Actitudes Y Creencias En Riesgo De La Salud De Los Hondurenos
djames7 de Mayo de 2013
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ACTITUDES
La actitud es la forma de actuar de una persona, el comportamiento que emplea un individuo para hacer las cosas.
CREENCIAS
Es el estado de la mente en el que un individuo tiene como verdadero el conocimiento o la experiencia que tiene acerca de un suceso o cosa.
Las creencias son ideas generales que funcionan como principios que nos guían en la vida..
MEDICINA TRADICIONAL
Es el conjunto de ideas, conceptos, creencias, mitos y procedimientos, sean explicables o no, relativos a las enfermedades físicas, mentales o desequilibrio sociales en un pueblo determinado.
LA MEDICINA OFICIAL/OCCIDENTAL
Es la que estudia en las universidades y cuyo paradigma básico se funda en las relaciones causa-efecto lineales entre las carencias, los microorganismo, los procesos orgánicos y los factores relacionadas con el ambiente y el desarrollo de la enfermedad y por tanto su curación.
LA DIARREA
Se denomina diarrea a un aumento en la frecuencia de las deposiciones (más de tres al día) acompañada de una disminución de la consistencia de estas (deposiciones acuosas). A veces la diarrea puede contener sangre, moco, pus y alimentos no digeridos. La diarrea no es una enfermedad, sino el síntoma de otro trastorno.
Existen muchas causas de diarrea, si bien la mayor parte tienen su origen en un proceso infeccioso que se adquiere por intoxicación alimentaria. En los niños la causa más frecuente de diarrea son los virus. También producen diarrea diferentes enfermedades inflamatorias del intestino (como son el síndrome del intestino irritable, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn) y la insuficiencia del páncreas. La ansiedad y situaciones estresantes pueden ser causa de diarrea en algunas personas. Ciertos medicamentos (principalmente los laxantes o antibióticos aunque no es exclusivo de ellos) producen diarrea como efecto secundario.
La diarrea puede afectar a cualquier persona. No es infrecuente que aparezcan brotes de diarrea aguda en instituciones como guarderías, residencias de ancianos, cuarteles etc. Como la mayor parte de las diarreas infecciosas se deben al consumo de agua y alimentos en males estado o contaminados, es muy importante conocer las medidas de higiene básicas para intentar prevenirlas. También es frecuente que padezcan diarrea personas que viajan a zonas tropicales o países en vías de desarrollo (diarrea del viajero).
Aunque el hecho fundamental es el aumento en el número de deposiciones y la disminución de la consistencia, pueden asociarse otros síntomas como la presencia de fiebre, intolerancia a la comida acompañada de náuseas, vómitos y dolor abdominal. Si la diarrea es muy cuantiosa puede aparecer deshidratación por pérdida de líquidos.
Hay que tener en cuenta que la diarrea puede ser una señal de un problema más grave. Se debe hablar con el médico si la diarrea dura más de 3 días. También se debe consultar al médico si se tienen cualquiera de los siguientes síntomas:
Señales de deshidratación
Un dolor muy fuerte en el abdomen o el recto
Fiebre alta. (Más de 39º)
Heces con sangre o negras
Tratamiento de la diarrea por rehidratación oral
En muchos casos de diarrea, el único tratamiento necesario es el reemplazo de los líquidos y sales minerales perdidos.
La rehidratación oral se basa en la restitución de la cantidad de agua, glucosa y electrolitos que se pierden a causa de la diarrea y es la primera medida a poner en marcha una vez diagnosticada.
La OMS y la UNICEF recomiendan la siguiente fórmula de rehidratación por vía oral:
Agua, 1 litro
Glucosa 20 gramos
Cloruro sódico, 3,5 gramos
Cloruro potásico, 1,5 gramos
Bicarbonato sódico, 2,5 gramos
Esta fórmula esta comercializada en todos los países del mundo de forma estándar, en sobrecitos que hay que verter en una jarra con un litro de agua, agitar hasta su disolución y comenzar a beber inmediatamente, en pequeñas cantidades cada 1-2 horas. Pero a falta de esta posibilidad, existe el recurso de preparar una fórmula muy similar en casa, con los siguientes ingredientes:
Agua, 1 litro
Azúcar (para la glucosa), dos cucharadas soperas
Sal (para el cloruro sódico), media cucharada de café
El zumo de un limón mediano (para el cloruro potásico)
Bicarbonato, media cucharada de café
LA CONJUNTIVITIS
La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, que es la parte blanca que vemos del ojo.
¿Cuál son las causas más frecuentes de la conjuntivitis?
Las causas más frecuentes son las infecciones víricas o bacterianas de la conjuntiva. Otra causa muy frecuente es la enfermedad alérgica. También puede ser debida a irritación de la conjuntiva por humo, cremas, etc.
¿Cuándo debemos consultar?
Aunque las complicaciones de la conjuntivitis son poco frecuentes debemos consultar si el niño:
■Tiene los párpados enrojecidos e hinchados.
■Se queja de dolor intenso..
■No puede mover el ojo.
■El ojo aparece enrojecido, sobre todo en su parte central alrededor del iris.
Tratamiento de la conjuntivitis
El tratamiento inicial de la conjuntivitis, sea bacteriana o vírica, es la limpieza de los ojos con agua o suero fisiológico. En ocasiones su pediatra recomendará el tratamiento con antibióticos aplicados en forma de colirio o crema ocular. Para que el antibiótico sea eficaz se debe retirar las secreciones acumuladas lavando el ojo con agua o suero. Algunos padres utilizan el agua de manzanilla, que en principio no aporta ventaja alguna.
Las conjuntivitis alérgicas requieren tratamiento con medicaciones antialérgicas en forma de colirio (por ejemplo antihistamínicos). Si los síntomas son muy intensos se puede añadir un antihistamínico por vía oral, o un corticoide en colirio ocular pero, siempre, bajo supervisión médica. En general, estos pacientes aprenden a reconocer el comienzo de los síntomas e inician de forma precoz la administración del colirio antialérgico que evitará que los síntomas sean intensos.
LA VARICELA
La varicela es una infección viral muy contagiosa provocada por el virus varicela zoster (VVZ). Se caracteriza por una erupción vesicular en forma de manchas y ampollas que producen picazón. Esta enfermedad es común entre la población infantil, aunque tiene una variante propia de los adultos, el herpes zoster, que resulta más seria y consiste en la reactivación posterior del virus.
Causas
Se transmite a través de pequeñas gotas de líquido vesicular o secreciones del tracto respiratorio que son transportadas por el aire, especialmente cuando el enfermo tose o estornuda. También se contagia al estar en contacto con objetos que han sido contaminados. Por este motivo es importante que el paciente sea aislado: la probabilidad de transmisión entre los niños que asisten al mismo centro escolar o entre los miembros de la familia supera el 90 por ciento.
Síntomas de Varicela
Generalmente los enfermos no presentan síntomas evidentes antes de que se produzca el brote de la enfermedad, que viene acompañado por fiebre, cansancio, dolor de cabeza y falta de apetito. Los síntomas comienzan entre los 10 y los 21 días después de la infección. El máscaracterístico es la aparición de manchas rojizas y planas, que van tomando relieve poco a poco hasta convertirse en ampollas o vesículas. Estas provocan un gran picor, se rompen con facilidad y forman unas costras que se desprenden y desaparecen en, aproximadamente, dos semanas. El proceso se extiende hasta el sexto día de la enfermedad.
Las manchas aparecen en todo el cuerpo, especialmente en el tronco y el cuero cabelludo en brotes sucesivos. Los niños sanos pueden desarrollar hasta 500 lesiones dérmicas que, en ocasiones, dejan una marca permanente. En casos graves las manchas se extienden por las extremidades y el rostro. Además, pueden aparecer llagas en la boca, los párpados, el recto, la vagina y las vías respiratorias.
Prevención
El objetivo de la vacuna es evitar la propagación de la enfermedad, sus complicaciones y la reinfección posterior en forma de herpes zoster. Puede administrarse en una única dosis, es muy bien tolerada y, generalmente, no presenta reacciones importantes en niños y adolescentes sanos. Los efectos secundarios son leves y se manifiestan en forma de enrojecimiento, dolor e inflamación en el área donde se ha aplicado. Asimismo, puede ocasionar mareo, cansancio, fiebre o náusea.
La vacuna previene la enfermedad hasta en un 80 por ciento de los casos y se administra a niños sanos entre 12 y 18 meses de edad. A partir de los 13 años pueden ser inmunizados con dos dosis. Puede aplicarse junto a otras vacunas, como las del sarampión, rubéola, paperas, polio, hepatitis B o meningitis. Sin embargo, no debe administrarse a personas con un sistema inmune débil o a las mujeres embarazadas. Las personas que no han sido vacunadas en su momento y corren un riesgo importante de sufrir complicaciones reciben anticuerpos una vez contraída la enfermedad.
Tratamientos
La varicela requiere una terapia antiviral y sintomática. La terapia sintomática se realiza con analgésicos, antihistamínicos y cremas o lociones que calman el picor. Su efecto es paliativo
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