Reseña Crítica Markus Bockmuhel

Bockmuehl, Markus. “1 Thessalonians 2:14–16 and the Church in Jerusalem”, en Tyndale Bulletin 52 N° 1, 2001, p 1–31.

Markus Bockmuehl (1961) se doctoró en la Universidad de Cambridge en Estudios del Nuevo Testamento. Desde 2007 es profesor de Estudios Bíblicos y de Orígenes del cristianismo en la Universidad de Oxford y miembro del Keble College. Anteriormente ha enseñado en las Universidades de Cambridge y St. Andrews. También ha sido profesor invitado en Princeton y Tubinga. Entre sus principales obras podemos citar The Epistle to the Philippians (1998), Jewish Law in Gentile Churches (2003) y Seeing the Word (2006).

Bockmuehl, en su artículo “1 Thessalonians 2:14–16 and the Church in Jerusalem” busca analizar en profundidad los argumentos que numerosos estudiosos (especialmente ligados a la Alta Crítica) han presentado para brindar soporte a la teoría de que 1 Tesalonicenses 2:14 – 16 sería una “Interpolación NO paulina”, aseverando, principalmente, que la persecución de los judíos hacia los cristianos no puede ser demostrada antes de la primera Guerra judía (70 D.C.) En esta interesante labor utiliza la metodología de la contestación argumentativa, es decir, la exposición de los postulados señalados por aquellos que apoyan la teoría de la interpolación (en especial B.A. Pearson) para luego, a partir de ellos, presentar su respuesta, derribando los señalamientos ya mencionados y argumentando en favor de la autoría paulina del tópico en cuestión.

Serían 6 los argumentos básicos que utilizan en apoyo a que el texto en análisis correspondería con una interpolación:

1.- Desviación completa del sentido provisto por los textos anteriores y el texto posterior

Bajo la óptica de B.A. Pearson “Estructuralmente, V.13 y V.14 no sigue de forma natural lo expuesto en V.12. Más bien parece ser que 13 – 16 interrumpe la secuencia narrativa”. Ante este señalamiento la contestación del autor se enfocará en 2 argumentos principales: A) La opinión de que la perícopa en análisis funcionaría mejor sin 13 – 16 es una cuestión personal, sin argumentación teológica ni exegética. B) 14 – 16 podría retóricamente denominarse una digresión, que explica por qué Pablo estaba tan ansioso de volver a examinar a los Tesalonicenses, como relata en 17 – 20. Sin “14 – 16” no sería del todo claro porqué Pablo estaba tan preocupado por sus conversos.

2.- Presentación de los Judíos Cristianos como ejemplos a seguir es INVIABLE

Pearson señala: “No sólo es improbable que Pablo citara a los cristianos de Judea como ejemplos para sus congregaciones; el uso de la narrativa de V.14 no cohesiona con el uso de Pablo en otros lugares respecto al mismo tópico” Para Bockmuehl la discusión de Pearson sobre la terminología en el V.14 es mal dirigida. Pablo no da instrucciones a los Tesalonicenses para convertirse en imitadores de los cristianos en Judea, como implica Pearson. En su lugar, le dice a los tesalonicenses que ya se han convertido en imitadores de ellos en virtud de tener la opresión sufrida por sus conciudadanos. Argumento refutado.

3.- La fecha del inicio de la persecución judía hacia la cristiandad.

“Con referencia a las supuestas persecuciones en Judea, 1 Tesalonicenses 2:14 sería el único texto del Nuevo Testamento que brinda una expresión genuina de Pablo para indicar que las iglesias en Judea sufrieron persecución a manos de los Judios entre el 44 dC [ sic] y el estallido de la guerra contra Roma " (Pearson). Okeke (mencionado por el autor) señala que "Para estos estudiosos [Baur, Brandon, y Pearson] la imagen apropiada de la iglesia cristiana de Judea, por tanto, es la de una comunidad que vive en paz absoluta con el resto de los Judios." Parece razonable que los seguidores de Jesús de Galilea que regresaron a Jerusalén con la esperanza de la parusía inmediata de Jesucristo inicialmente llevaron una vida tranquila. Sin embargo, es igualmente razonable considerar que la persecución de Pablo de la Iglesia antes de su conversión no es un caso aislado de un Judío excéntrico que oprimió a la Iglesia, mientras que el resto de los Judíos dio la bienvenida al cristianismo como una secta dentro del judaísmo popular

4.- “Judíos mataron a Jesús” (V.15) sería ejemplo de una frase NO paulina

La declaración en el v 15 de que los Judíos "mataron al Señor Jesús y los profetas" es en ninguna otra parte confirmada o referida de manera explícita en los escritos de Pablo; en pocas palabras, "nunca atribuye la muerte de Jesús a los Judíos." La anterior frase identificaría los postulados de la alta crítica en cuanto a esta temática. La respuesta del autor no se hace esperar. A través de un sólido basamento bíblico apunta a que más allá de la exégesis cuestionable de 1 Cor 2,8-un pasaje que bien puede indicar que Pablo pensó en ciertos Judíos como responsable, al menos parcialmente, por la muerte de Jesús- la noción de que los Judíos fueron responsables de la muerte de Jesús tiene su paralelo en las tradiciones posteriores de Hechos y Mateo. A nivel histórico, difícilmente se puede negar que la élite gobernante de Jerusalén eran culpables de complicidad en la muerte de Jesús. Cuarto postulado respondido a cabalidad.

5.- Tono vicioso y antijudaista de Pablo en V.15

En conjunción con V.15a, en el que Pablo supuestamente afirma que los judíos eran responsables de la muerte de Jesús, el resto del versículo señala que estos mismos judíos "desagradan a Dios y son hostiles a todo el mundo." Por esta razón, dice Pearson, "Encuentro también prácticamente imposible atribuir a Pablo el fragmento ad hominem de gentil anti judaísmo en el v. 15". Bockmuehl responderá que señalar a Pablo como incapaz del calumnioso ataque ad hominem contra el pueblo judío en el v 15, como Pearson cree, es cuestionable. Se puede agregar que, en el contexto histórico pintado en Hechos 17, uno bien podría imaginar la sensación del apóstol bastante golpeado por compañeros Judíos, lo que le hace reflexionar sobre lo que otros Judíos en Judea habían hecho al Señor Jesús. En pocas palabras, la declaración aquí encaja muy bien con el temperamento de Pablo y la situación histórica asumida en Hechos.

6.- εφθασεν δε επ αυτους η οργη εις τελος (V.16) y su complicada comprensión:

Schmiedel refiere al respecto de esta línea como un “vaticinium ex evento” -es decir, la historia escrita como si fuera profecía. El evento en la vista es la destrucción de Jerusalén, un evento que tuvo lugar veinte años después de que Pablo escribió 1 Tesalonicenses. El postulado de la alta crítica está dirigido a que todas estas sugerencias no logran hacer justicia al texto tal como está. El aoristo ἔφθασεν debe ser tomado como una referencia a un evento que es ya pasado, y la frase εἰς τέλος subraya el carácter definitivo de la "ira" que se ha producido. “En efecto, basta preguntarse además qué evento en el primer siglo era de tal magnitud como para prestarse a tal teología apocalíptica. La interpretación sugerida por Baur y otros sigue siendo válida: 1 Tesalonicenses 2: 16c se refiere a la destrucción de Jerusalén en el año 70 DC” (Pearson). Para un argumento tan sólido como potente, Bockmuehl encuentra respuesta al señalar que "El contexto histórico en el período después del año 70 sugerido por Pearson es innecesario. La Primera Guerra Judeo-Romana, que culminó con la destrucción de Jerusalén, fue, sin duda, la mayor catástrofe del pueblo judío en el primer siglo, pero sin duda no era el único de grandes proporciones. La muerte del rey judío Agripa en el año 44, la revuelta de Teudas en 44-46, la hambruna en Judea en 46-47, y la expulsión de los Judios de Roma en el 49 eran todos grandes crisis para el pueblo judío. Si 1 Tesalonicenses se escribió alrededor de 50, una fecha en la que la mayoría de los estudiosos están de acuerdo , los disturbios en Jerusalén durante la Pascua de 49 bien puede estar en la mente, como Jewett ha sugerido.”

En su conclusión, Bockmuehl deja en claro que a pesar del excelente trabajo realizado por los estudiosos de la alta crítica, los argumentos para apoyar la interpolación no son decisivos ni determinantes. Al final, no hay nada en estos versículos que Pablo no podría haber escrito, y la evidencia externa es unánime a favor de ellos. Dirá el autor: “En tal caso, hay que reconocer su autenticidad e interpretarlos, así como somos hemos sido capaces de demostrarlo.”

Interesante, profundo y sólido. Así puede ser resumido el trabajo del profesor Bockmuehl. Desde el inicio dejó en claro los propósitos de su investigación y a lo largo de su exposición no se apartó de la metodología anunciada. Siempre manteniendo el reconocimiento de la postura contraria y sus exponentes mantuvo una lógica argumentativa lo suficientemente estable y referenciada que permite al lector obviar la posibilidad de que sea sólo la presentación de opiniones personales, sino más bien la exposición de un investigador bíblico dispuesto a otorgarnos la evidencia bíblica necesaria para sostener su teoría y defensa temática. En el caso propuesto, al analizar el sustento de ambas posturas, el autor de la presente reseña afirma estar en acuerdo con el autor del artículo, no por lo convincente de su exposición o ideología personal (trabajo que hace muy bien), sino más bien por lo firme del compendio bíblico que sustenta sus afirmaciones.

5 elementos podrían sintetizar la valoración del artículo en análisis:

1.- Claridad en exposición de propósito, 2.- Trabajo facilitado por metodología aplicada, 3.- Argumentación sólida y potenciada por otros autores, 4.- Respeto por divergencia de opinión; y 5.- Propósito del escrito es cumplido a cabalidad.

Para el asiduo lector de escritos paulinos el artículo en análisis será deleite para el paladar y sustento para el “hambre de saber”. La fácil comprensión de sus postulados lo tornan una lectura amena, sin caer en la superficialidad, y de profundo interés en cuanto al tema seleccionado. Un trabajo de profunda recomendación para aquel interesado en los estudios del Nuevo Testamento y que le apasione el sano debate de ideas y postulados, teniendo la argumentación bíblica como elemento principal para dirimir “al justo ganador”.

Reseñado por: Andrés Dinamarca Larraín

Como requisito de la materia EPISTOLAS PAULINAS

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