendaciones éticas y morales en su forma de actuar frente a otros y por supuesto leyes espirituales para su actuar consigo mismo y con el entorno que lo rodea.

En la Biblia, se expone una restricción del concepto de libre albedrío, pues en 1ra de Corintios 10: 23, el apóstol Pablo afirma “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.” La cual plantea unas condiciones frente a los actos que a diario hacemos, por medio de este versículo puede deducirse, que cada persona es libre de hacer lo que desee pero aún sabiendo de esa libertad, no todo lo que se hace es provechoso o beneficioso para cada uno o el entorno.

Es por esto, que al pensar o actuar es primordial considerar qué consecuencias traería esto a la vida de cada persona, familiares, amigo, conocidos, naturaleza, etc. Pues por “lícito” se da la autorización o legalidad del acto a practicar.

Cuando Pablo habla de edificar, se refiere al hecho que los actos de las personas qué beneficios le pueden traer al mundo con respecto a los fundamentos que en un futuro se verán reflejados en el entorno.

1-http://www.filosofia.net/materiales/articulos/a_15.html

Cada persona, al conocer las causas y consecuencias de sus actos debe tener en cuenta que se vuelve edificador de su propia vida, su familia y sus bienes materiales e inmateriales, por lo tanto es esencial que se edifique sobre buen terreno, conservando buenos fundamentos y principios correctos, lo cual permita tener una auto reglamentación, que diga qué puede estar bien hecho y qué beneficios traería y cuáles no.

Cuando se habla que “todo me es licito”, se refiere a que en Cristo no hay imposición de reglas a seguir, Dios ha dotado de libre albedrío para poder elegir que es lo que se quiere, lastimosamente desde el principio a través de Adán, se ha demostrado que el hombre toma la Libertad que Dios le da para elegir y la convierte en pecado. Miles de años después puede afirmarse con total certeza que no se ha avanzado en esta área, que el hombre sigue tomando la libertad que Dios le ha otorgado y la sigue convirtiendo en pecado, pues casi siempre se actúa conforme a los intereses propios, y sin pensar en el otro, mostrando altos niveles de individualismo al querer lograr metas propias pasando por encima de cualquier cosa.

En 1ra de Corintios 6:12, Pablo continúa recordando “Todas las cosas me son lícitas,

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