ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Adulto Mayor


Enviado por   •  23 de Abril de 2015  •  6.759 Palabras (28 Páginas)  •  224 Visitas

Página 1 de 28

Aceptación y muerte

En la vejez natural tenemos una posibilidad más cercana de morir, que la esperanza de vida, que tiene un límite, sin embargo, cuando vivimos un sano envejecimiento podemos encontrar energía física, mental y espiritual para conseguir la adaptación a los cambios, pérdidas de una manera más creativa, madura y suave.

Si tuviésemos una concepción de la vejez, de una edad dorada, con tiempo para sentarse a disfrutar de la jubilación, sin problemas económicos ni desequilibrios emocionales.

El adulto mayor al final de su vida ha enfrentado una infinidad de pérdidas tales como físicas, sociales y psicológicas que le han permitido responder a las exigencias de las limitaciones finales cuando se presenta la enfermedad y la muerte.

Si el adulto mayor cuenta con una red de apoyo que lo pueda sostener más allá de sus dolencias refiriéndose a soportar en sus creencias religiosas, familiares, valores , las experiencias positivas que ha tenido en su vida y su esperanza sostenida en la fe, todos estos puntos mencionados reconfortan al adulto mayor a la hora de la prueba y cuando el final esté próximo. El saber vivir la vida cuando se acerca la muerte es uno de los grandes miedos de la tanatología (DIOS GRIEGO DE LA MUERTE THANATO)

Ayudar a los enfermos incurables a tener una buena calidad de vida que se sientan vivos, aliviándoles su dolor físico o moral y que se sientan comprendidos y amados hasta el final, les permite eliminar el temor a la muerte. Parte de la aceptación de la muerte incluye a la familia, que entra en crisis durante una enfermedad de uno de sus miembros, ayudándolos y acompañándolos en sus decisiones vitales.

El adulto mayor ha tenido tiempo para ir visualizando su concepción de la muerte a lo largo de su vida, cuando perdió a uno de sus padres, más tarde a uno de sus amigos o hermanos o personas de su generación.

La mayoría del adulto mayor acepta hablar de la muerte, y al verla como algo inminente, resulta para ellos menos terrible que para los joven.

ACTITUDES ANTE LA PROPIA MUERTE

ACTITUD DE INDIFERENCIA:

Generalmente el adulto mayor dice “estoy ya demasiado viejo, en cualquier momento moriré…” ésta actitud revela una existencia como quitarle importancia al momento más crucial por el que atraviesa la persona en su vida, actitud de miedo, hablar poco de su aprehensión a la muerte, más bien expresar su temor al dolor, a quedarse solo en su agonía.

ACTITUD DE DESCANSO:

La muerte es esperada como la liberación de los sufrimientos, sobre todo cuando se trata de personas que han padecido alguna enfermedad crónica o han llevado una vida de sufrimiento.

ACTITUD DE SERENIDAD

El adulto mayor tiene consciencia de haber vivido una existencia plena y de haber sido útil a los demás, por lo tanto esto los prepara para despedirse de este mundo.

• Muchos ancianos se les ve que aceptan la muerte con naturalidad por el poco valor social que tiene su vida, ya no representan un rol importante y la sociedad los va marginando poco a poco.

• Hay un distanciamiento cada vez mas grande entre las generaciones, dando la impresión de indolencia hacia el adulto mayor, es decir ya vivieron su vida, ahora el mundo les pertenece a los más jóvenes. Esto los lleva a ver con naturalidad la muerte, como una salida al abandono. Así el adulto mayor se va haciendo la idea que se aproxima su hora.

Esto no quiere decir que estén ansiando morirse, salvo los casos de depresión, pacientes con enfermedades terminales, o lo que han sido abandonados.

CONCLUSION

La contención familiar ayudaría al adulto mayor a aceptar la manera como ha vivido, la lucha por un sentido, de integridad, de coherencia y el sentir que su vida ha valido la pena y esto le va a ayudar a aceptar su muerte próxima.

Así se desarrolla la sabiduría que permite aceptar la propia muerte.

Es importante despejarle todos los temores, como por ejemplo: el miedo al más allá, al juicio de Dios, dejar a sus seres queridos y despejar la aprehensión que puede afrontar una agonía plagada de dolores insoportables, este temor puede crear gran tensión, ansiedad y angustia en ellos, También darles la seguridad que no están solos, abandonados.

Es natural temer a lo desconocido pero se puede apoyar al adulto mayor acompañándole con afecto, asegurándole que no se le dejará sólo en ningún momento y apoyándole a tener confianza en sus creencias religiosas.

PROYECTO DE VIDA

El proyecto de vida es una capacidad que poseemos los seres humanos para vernos a nosotros mismos como nos gustaría ser en un futuro, con el fin de dar sentido a la vida. No hay una guía de cómo debe ser un proyecto de vida, este debe ser individual y basado en los sueños que cada persona tiene. Definitivamente no es algo que se encuentre en el exterior, lo que implica que la persona se debe volver dueña de sí misma y construirlo a través de la propia reflexión, puede, por ejemplo, revisarse los sueños adolescentes que no se tuvo tiempo de realizar (Flores, 2011).

El adulto mayor se enfrenta a un reto muy grande para desarrollar un proyecto de vida: el estigma de una sociedad que considera que el adulto mayor ya no puede hacer las cosas. Algunas de estas actitudes llegan a caer en la discriminación a la que se le ha denominado viejismo y que involucra todos las conductas sociales negativas hacia las personas adultas mayores (Pérez, 2011). Muchas veces esto se debe a que el adulto mayor es concebido como carente de obligaciones que le puedan brindar un status, ya que en la sociedad actual las obligaciones son principalmente del tipo laboral y al encontrarse fuera de la población activa, se les priva y se les estigmatiza (Moragas, 2004).

Todo lo anterior puede manifestarse en pensamientos o frases como: “¿para qué estudio?”, “¿para qué hago deporte?”, “¿para qué cuido mi salud?”, “¿para qué...?” Que a su vez puede traer sentimientos de depresión y de tristeza. El primer paso en es darse cuenta de que el adulto mayor, como cualquier otro ser humano, tiene derecho a soñar y romper ese estigma de inutilidad que la sociedad le ha cargado (Flores, 2011).

Sin embargo, muchas veces este tipo de creencias devaluatorias (e irracionales) se encuentran profundamente arraigadas en las personas, por lo que puede considerarse necesarios acudir con algún especialista o consejero. Existen

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (45.3 Kb)  
Leer 27 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com