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Comercio Electronico


Enviado por   •  25 de Febrero de 2013  •  2.436 Palabras (10 Páginas)  •  299 Visitas

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ENTORNO DE SEGURIDAD DEL COMERCIO ELECTRÓNICO

Internet contiene la promesa de un enorme y conveniente mercado global, proporciona acceso a las personas, artículos, servicios y negocios e todo el mundo, a precio de oferta.

Es menos riesgoso robar en línea. En vez de robar un banco en persona, Internet hace posible robar a las personas de manera remota y casi anónima. El potencial de anonimato en Internet cubre a muchos criminales con identidades de apariencia legítima, lo que les permite realizar pedidos fraudulentos con comerciantes en línea, robar información al interceptar correo electrónico, simplemente cerrar sitios de comercio electrónico utilizando virus de software y ataques en tropel.

El Alcance del Problema: El cibercrimen se está convirtiendo en un problema más significativo para las organizaciones y los consumidores. Las redes de bots, los ataques de los Troyanos, la suplantación de identidad o phishing (obtener información financiera en forma fraudulenta de una víctima, por lo general a través del correo electrónico), el robo de datos y de identidad, el fraude con tarjetas de crédito y el spyware son solo algunas de las amenazas que aparecen a ocho columnas en los diarios.

El mercado de la economíasubterránea: el valor de la información robada: Los criminales que roban información en Internet no siempre la utilizan ellos mismos sino que derivan su valor al vender la información a otros, en lo que se denomina "servidores de la economíasubterránea". Hay varios millones de servidores de economíasubterránea conocidos alrededor del mundo, que venden información robada.

Que es una buena seguridad en el comercio electrónico: La reducción de los riesgos en el comercio electrónico es un proceso complejo que involucra nuevas tecnologías, políticas y procedimientos organizacionales, además de nuevas leyes y estándares industriales que facultan a los oficiales representantes de la ley a investigar y procesar a los delincuentes, protegiendo a los individuos y organizaciones y organizaciones contra el comportamiento inesperado en el mercado del comercio electrónico.

El comercio electrónico no es diferente a la venta telefónica o por catálogo

Sin embargo, nadie podría demostrar que es más inseguro comprar en Internet que en cualquier otro sitio, ni que sea más fácil el robo de datos en las transacciones electrónicas que en los pagos con tarjeta en comercios o restaurantes, o al utilizar cajeros automáticos. Pero la proliferación de noticias sobre hackers, virus y fraude online ha contribuido a crear un clima muy poco propicio para incentivar la compra online.

Pagar como siempre

El comercio electrónico presenta los mismos problemas que otros sistemas de compra no presencial (como el teléfono o la compra por catálogo), en los que las partes no contactan físicamente. El comprador necesita tener garantías sobre la calidad y características de los productos que adquiere, el vendedor garantía del pago y debe existir un nivel aceptable de confidencialidad en la comunicación entre ambos.

El número de sistemas de pago varía de una tienda electrónica a otra. La forma más segura (que no la más cómoda) es el contra reembolso, único medio de pago online que maneja dinero efectivo. Así, el consumidor no tendrá que abonar nada hasta que no tenga lo adquirido entre las manos. También se puede emplear el cargo en cuenta, utilizado sobre todo en suscripciones, aunque, el medio más utilizado con diferencia para pagar online son las tarjetas de crédito o débito.

Seguridad en el pago con tarjetas

Al comprar en Internet con tarjeta de crédito, tanto la validación como la realización efectiva del pago se realizan mediante el mismo sistema que en un comercio convencional. Una vez que el número de tarjeta llega al vendedor, éste lo envía fuera de Internet de la misma forma que al pagar en cualquier tienda 'física'. Por tanto, el punto crítico se produce al remitir el número de tarjeta a través de una red pública y potencialmente insegura como es Internet.

Para garantizar la confidencialidad en la transferencia de datos en Internet se utiliza un protocolo de seguridad, SSL (Secure Sockets Layer), que aceptan la inmensa mayoría de navegadores. Este sistema asegura la identidad del vendedor, garantiza la integridad del mensaje y codifica los datos con un cifrado de hasta 128 bits (harían falta miles de años del ordenador más potente del mundo para decodificar el mensaje), lo que garantiza que si alguien intercepta la comunicación no podrá interpretarla.

Pero esto no resuelve todos los problemas, pues cualquier persona con acceso a una tarjeta ajena puede pagar en Internet con ella (esto es, en Internet no hay forma de que nos soliciten el DNI como en una tienda "normal"). Para acabar con estas limitaciones se han diseñado nuevos estándares de seguridad que además certifican la autenticidad del usuario de la tarjeta. Los bancos ya están empezando a implementar el Comercio Electrónico Seguro, que añade un elemento más de seguridad mediante una clave asociada a la tarjeta que sólo conoce su propietario. Así, tras teclear el número de tarjeta al comprar online, el comercio solicitará al cliente su código personal que lo identifica como legítimo usuario de la tarjeta.

Sólo para la Red

Existen varios sistemas de pago 'puramente online' que han sido relegados a la marginalidad o la desaparición debido al uso masivo de las tarjetas de crédito. Pero el verdadero caballo de batalla se encuentra en los pequeños pagos (micropagos), donde las comisiones hacen que no compense usar tarjetas. Los sistemas para micropagos consisten en la compra por anticipado de dinero o en la liquidación periódica de una cuenta y son muy necesarios en el medio virtual, donde cada vez hay más productos digitales (informes, periódicos en PDF, música, vídeos, etc.) con precios pequeños.

A pesar de la existencia de numerosos sistemas de micropagos, el más conocido es PayPal, que cuenta con más de 100 millones de usuarios.

Pagar con el teléfono

La fuerte implantación de los teléfonos móviles han abierto las puertas para convertirse en medio de pago. Aunque su uso todavía no está muy extendido, los bancos y operadores telefónicos llevan varios años apostando por el pago mediante el móvil, que tras varias iniciativas dispersas se ha consolidado en un par de plataformas: Movipay y Paybox. En ambos, el usuario valida la operación a través de un mensaje corto (SMS) desde su móvil, que ha

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