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Método para Seguimiento


Enviado por   •  13 de Septiembre de 2012  •  Tutoriales  •  5.542 Palabras (23 Páginas)  •  682 Visitas

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1.1. Método para Seguimiento

1.2. Propósito Estándares de Tiempos

1.2.6. Base para equilibrar la fuerza laboral con el trabajo disponible

1.2.7. Base para cotización de nuevos Productos

1.2.8. Base para control presupuestal

1.2.9. Base para primas de supervisión

1.2.10. Cumplimiento de las normas de calidad

1.2.11. Elevación de los estándares de personal

1.2.12. Simplificación de los problemas de dirección de la empresa

1.2.13. Mejoramiento del servicio a los consumidores

1.1. Método para Seguimiento

1.2. Propósito Estándares de Tiempos

1.2.6. Base para equilibrar la fuerza laboral con el trabajo disponible

La fuerza laboral tiene una gran variedad de funciones, que se pueden clasificar de la siguiente manera: producción de materias primas, como en la minería y en la agricultura; producción en el sentido amplio del término, o transformación de materias primas en objetos útiles para satisfacer las necesidades humanas; distribución, o transporte de los objetos útiles de un lugar a otro, en función de las necesidades humanas; las operaciones relacionadas con la gestión de la producción, como la contabilidad y el trabajo de oficina; y los servicios, como los que producen los médicos o los profesores.

Según Marx, la fuerza de trabajo es la capacidad de trabajo del trabajador, empleada en el proceso de trabajo que, junto con la materia objeto de transformación y los medios de producción, forma parte de las llamadas “fuerzas productivas”. La fuerza de trabajo debe distinguirse de su rendimiento, materializado en el objeto de la producción, al que se denomina “trabajo realizado”.

En el trabajo realizado hay “algo más” que en la simple fuerza de trabajo (que es lo que se retribuye): hay una plusvalía (que crea el trabajador con su fuerza de trabajo, pero que se apropia el capitalista). «La fuerza de trabajo añade constantemente al producto, sobre su propio valor, una plusvalía que es la encarnación del trabajo no retribuido.

Si se trabaja en coordinación la fuerza laboral con el trabajo disponible habrá un equilibrio en la empresa donde se esté laborando, o sea que si se tiene un trabajo y se hace con la adecuada forma se llegará a un fin productivo.

Teniendo información concreta acerca del volumen de producción requerido, así como el tiempo necesario para producir unidad de producto, se podrá determinar la mano de obra o fuerza laboral necesaria.

Por ejemplo si la carga de producción para una semana se evaluó en 4420 horas, se necesitara entonces 4420/40=111 operarios.

Este uso de los estándares es especialmente importante en un mercado de retracción, donde el volumen de producción tiene que ir decreciendo. Cuando disminuye el volumen total, si no hay ningún medio para determinar el número real de operarios que se necesita para manejar la carga reducida, habrá entonces una tendencia a que en la fuerza laboral en su totalidad descienda el ritmo de actividad de modo que el trabajo existente dure más. A menos que el personal de trabajo este en equilibrio con el volumen de producción, los costos unitarios se elevaran progresivamente.

Sólo será cuestión de tiempo, en estas circunstancias, el que las operaciones de producción lleguen a ser realizadas a costa de una perdida de consideración, por lo que se necesitara así aumentar los precios de venta y reducir a un más el volumen de producción. El ciclo se repetirá sucesivamente hasta que llegue a ser necesario cerrar la fábrica.

En un mercado en expansión es igualmente importante poder presupuestar la mano de obra. A medida que crece la demanda por parte de los consumidores, lo que requiere mayor cantidad de recursos humanos, esencial que se conozca el número y el tipo exacto de personal que tenga que agregarse a la nómina, de modo que se pueda seleccionar y contratar con la suficiente anticipación para elaborar los programas necesarios.

Si existen estándares de tiempos precisos, es muy sencillo convertir los requisitos de producción en horas-hombres de actividades laborales.

MEJORAMIENTO DEL CONTROL DE LA PRODUCCIÓN.

El control de la producción es la fase operativa en que se programa, se distribuye y expeditan y se vigila el cumplimiento de las órdenes de producción de modo que se logren las economías de operación y se satisfaga lo mejor posible las demandas de los consumidores.

La función de control de la producción en su totalidad se basa en determinar donde y cuando se deberá realizar el trabajo. Obviamente lo anterior no se puede lograr a menos que exista una idea concreta de cuánto tiempo la programación del trabajo, una de las principales funciones del control de la producción generalmente se maneja en tres grados de refinamiento: (1) programación maestra o a largo plazo, (2) programación de periodo en firme y (3) programación de operaciones detalladas o cargas de maquinaria.

La programación a largo plazo se funda en el volumen de producción existente y en el volumen previsto. En este caso, a periodos específicos no se les asigna una secuencia o sucesión particular, sino que simplemente se acumulan y se programan para periodos apropiados. La programación para periodos en firme implica la de los periodos existentes para cumplir las demandas de los consumidores y aun operar en forma económica.

En este caso se asigna grados de prioridad a pedidos específicos y se formulan fechas de envió anticipadamente mediante este programa. La programación detallada de operaciones o cargas de máquinas, consiste en asignar operaciones especificas día a día para maquinas particulares. Esta programación se planea para minimizar el tiempo de preparación y el tiempo muerto de maquina mientras se cumple con la programación de pedidos en firme

No importa cuál sea el grado de refinamiento en el método de programación

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