Sermon filipenses 4:8-9.

Título: Un llamado a la restauración de la excelencia. BASE BÍBLICA: Filipenses 4: 8 - 9. (RV60)

PROPOSICIÓN: Lo que pensamos y hacemos es lo que va a definir nuestras vidas como hijos de Dios. Hacerlo de la manera correcta nos llevará a tener una perfecta paz en nuestro interior y a vivir con una calidad de vida diferente. Sería bueno que desalojáramos de nuestra mente todo pensamiento que no esté en correspondencia con la palabra de Dios y que pusiéramos nuestras acciones en línea con nuestro pensamiento. De esta manera la paz del Dios de paz estará en nuestro corazón.

OBJETIVOS:

1. Que lo hermanos reflexionen en la importancia de pensar y actuar conforme a la Palabra de Dios.

2. Que los hermanos mediten, en que solo cuando nos despojamos de pensamientos que no se alinean con la excelencia de Dios, y llenamos nuestra mente con toda manifestación de virtud, es justo cuando empezamos a disfrutar verdaderamente de la paz de Dios.

3. Que los hermanos consideren la importancia de tomar el buen ejemplo y a la vez imitarlo siendo ejemplares también.

INTRODUCCIÓN: La historia de Julie & Julia

CONEXIÓN: Muchas de las cosas de este mundo son engañosas e ilusorias, prometen lo que no pueden cumplir, ofrecen una paz imaginaria y una felicidad inalcanzable. Uno debe siempre fijar su pensamiento en cosas que no le fallen y esas cosas deben ser virtudes cónsonas con la Palabra de Dios y justamente tal vez no es una receta en sí misma, pero el gran apóstol Pablo nos da un consejo acertado de ingredientes que deberíamos añadir a nuestra mente para alcanzar la paz de Dios a plenitud.

DESARROLLO:

I. APROPIÁNDONOS DE LA PAZ DE DIOS PENSANDO Y ACTUANDO CONFORME A SU PALABRA.

A. Ocupando nuestra mente en las cosas provechosas para nuestra vida espiritual.

B. Una receta para la salud mental y espiritual, haciendo así nuestra parte y atendiendo el consejo.

El apóstol Pablo exhorta a sus hermanos en Cristo a ocupar sus corazones en cosas provechosas para su vida espiritual. Este pasaje ha sido conocido como “Una receta para la salud mental”19 Dado a que el Dios de paz guardara nuestros pensamientos y corazones, el cristiano debe de poner de su parte y atender al consejo que Pablo provee en este verso tan importante.

Todo lo verdadero: El cristiano tiene la responsabilidad de pensar en cosas verdaderas. Cuando en nuestro pensamiento hay cosas verdaderas, no habrá espacio para todo aquello que envuelve la mentira. Pablo dice: “Desechando toda mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo” (Ef. 4:25; Zac. 8:16). El hablar verdad es parte de pensar en todo aquello que es verdadero. El cristiano también tiene la responsabilidad de pensar en todo aquello que es honesto. Recordemos que Satanás es el padre de las mentiras (Jn. 8:44) y si nosotros practicamos la mentira, esto es, aquello que no es verdadero, venimos a ser hijos de Satanás y no hijos de Dios (Jn. 8:44). También recordemos que la palabra de Dios es verdad (Jn. 17:17; Sal. 119:160) y por consiguientes, es de suma importancia que llenemos nuestro corazón, mente, de la palabra de Dios.

La palabra “Honesto”: viene de la palabra Griega (semnos) 21 que significa aquello que es honorable, y que merece respeto. Los cristianos deben de ser honestos en toda su manera de vivir.

La palabra “Justo”: viene de la palabra Griega (dikaios) y esta palabra denota aquello que es santo, justo, derecho, inocente. La justicia es de suma importancia ya que aquellos que no la practiquen estarán pecando “…Toda injusticia es pecado” (1 Jn. 5:17). Injusticia es todo aquello que no es justo, santo, inocente. Si la justicia no prevalece en nuestros pensamientos, los tiempos serán difíciles. Solamente imagínese jueces que no sean justos, ¿Qué pasaría en las cortes con aquellos que son inocentes? El mundo sería un caos si la justicia no prevalece en nuestros pensamientos. Uno de los requisitos para ser ancianos de la Iglesia es ser justo (Tito 1:8), por lo tanto, la justicia es algo muy importante en la vida del cristiano.

La palabra “Puro” viene de la palabra Griega (hagnos) que denota aquello que es inocente, perfecto, modesto, casto, limpio. Si tan solamente nos preocupásemos por pensar en cosas puras, imagínese donde qué tan limpio estaría nuestro corazón y pensamiento. No hubiera lugar para malos pensamientos. Por lo tanto, preocupémonos por llenar nuestro corazón y ocupar nuestra mente en cosas puras. Recuerde que si nuestros pensamientos son impuros, no podremos entrar al cielo (Ap. 21:27) “Ninguna cosa inmunda entrara en ella…” También recordemos lo que Jesús dijo en el sermón del Monte “Bienaventurados los de puro corazón, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mt. 5:8).

La palabra “Amable” viene de la palabra Griega (prosphiles) que significa aquello que es amistoso, bueno, aceptable, amoroso. Como cristianos tenemos la responsabilidad de ser amables para con todos. Solo imagínese si muestra amabilidad para con los hermanos y todos en general, las cosas serían totalmente diferentes. La Biblia dice que mientras tengamos oportunidad hagamos bien a todos y especialmente a los de la familia de la fe (Ga. 6:10), también tenemos la responsabilidad de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mr. 12:31). ¿Es usted amable para con los demás, esto es, su prójimo y los hermanos en la fe? Recordemos que nadie desea estar al lado de una persona que no es amable, por lo tanto, como cristianos, pongamos el ejemplo y seamos amables para con todos.

La frase “Todo lo que es de buen nombre” viene de la palabra Griega (euphemos) que significa aquello que tiene buena reputación. También denota aquello de lo cual vale la pena hablar. Nuestras mentes deben de estar ocupadas, en todo aquello que tiene buena reputación, y todo lo que hemos mencionado hasta este momento tiene buena reputación, por lo tanto, pensemos en estas cosas. Tratemos lo mejor posible de no darle lugar al Diablo (Ef. 4:27), para que no caigamos en su trampa, y por consiguiente, corromper nuestra mente. Pablo nos exhorta a pensar en todo aquello que tiene virtud alguna. Virtud (arete) significa excelencia, o aquello que es digno de alabanza. En estas cosas debemos de pensar. También dice Pablo que pensemos en aquello que es digno de alabanza, lo cual indica todo aquello positivo y que está en armonía con la palabra de nuestro Dios. Hermanos, no debe de haber ningún espacio para cosas impuras y que desagraden a

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