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Resumen de la reforma de los paises bajos del cristianismo


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2018  •  Tareas  •  2.963 Palabras (12 Páginas)  •  158 Visitas

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 Capítulo 10: La Reforma en los Países Bajos

¿Donde están los países bajos?, ¿Cuándo empezó la reforma en estos países?

Cerca de la desembocadura del Rin, existía un complejo grupo de territorios que se conocía como las 17 provincias que conformaban  parte de los países bajos, entre ellos esta Holanda, Bélgica y Luxemburgo, estos estaban bajo el mando de Austria y por Carlos V que los heredó de su padre Felipe el Hermoso, en estos países se pensaba que había unidad cultural, pero no era así, pues en el sur se hablaba el francés, el holandés era del norte y entre ambos el flamenco. Cuando Carlos V abdicó a favor de su hijo Felipe en Bruselas se esperaba que continuara con el legado de su papá en esta zona, Felipe trató pero no lo consiguió.

        Antes de empezar la Reforma protestante en los países bajos empezó un fuerte movimiento reformador que se llamó los Hermanos de la Vida Común, una de sus características era que les gustaba la lectura de las Escrituras, no solo en latín sino en idiomas vernáculos. Pronto llegaron los luteranos y lograron numerosos conversos, después los anabaptistas que seguían las enseñanzas de Melchor Hoffman se abrieron paso en el país, a este grupo trataron de unirse otros pero fueron interceptados por las fuerzas de Carlos V y muchos fueron muertos. Después llegaron los predicadores Calvinistas, procedentes de Francia, Ginebra y el sur de Alemania. Siendo el calvinismo la forma usual del protestantismo de la región. Carlos V hizo promulgar edictos contra ese movimiento,  y de preferencia contra los anabaptistas, los muertos se contaron por decenas de millares, los jefes eran decapitados, quemados y para las mujeres anabaptistas las enterraban vivas, sin embargo el protestantismo seguía creciendo.

        Felipe que desde el principio fue impopular, aumentó esa impopularidad mediante una política que combinaba la necedad con la obstinación y la hipocresía, con el propósito de hacer valer su autoridad en el país, después que marchó a España, dejó como regente a su media hermana Margarita de Parma, acuarteló tropas españolas y ahí tenían que sostenerse con los recursos de los países bajos, además habían muchas fricciones con los habitantes. A esto se adicionó el nombramiento de nuevos obispos, con poderes inquisitoriales, en ese momento para Felipe era necesario reorganizar la iglesia en las 17 provincias, pero el método  y el momento que escogió no eran apropiados. La población  de los Países Bajos conocía que en España la Inquisición se tornaba un instrumento en manos del estado y temían, Felipe y la Regente no prestaban atención a los más fieles de sus súbditos en el país. El príncipe de Orange, quien había sido amigo de Carlos V y el Conde Egmont quien le había prestado valiosos servicios en el campo militar, fueron nombrados miembros del Consejo de Estado, pero no se les consultaba nada, todo era decidido por la Regente y sus consejeros foráneos.  El más odiado era el Obispo Granvella, porque lo culpaban de todas las injusticias y vejaciones de que eran objeto.  Felipe II retiro a Granvella, en ese momento los habitantes se dieron cuenta que el solo recibía órdenes del rey, y que él era el que establecía las prácticas y políticas ofensivas.  Después enviaron a Madrid al conde Egmont a quien Felipe recibió con las manos abiertas e hizo toda clase de promesas, hasta que regreso  se dio cuenta que todo  en el Consejo por la carta sellada que el Rey había mentido.  Y en la misma enviaba a la Regente instrucciones de que fueran  anunciados los decretos del Concilio de Trento contra el protestantismo y que ejecutaran a todos los que se opusieran. Estas órdenes causaron gran revuelo.  Los jefes y magistrados no estaban dispuestos a condenar al crecido número de sus conciudadanos para quienes el Rey ordenaba la pena de muerte. Muchos de los nobles y burgueses se unieron entonces en un Compromiso” con la Inquisición e hicieron demandas a la Regente. Y ella se mostró turbada, pero uno de sus consejeros le dijo que no temiera de “esos mendigos”

Los mendigos eran marineros, pescadores de Zelanda, Holanda y Frisia, protagonizaron la revuelta. Ellos siempre llevaban una bolsa de cuero y se volvió bandera de la rebelión. Al principio había contado adherentes  entre los nobles y los burgueses y en toda la población. En ese entonces  se producían reuniones al aire libre en las que se predicaba la doctrina protestante al amparo de mendigos armados y las autoridades no se atrevían atacarlos por temor a causar convulsiones aún mayores. Un tiempo después aparecieron los iconoclastas que visitaban las iglesias y destruían sus altares, imágenes y los símbolos de la vieja religión, católicos se asombraban que el cielo no fulminara a los sacrílegos. El consejo de Estado llamo a Guillermo de Orange y se le pidió que tratara detener los excesos cometidos, el logro calmar los ánimos y ceso la ola iconoclasta, también el Consejo suspendió la Inquisición y permitió la libertad de culto. Los Mendigos cumplirían siempre y cuando no se rompa el acuerdo, Felipe no se dejó convencer por la oposición porque no quería ser “Señor de los herejes”. Guillermo de Orange viendo la duplicidad del Rey persuadió a sus amigos el conde de Egmont y de Horn a que se unieran a su resistencia armada. Pero el rey los convenció y Guillermo tomo la decisión de retirarse a Alemania. Inesperadamente se presentó en el país el Duque de Alba de Tormes, con una fuerza de soldados españoles e italianos. El duque era el que verdaderamente gobernaba,  quedo en segundo plano la regente. Alba dispuesto a ahogar la rebeldía en sangre. Organizo un “Consejo de los desórdenes” al que después llamaron “Consejo de Sangre” por este tribunal los protestantes fueron condenados por herejes y a los católicos que apoyaran la resistencia eran herejes también. Los Condes de Egmont y de Horn fueron apresados y se comenzó juicio contra ellos. Alba apresó al hijo mayor de Guillermo y fue llevado a España y Guillermo de Orange con sus finanzas invadió con un ejército de alemanes, pero Alba lo derroto y en represalia mando a decapitar en la Plaza Mayor de Brúcelas el 5/6/1568 a Egmont y a Horn. Cuando todo parecía perdido Orange les dio patentes de corso a los Mendigos del mar quienes eran poco menos que piratas al principio pero al tiempo eran tan organizados que ni el mismo Felipe podía contenerlos. Isabel de Inglaterra les presto asilo y les permitía vender sus presas en puertos ingleses. Al poco tiempo por un ataque sorpresivo se apoderaron de la ciudad de Brill, varias ciudades se unieron a De Orange, quien volvió a invadir al país pero con ayuda francesa, falto de fondos y de apoyo militar se vio obligado a despedir a sus soldados la mayoría eran mercenarios.  La venganza de Alba fue terrible, violo todos los acuerdos, incendiando ciudades matando mujeres, niños y ancianos.  Los mendigos se apoderaron del mar, esto ocasiono que Alba no recibiera provisiones y España no lo apoyaba como el esperaba y pido que nombraran a otro en su lugar.

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