Informe Prospectiva Biocombustibles

La articulación de la Universidad, el sector productivo y el Gobierno.

Una necesidad urgente para el Desarrollo del Meta.

Manuel Javier Fierro Patiño. MVZ. Magister en Desarrollo Regional y Local. Coordinador del Comité UEE del Meta. Oficina de Proyección Social. Universidad de los Llanos

Antecedentes:

La Nueva Geografía Económica ofrece una plataforma instrumental para el análisis de los factores de aglomeración de las actividades económicas y el impacto de las disparidades geográficas sobre las disparidades económicas . Igualmente, la evolución de la especie humana en la historia del planeta, se caracteriza no sólo en lo que tiene que ver con el progreso tecnológico o cambios de paradigmas, es claro que la forma en que el ser humano se relaciona con su contexto, se convierte en un determinante a la hora de consolidar diferentes tipos de sociedades.

Emerge a finales del siglo XX, la sociedad del conocimiento , que terminará institucionalizando en el siglo XXI la economía del conocimiento, la cual está estructurada bajo una base material e intangible que provocará grandes cambios sobre las actividades económicas, sociales y políticas. Estas nuevas formas de acumulación reconfiguran las relaciones sociales de producción, distribución e intercambio en el mundo. De esta manera, el capitalismo contemporáneo se transforma, en donde las actividades de creación, adaptación, difusión y depreciación del conocimiento crecen a un ritmo muy acelerado. Siendo así, las regiones que no se ubiquen desde ahora, en una posición consecuente con esta tendencia, se verán relegadas y marginadas del proceso de desarrollo global y nacional.

En la sociedad de conocimiento, las instituciones educativas son fundamentales. Entre ellas, las universidades constituyen la piedra angular del desarrollo, por ser instituciones intensivas en conocimiento. Analizar el presente y futuro de la Educación Superior y su relación con la transformación productiva y social con equidad, es el primer paso para entrar con ventajas competitivas al mundo de la Globalización.

Según el escalafón de medición de la competitividad, año 2006, el departamento del Meta solo supera a los departamentos de Sucre y la Guajira, con los indicadores de ciencia y tecnología más bajos del país. Según todo lo anterior, el problema que estamos abordando es la débil competitividad y el insuficiente crecimiento social debido al modesto desempeño tecnológico y otros factores que en armonía con la tecnología definen su desarrollo . Véase la grafica siguiente, en el escalafón de competitividad de la CEPAL.

Gráfica 1. Factor de Ciencia y Tecnología. Escalafón de competitividad de los departamentos de Colombia.

Fuente: Escalafón de competitividad 2006. Publicado por la CEPAL 2009.

Los resultados en ciencia y tecnología obligan a plantear una estrategia efectiva para mejorar el posicionamiento del Meta en el escenario nacional. La idea de encontrar caminos para mejorar el desempeño de las regiones en sus aspectos tecnológicos no es nueva. Existen trabajos, incluso latinoamericanos que trataron de explicar las disparidades y la brecha tecnológica. Precisamente, para generar una mayor eficiencia en los sistemas de ciencia y tecnología, en la década de los 70, surge la idea del triángulo fue propuesta por JK Galbraith , y desarrollada como modelo por J. Sábato .

Los modelos:

Sábato propone un modelo de política científico-tecnológica que postula que para que realmente exista un sistema científico-tecnológico es necesario que el Estado (como diseñador y ejecutor de la política), la infraestructura científico-tecnológica (como sector de oferta de tecnología) y el sector productivo (como demandante de tecnología), estén relacionados fuertemente de manera permanentemente. Igualmente, poco después, empieza a plantearse en las corrientes de pensamiento, la importancia de la innovación en el desarrollo de las regiones. Trabajos de Kline y Rosenberg , en la construcción de modelos de innovación, la necesidad de constituir sistemas nacionales de innovación según Lundvall y Freeman y también el modelo de la Triple Hélice desarrollado por Leydesdorff y Etzkowitz .

Estos últimos trabajos se enfocan en la crítica al modelo lineal y neoclásico que plantea tradicionalmente el avance escalonado y unas competencias fijas y determinadas para cada actor del modelo. Los últimos modelos de innovación, en contra del postulado anterior, enfatizan en la apertura conceptual, estímulo de la creatividad y flexibilidad en las competencias de los actores y una relación contundente con las demandas del contexto. Siendo así, las estructuras piramidales, los procesos engorrosos y políticas que tienden a la parcelación de las competencias de los actores quedan revaluados. Esta evolución de la concepción en los modelos de apropiación de la ciencia y la tecnología muestran nuevos retos para las Instituciones de Educación Superior, cambios de actitud de la base de investigadores, mayor apertura de lo público frente a las necesidades del sector productivo y las dificultades de las Instituciones de Educación Superior y centros de investigación; y también la necesidad de un mayor compromiso del empresario en el fortalecimiento de la asociatividad y la construcción del futuro económico de la región.

La teoría actor – red es una propuesta desde la sociología de la ciencia, construida con aportes de Bruno Latour, Michel Callon y John Law, entre otros, que permite analizar cómo se organizan los actores que producen conocimiento

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