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MEDICION Y MEJORAMIENTO DE LA PRODUCTIVIDAD. La productividad y la ingenieria

fabiolacodallosDocumentos de Investigación8 de Mayo de 2018

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MATERIA:

Medicion y mejoramiento de la productividad

DOCENTE:

Ing. Damaris Itcel Castellanos Gómez

GRADO Y GRUPO:

802-A

CARRERA:

Ingenieria Industrial

ALUMNAS:

Codallos Juárez Fabiola 141H0065

García Reyes Juana Adela 141H0066

Hernández Garcés Rosa Nely 141H0037

Mar Cruz Ariadne Guadalupe 141H0092

Reyes Santiago Lucia 141H0079

Rodríguez Casanova Laura Stefany 141H0064

EVIDENCIA:

Investigación Documental

UNIDAD:

1

La productividad y la ingenieria

                                             

                                                     Naranjos-Amatlan, Veracruz a 15  de febrero del 2017


INTRODUCCION

La globalización y el desarrollo tecnológico son dos factores clave que han permitido la expansión de las empresas de forma internacional trayendo como consecuencia un incremento acelerado de la competencia entre estas para acaparar mayores segmentos de mercado y así cumplir con el objetivo de obtener ganancias más elevadas.

Hoy en día los principales indicadores de que una empresa está cumpliendo su objetivo son la competitividad y la productividad. La primera se refiere a …. Mientras tanto la productividad es la relación entre la cantidad de productos y servicios obtenidos y la cantidad de recursos empleados para hacerlos más eficientes y eficaces, en otras palabras significa obtener más y mejores productos o servicios empleando la mínima cantidad de recursos.

Una de las organizaciones que impulsa la competitividad y productividad en las empresas es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE  cuyo objetivo es  promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo. Ente una de sus tantas actividades se encuentra la realización de estudios que le permiten a los países miembros conocer la situación en la que se encuentran en distintos ámbitos; salud, educación, inversión tecnológica, etc.

En la presente investigación se muestra la opinión de la OCDE así como  la de algunos otros organismos con respecto a la situación en la que se encentra México en términos de competitividad y productividad y las razones por las que se encuentra en esa posición.

RAZONES POR LAS CUALES MEXICO ES UN PAIS DE BAJA PRODUCTIVIDAD

En un estudio reciente sobre productividad laboral realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 34 países, México se ubicó en el último sitio con un puntaje de 20 sobre 100 debido a la mala preparación de su fuerza laboral y baja calidad educativa, donde sólo el 18% tiene estudios superiores en relación al 32% que es el promedio entre el resto de los países.

En los primeros lugares están ubicados Luxemburgo, Noruega, Estados Unidos, Bélgica y Holanda y al final se encuentran Chile, Polonia, Hungría y México.

Uno de los retos importantes es generar acciones que aporten valor al interior de las empresas y esto se refleja también en salarios más bajos. Dentro de los rubros de más impacto en el desempeño de México en términos de la productividad laboral, se debe al bajo nivel de competencia de los trabajadores esto de acuerdo a la presentación del estudio las 'Políticas Prioritarias para fomentar las habilidades de los mexicanos para la productividad y la innovación'.

Esta presentación del estudio la realizó Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), con la representante de la OCDE donde indicaron que hay varios elementos que influyen directamente en la mala productividad y se relaciona con una deficiente calidad educativa. No necesariamente por tener un mayor nivel educativo en nuestro país, quiere decir que no exista riesgo de desempleo, es por ello que las personas buscan alternativas en el sector informal de la economía

De acuerdo con el estudio México, políticas prioritarias para fomentar las habilidades y conocimientos de los mexicanos para la productividad y la innovación, presentado por la directora del gabinete de la OCDE y representante ante el G-20, Gabriela Ramos, junto con el Instituto Mexicano para la Competitividad, la falta de competitividad de la fuerza laboral del país estaría determinada por el mínimo nivel de educación, que se encuentra muy por debajo del promedio del organismo.

“Parte del problema de la baja productividad es que sólo 20 por ciento de la población tiene educación en nivel medio superior y superior. Entonces ahí vemos ya el inicio del desfase (frente a otros países), pero incluso entre el grupo de población de 24 a 64 años, con título profesional, no se encuentran enfocados a ejercer un trabajo productivo”, puntualizó.

Según el estudio presentado, la productividad total en los factores de la producción del país se redujo en 1.4 por ciento anual en promedio entre 2000 y 2014, mientras en la mayoría del resto de los países integrantes de la OCDE se observó un incremento.

Otro factor relevante es que las competencias que tienen los trabajadores no son las que los empleadores requieren, el 30.9% de los empresarios encuestados indicaron que encontraron dificultadas para cubrir sus vacantes.

En muchos casos varios profesionistas que culminan sus estudios universitarios, se relacionan en actividades laborales que no van relacionadas a sus estudios y/o que no aportan un valor agregado como país, por consiguiente no continúan con su preparación profesional. Se debe trabajar mucho en la orientación vocacional para que los jóvenes comiencen a buscar carreras relacionadas a otras disciplinas que aportan mayor valor agregado, por ejemplo uno de cada tres universitarios siguen optando por carreras como derecho y contaduría, mientras que solamente el 3% de la población se enfoca en áreas como las matemáticas y/o ciencias donde pueden existir mejores oportunidades laborales y con salarios más altos.

Solamente el 22% de los mexicanos entre 25 y 34 años, terminan los estudios de instrucción media superior, esto es la mitad del promedio que tiene la OCDE. Algunos de los factores por los cuáles desertan los alumnos, es porque no encuentran que las universidades les proporcionen conocimientos y las competencias apropiada, adicionalmente los que sí tienen formación superior, en muchas ocasiones llegan con ciertas competencias pero con bajos niveles de innovación, además que en México las empresas invierten poco en investigación y capacitación profesional, esto se refleja en que sólo el 1% de los profesionistas con nivel superior, están inmersos en programas para mejorar competencias técnicas, en comparación con el 25% en promedio de los países de la OCDE.

Respecto a la concentración del ingreso es importante resaltar que solamente el 10% de la matrícula que existía en 1992 en educación superior, estaba conformada por jóvenes en una situación de desventaja económica, los jóvenes en segmentos medios representaban un 44% y los jóvenes de familias con mayores recursos económicos era de un 46%. Para el año 2010 la matrícula de los jóvenes de escasos recursos aumentó a un 21%, en la clase media un 48% y a las familias con mejores medios económicos llegó a un 31%. Esta tendencia de acuerdo a lo que señalan los especialistas en el tema, se irá incrementando en los siguientes años, con lo cual se pronostica que para el año 2020 casi el 31% de la matrícula estará conformada por jóvenes de escasos recursos. Esto representará un desafío muy importante como país, ya que de alguna manera se tendrán que implementar instrumentos que vayan permitiendo mayor acceso a la educación en jóvenes de escasos recursos y posteriormente ir adecuando la oferta educativa en base a la demanda que sigue creciendo.

Aproximadamente el 80% de los jóvenes de escasos recursos inscritos en programas de educación superior lo hacen en instituciones públicas y los jóvenes de mayores recursos tienden a inscribirse más en instituciones privadas. Aquí también juega un papel fundamental el generar carreras que vayan de acuerdo a las necesidades de la dinámica económica en el país y no seguir con la saturación de ciertas carreras y que posteriormente es difícil colocarse en el ámbito laboral. De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) la percepción de los jóvenes respecto a que su escuela tiene un escaso o nulo vínculo con empresas es de un 62.9% y quienes optaron por un bachillerato tecnológico o profesional técnico esta percepción mejora, el 48.8% consideran que la vinculación es cercana y el 11.2% dicen que es muy cercano. Estos datos reflejan que siguen existiendo planes de estudio en las diferentes opciones educativas y falta vinculación con el sector empresarial de acuerdo a la percepción de los mismos estudiantes.

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