La Gestión De La Información, Aplicaciones Y Retos.

La gestión de la información, aplicaciones y retos.

Se tiene la idea, de que la gestión de la información es una técnica sofisticada de la archivología y en esencia es así, pues de esta fuente, de sus métodos y técnicas se ha alimentado.

Pero dejar a la gestión de la información en ese nivel, seria reducir su relevancia y su capacidad para moldearse, aprovechando no solo archivos y documentos, sino explorando y explotando con método y técnica sus contenidos.

El fin de la gestión de la información, es la obtención y objetivización del conocimiento, para que éste sea empleado como recurso en los procesos de sensibilización en la toma de decisiones, tanto por las personas como por sus organizaciones.

Su aplicación en las organizaciones está en conseguir información, acompañando cada proceso dentro de los flujos de operación que generan cantidades impresionantes de datos, con el reto de que ésta se vuelva útil y productiva.

Si partimos de que la información tiene dos sentidos; el de ser explicita, detallada y abundante y en contraparte, el de ser implícita, poco difundida, escondida –y también difícil de entender– vemos que la batalla de los administradores es descubrir dentro de mares de datos, el conocimiento que necesitan para llevar a sus organizaciones a los logros que sus objetivos generales y sus planes de crecimiento les han fijado como metas.

La Gestión de la Información como disciplina, propone una gran cantidad de metodologías para que este ejercicio sea productivo y con sus resultados, obtener información valiosa para los procesos de toma de decisiones, de planeación y para el desarrollo del trabajo.

Muchos sistemas empleados por las organizaciones en su operación, requieren de una profunda manipulación de gran cantidad de datos que para ser entendidos por sus usuarios, dependen de procesos muchas veces manuales o de sistemas artesanales, generadores de información específica y de uso restringido, que desperdician recursos informativos por desconocimiento, por falta de capacidad técnica o por incapacidad operativa.

Situación que se torna grave cuando un proceso integra en su operación partes automatizadas, ya que los datos que los artefactos integran al proceso tienen su lenguaje y código propios. Para transformarlos en información útil, se requiere de procesos de decodificación, e incluso de sistemas de decodificación que puedan a través de herramientas, visualizar estados y eventos, dando información para que los administradores puedan con oportunidad, responder.

Así, la existencia de redes que manejan y transfieren datos están más cercanas a nosotros de lo que creemos. Las vemos en cajeros automáticos –quizá la red más globalizada a nuestro alcance– en las líneas de cajas de autoservicios, gasolineras y centros comerciales, en las redes sociales e informativas o en los motores de búsqueda de información que utilizamos en Internet, solo por ubicar algunos ejemplos.

Los grandes corporativos, cercanos a la vanguardia tecnológica pueden a partir de sus áreas de usuarios y de desarrollo, integrar tecnología e innovar en la explotación de la información y sin muchas complicaciones, volverla conocimiento.

Al montarse en una ola de desarrollo económico – tecnológico, alcanzan ventajas competitivas con respecto a otras empresas y penetran en segmentos de mercado de forma efectiva, donde a partir de los acuerdos y convenios comerciales, producto de la globalización, su éxito económico y comercial está garantizado.

Los corporativos ven en el uso de la tecnología y sobre todo, en el uso y explotación de la información, un segmento muy atractivo para mejorar su operatividad volviéndose más competitivos y rentables, innovando sus productos.

Como ejemplo, consideremos

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