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PERFIL DE UN INTERCESOR


Enviado por   •  1 de Junio de 2015  •  2.411 Palabras (10 Páginas)  •  8.288 Visitas

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Perfil de un intercesor

En la actualidad, se ha escuchado mucho sobre esto de intercesión sin que haya existido un serio estudio y análisis sobre lo que las Escrituras enseñan al respecto. También se ha escrito muchos libros al respecto, sobresaliendo algunos por ciertas connotaciones "culturales". Sin embargo muy poco o casi nada se ha escrito o se enseña sobre verdades concernientes a esta función ministerial debido a una perdida sensible sobre la calidad de la doctrina y de la enseñanza bíblica en las congregaciones del "mundo occidental" y dentro de este mundo, las diferentes formas en que sus partes se interrelacionan y se consideran: europeos, anglosajones, latinos, y los subgrupos integrantes dentro de cada categoría.

Una de las realidades de la vida y experiencia existencial del creyente relativo a su sacerdocio es un asunto peligrosamente evitado y hasta ignorado. Por lo tanto al hablar del perfil de un intercesor, se debe tener claro el concepto del sacerdocio del creyente y su ejercicio cotidiano. Luego de algunos años de tratar el tema y de examinar lo que las Escrituras enseñan sobre el asunto, un intercesor, y en general, un creyente nacido de nuevo, adecuadamente discipulado e instruido en la sana doctrina manifestará en alguna medida razonable y observable los siguientes rasgos:

1. Espiritualmente sanos, emocionalmente estables, seguros de su identidad en Cristo, moralmente limpia, éticamente recta.

2. Conocedores de la voluntad de Dios a cabalidad por un elevado dominio de las Escrituras.

3. Una muy elevada y desarrollada capacidad de discernimiento por uso constante de la mentalidad de Cristo y de las Escrituras.

4. Llenos del Espíritu Santo para confrontar y disciplinar toda desobediencia.

5. En autoridad por andar en el poder del Espíritu y por estar con la unción del Espíritu del Eterno.

6. Identificados a cabalidad probada y comprometidos absolutamente con el cuerpo de Cristo.

7. Conocedores de sus dones otorgados y en ejercicio sacerdotal.

8. Instrumentos útiles, altamente productivos.

Primeramente tener el nuevo nacimiento, como una persona que ha reconocido su pecado delante de Dios, y con arrepentimiento ha declarado creer en Jesucristo el Hijo de Dios.

Que ha renunciado al reino de tinieblas gobernado por Satanás, al Mundo y al pecado; y se ha bautizado en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; habiendo recibido el perdón de sus pecados y el don del Espíritu Santo.

Un Creyente que ha reconocido que Jesús es el Señor;

Que ha tenido una experiencia con la Autoridad de Dios, que no tiene ninguna dificultad en obedecerle.

Un Creyente que se ha negado a sí mismo, que en su humildad, su prioridad en la vida es el reino de Dios.

Un Creyente que tiene comunión con Dios.

Que tiene comunión con el Cuerpo de Cristo, reuniéndose regularmente para adorar a Dios, para alimentar su espíritu con la Palabra de Dios, y edificar a otros.

Que ha sido edificado como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

Un Creyente que no solamente tiene buen testimonio, sino que hay otros hermanos que dan buen testimonio de él.

Un Creyente que está dispuesto a servir a Dios y Su Iglesia.

Un Creyente que es sensible a las necesidades de otros hermanos.

Un Creyente que confía en el amor, la misericordia, las promesas y el poder de Dios, en el Nombre de Jesucristo.

Un Creyente que reconoce en la oración, el medio para clamar ante el Trono de Dios para suplir las necesidades espirituales de su pueblo.

Un Creyente que conoce el poder de la oración; pero que sabe diferenciar ésta, de la intercesión y que está dispuesto a llegar al punto de la expiación; alguien que echa mano de su calidad de sacerdote de Dios para intervenir por otros.

Un creyente que hace pacto con Dios para pararse en la brecha y defender los muros espirituales que resguardan su Iglesia. Por los más débiles como La Familia, los pobres, los desamparados, las viudas, los huérfanos, los extranjeros; los quebrantados de espíritu y los que están cautivos a voluntad del diablo.

Un Creyente que ame la Unidad de Dios y busque a otros Guerreros que ya estén en los muros.

Un Creyente sensible al pecado, temeroso de Dios e inclinado a la sana doctrina que se desprende del Espíritu de Dios y no del razonamiento humano.

Que conozca y entienda la diferencia entre mandamientos de Dios y la voluntad de Dios.

Que conozca y diferencie entre ley, y principios de Dios.

Que esté abierto a seguir preparándose hasta que llegue a estar apto para enseñar también a otros.

Que crea que si bien Jesús dijo que el Hades no prevalecería en contra de la Iglesia, nosotros debemos mantenernos en la brecha en contra de las tinieblas.

Creer que el bien siempre vencerá sobre el mal.

Creer que es más grande y poderoso el que está en nosotros, que el que está en el mundo.

Que reconozca el Equipo de Ministerios que el Señor ha establecido en Su Iglesia. Efesios 4:11

Quizá usted no llene algunas de las características mencionadas, sólo

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