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Analisis Politico Manheim


Enviado por   •  12 de Marzo de 2014  •  3.695 Palabras (15 Páginas)  •  548 Visitas

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CAPITULO I

Proceso de Investigación

En cualquier caso, nuestro conocimiento conlleva a menudo, al menos potencialmente, la aceptación de ciertos modos de perfeccionar las cosas que descubrimos. En otras palabras, cuanto más sabemos sobre nuestro entorno social y físico, mejor pertrechados estamos para actuar sobre él. La clave para comprender y modificar nuestro entorno político es, expresado de la manera más simple, conocerlo mejor.

Pero esta sencilla idea de conocer plantea dos interrogantes mucho menos simples: ¿Cómo conocemos? ¿Cómo debemos utilizar lo que sabemos? La primera es una cuestión de método; la segunda, de ética y preferencia. Ambas cuestiones requieren que ejercitemos nuestro criterio personal, y en ambas recurrimos a nuestra experiencia, pero cada una de ellas exige su propio y distintivo esfuerzo intelectual.

Para determinar cómo conocemos, tenemos que establecer ciertas normas rigurosas como definir la realidad política. Por ejemplo, podrimos definir la realidad política como el conjunto de nuestras experiencias y observaciones del sistema político. Esto parece bien claro y concreto. Pero ¿Qué es el sistema político? ¿A qué tipo de observaciones nos referimos? ¿Hemos presenciado todos los acontecimientos políticos posibles, o es nuestra definición excesivamente limitada? El resultado puede ser un cúmulo de conocimientos sumamente individualizado sin mecanismo alguno para compartirlos.

Los expertos en ciencia política usan términos grandilocuentes para distinguir entre estos dos tipos de consideración. El primero, que se refiere a cómo (y qué) conocemos, se denomina análisis político empírico. El segundo, sobre cómo debemos utilizar nuestro conocimiento, se denomina análisis normativo. El análisis empírico trata de desarrollar y emplear u lenguaje común y objetivo para describir la realidad política. El análisis normativo trata de desarrollar y examinar fines subjetivos, valores y reglar morales que nos guíen al aplicar lo que hemos aprendido de esta realidad.

El análisis normativo sin el fundamento empírico puede llevar a juicios de valor apartados de la realidad. Por otro lado, el análisis empírico sin la sensibilidad para con las cuestiones normativas puede llevar a la creación de una estructura factual en el vacío, un conjunto de observaciones cuyo significado no estamos preparados para comprender plenamente. Por eso, el objeto que se persigue al emprender la investigación política es servirse a ambos tipos de análisis. No solo para adquirir un máximo de conocimientos, sino también para comprender la realidad política de la manera más completa posible.

* Formulación de la teoría

Al emprender la investigación en ciencia política, lo primero que hay que hacer es seleccionar un tema de investigación adecuado, y en este momento se ve fácilmente la importancia de combinar las consideraciones empíricas con las normativas. Son varios los criterios que acuden a la mente, y que van desde los intereses personales del investigador a los intereses colectivos de la sociedad. Aunque estos dos tipos de temas de investigación a los que sueles denominar investigación básica e investigación aplicada.

Una que hemos determinado el tipo de problema que deseamos abordar y el tipo de contribución que deseamos hacer, tenemos que formular un tema de investigación más específico. En tales ocasiones, el interés inherente del problema viene a ser un factor motivador. Por eso, el mayor de los errores que podemos cometer es el de emprender una tarea que nos mereces escaso interés. En cuanto hayamos seleccionados un tema de investigación de interés, habremos de examinar sus diversos elementos o componentes para determinar cuáles son importantes en nuestra investigación.

* Operacionalización de la teoría

Esta consiste en la conversión o redefinición de nuestras nociones teóricas, relativamente abstractas, en términos concretos que nos permiten realmente medir aquello que nos proponemos. De lo que se trata es de elegir opciones inteligentes, aunque arbitrarias, entre numerosos matices de significado.

En otras palabras tan pronto como hemos establecido alguna hipótesis o tema de investigación, tenemos que examinar muy de cerca lo que queremos decir exactamente con cada frase utilizada, y traducir esa definición más precisa en indicadores mensurables. Este proceso de conversión y simplificación, que llamamos operacionalización, es la clave más importante para realizar una investigación con sentido.

* Selección de técnicas de investigación apropiadas

Una vez que hemos determinado lo que deseamos evaluar, habremos de determinar el modo de hacerlo. Debemos idear una estrategia de investigación, un plan de ataque. Es este punto, hay dos consideraciones de primordial importancia. En primer término, hemos de seleccionar una técnica o una combinación de técnicas que nos permitan formular preguntas concretas que nos interesen, y hemos de hacerlo de manera coherente con nuestras operacionalizaciones.

Según la precisión con que formulemos la pregunta, podrá ser provechosa una u otra estrategia o la combinación de ambas. El hecho es que la conveniencia de emplear una técnica de investigación determinada viene dada en gran parte por el problema cuyo estudio hemos elegido.

* Interpretación de los resultados

Finalmente, llegamos a un punto en que debemos reunir los elementos de nuestro estudio: ¿hemos logrado plantearnos verdaderamente la cuestión que pretendíamos en nuestra investigación? ¿Qué hemos descubierto? ¿Cuál es la importancia de nuestro hallazgo? ¿Hasta dónde responden esos resultados a nuestras expectativas? En esencia hemos acabado de reducir algún aspecto del comportamiento político a una serie de número que quizás puedan revelar relaciones estadísticas.

Este breve panorama de seis etapas del proceso de investigación dará una buena idea de cómo es la investigación en ciencia política. Cada elemento de investigación es un enriquecimiento potencial de nuestro conocimiento y compresión. Pero ese potencial sólo puede cristalizar si la propia investigación resiste un análisis crítico. Si se ajusta a las normas admitidas.

CAPITULO II

Construcción de la teoría: concepto de hipótesis de ciencia política

El objetivo de este capítulo es ayudar a comprender cómo se desarrolla las teorías y cómo se utilizan para orientar la investigación. Expondremos en él la naturaleza de la teorización en la ciencia social, los elementos de que constan las teorías, y la relación entre éstas y resto del proceso de investigación. Cuando haya terminado el capitulo, deberá der capaz de empezar a pensar en las cuestiones políticas que le interesaran de una manera que le prepare para emprender la investigación empírica sistemática, al fin de dar respuesta validas (si no complementarias) a dichas cuestiones.

* Naturaleza de la teoría en Ciencia Social

Construimos teoría por dos razones. En primer lugar, esperamos que nos sirvan para simplificar la realidad con el fin de adaptarla. En segundo lugar, una vez que hemos alcanzado la compresión, las teorías pueden guiarnos para comprobar su exactitud. Para ello, nos ofrecen un fundamento lógico de expectativas o predicciones sobre el mundo que pueden compararse con realidad mediante técnicas de investigación apropiadas. Cuando nuestras predicciones resultan inexactas, empezamos a poner en duda nuestra interpretación de los hechos y a buscar la manera de mejorarla.

* Lógica de la construcción de la teoría

Empezamos con el suceso o comportamiento que deseamos comprender, debemos preguntarnos en primer lugar qué sabemos sobre el fenómeno que pudiera ayudarnos a explicarlo. Podemos formarnos una idea basándonos en la experiencia personal, en las observaciones casuales o en el pensamiento creador. Más a menudo, comprobaremos la conveniencia de investigar lo que otros han averiguado sobre el tema. Las teorías eficaces se inician a partir de un conocimiento pormenorizado de los sucesos que deseamos explicar. Sin tal conocimiento, probablemente no lo lograremos comprender lo que ha de explicarse ni tendremos una idea de dónde hemos de empezar a buscar las relaciones que nos servirán para explicar los sucesos.

En el proceso de inducción, partiendo de lo que sabemos que sucede en ciertas situaciones, inferimos lo que podría suceder en otras en otras semejantes; establecemos un nexo lógico entre lo que hemos visto, basándonos en el supuesto de que existe alguna pauta constante y subyacente en los sucesos del mundo.

La deducción es el proceso que nos permite utilizar las teorías para explicar eventos del mundo real. Si podemos demostrar un proceso de deducción que cierto evento observado puede predecirse lógicamente basándose en el conjunto de supuesto que constituyen nuestra teoría.

¿En qué consiste la utilidad de un concepto? En primer término, como hemos emprendido un estudio emperico, el concepto, para ser útil, debe referirse a fenómenos que, al menos potencialmente, sean observables. No significa que todos estos conceptos deban referirse a cosas directamente observables.

En segundo lugar, además de tener referentes empíricos, los conceptos deben ser, precisos. Se han de referir a un conjunto de propiedades de algún fenómeno y solamente a uno. Debemos saber exactamente de qué hablamos cuando utilizamos un concepto de describir un objeto.

En tercer lugar el valor teórico, está relacionado con otros conceptos de la teoría en número suficiente como para desempeñar un papel importante en las explicaciones de los hechos observados.

Todos estamos acostumbrados a pensar en términos de causa y efecto en nuestra vida diaria. Pero solemos utilizar estos conceptos de manera imprecisa. A menudo, es muy difícil determinar las causas o consecuencias del comportamiento humano: cuando más importante es el hecho más difícil es deslindar sus causas.

Nuestra teoría debe especificar si esperemos relaciones positivas o negativas entre los conceptos. Esta información se puede añadir a los diagramas causales colocando un signo más (+) o menos (-) en cada trayectoria para indicar si se piensa que la relación es positiva o negativa.

* Contrastación y elaboración de la teoría

Las teorías no deben considerarse nunca como productos acabados, sino como instrumentos que ocasionalmente hay que analizar y que a menudo puedan mejorarse. Empezamos con un tema de investigación que requiere una explicación de los hechos observados. Seleccionamos conceptos que, según esperamos, han de servir para explicarlos, y relacionamos los conceptos mediante proposiciones lógicamente derivadas de un conjunto de supuestos qué optamos por formular para lograr una explicación.

Las contrastaciones de la teoría es el núcleo del proceso de investigación. Como nuestras teorías se desarrollan por lo general partiendo de fracciones del conocimiento sobre relaciones reales, la tarea de la contrastación de la teoría consiste esencialmente en utilizar esta ultima para formular alguna expectativa acerca de otras relaciones que no hemos observado y verificar luego si las observaciones reales se corresponden con lo que esperamos obtener.

* El papel de la hipótesis

Una hipótesis es esencialmente un enunciado de lo que, según creemos, corresponde a los hechos. Expresa lo que esperamos averiguar cuando efectuamos observaciones de la realidad adecuadamente organizada. Las hipótesis son frases declarativas que indican relaciones prevista entre los fenómenos a los que se refiere nuestros conceptos.

Una variable puede definirse como una característica empíricamente observable de algunos fenómenos que se puede asumir más de un valor. Las variables nos permiten convertir enunciados que contienen solamente conceptos adstratos en enunciados con referentes empíricos, de modo que puede evaluarse la exactitud empírica de los enunciados.

Las hipótesis obtenidas inductivamente pueden ser importantes es la investigación exploratoria, que nos ayuda a construir las teorías, pero no nos sirve para explicar los fenómenos.

La tarea de la elaboración de la hipótesis consiste, lógicamente, en extraer este tipo de conclusiones de los supuestos que forman nuestras teorías. Precisamente porque las hipótesis de deducen de las teorías de este modo, la contrastaciones de aquellas aportan una contrastación indirecta de nuestras teorías. Lo importante, es este aspecto, es que las pruebas de la exactitud de las hipótesis son pruebas de una teoría solamente cuando las hipótesis están vinculadas a la teoría por lógica deductiva.

Hay un tipo de hipótesis que desempeña crucial en este proceso: la hipótesis rival alternativa. Todo hecho tiene múltiples explicaciones posibles. Algunas de ellas serán totalmente coherentes entre sí, y más de una puede ser correcta.

Este tipo de hipótesis rival alternativa es especialmente útil en la contrastación de la teoría, pues siguiere una conclusión que nos proporciones una base solida para determinar cuál de las dos hipótesis es cuestión es más exacta.

CAPITULO III

Uno de los pasos más importantes en la construcción de la teoría consiste en familiarizarse con las publicaciones sobre la ciencia política y, más concretamente, con todos y cada unos de los trabajos de investigación anteriores que traten de nuestro tema especifico. Y esto es así por dos razones: en primer lugar porque pueden ser sumamente aleccionadoras los éxitos y fracasos y las ideas de quienes ya han abordado problemas similares: y en segundo lugar, porque debemos comprender que nuestra propia labor puede contribuir también, por modesta que sea, al desarrollo intelectual de la disciplina.

* Utilización de las publicaciones existentes

La ciencia política o, en general, toda disciplina académica, es un acervo de conocimientos que se han desarrollado lentamente durante largo tiempo mediante una serie de avances intelectuales relativamente pequeños.

En el contexto de este proceso de crecimiento que enriquece nuestra compresión de la realidad política donde se ve con claridad la importancia del ciudadano fundamentado bibliográfico de nuestra investigación.

Hemos de considerar:

1) Qué preguntas de han hecho (que teorías se han planteado)

2) Cómo se ha intentado responder esas preguntas de los investigadores

3) Qué han averiguado. Al hacerlo, no hemos de perder de vista estas dos cuestiones especificas:

Primero, ¿Qué ideas o informaciones se han desarrollado en lo publicado que se refiera, más o menos directamente, al tema que nos interesa? en otras palabras, ¿Qué información esencial podemos entresacar de las publicaciones? Y segundo, ¿Qué clarificación provechosa han logrado esos investigador anteriores, que errores han cometidos y qué podrían haber omitido al contestar a sus interrogantes? O, dicho de otro modo. ¿Qué lecciones metodológicas nos pueden enseñar las publicaciones? La tarea consiste, pues, en leer con ojo crítico y desde la perspectivas del particular interés de nuestra investigación oportunas de las disciplinas.

El inconveniente de este método es que resulta eficaz por dos motivos. En primer lugar, este tipo de búsqueda a ciegas no hace perder mucho tiempo. Probablemente nos obligará a examinar ciento de volúmenes u miles de artículos de revista que en nada atañen al tema que nos ocupa para hallar los pocos que puedan interesarnos. Es posible que esa búsqueda dé algún fruto, pero será a costa de una gran pérdida de tiempo y de muchos esfuerzos.

* Elaboración de un sistema

La búsqueda sistemática es, sencillamente, un modo de preparar la visita a una biblioteca y de sacar el mayor partido de ella.

Comprende:

1) La especificación de nuestras necesidades.

2) La planificación del tiempo que hemos de pasar en la biblioteca

3) El aprovechamiento optimo de los recursos en ella disponibles.

4) El mantenimiento de un registro de lo que averiguamos.

Lo primero que hemos de hacer en esta temprana etapa del proceso de investigación es codificar nuestro interés con algo más de precisión. ¿Qué es lo que deseamos investigar?

No siempre es una tarea fácil, al menos si se ha de hacer adecuadamente. Se nos ocurrirán en el primer momento una o dos opciones obvias, pero, por lo general, habrá que reflexionar detenidamente para poder hacer la lista más extensa.

Hay otras dos cosas que suelen dar buenos resultados al preparar una búsqueda bibliográfica, aunque se hagan cuando ésta ya está realmente indicada. La primera consiste en prestar gran atención a las notas a pie de página que aparece en todos los libros o artículo que leemos. Si nos hemos esmerado en nuestra preparación, ya habremos detectado la mayoría de la obras citadas, pero, en ocasiones, encontramos una nueva e importante referencia. Al leer las notas a pie de página, lo que hacemos, en efecto, a recurrir a la ayuda de otros investigadores que han publicado numerosos trabajos sobre el tema que nos interesa. A menudo, si les escribimos pidiéndoles informes obtendremos una colección de trabajos aún inéditos que podrá sernos de gran ayuda en nuestra labor.

CAPITULO IV

De lo abstracto a lo concreto. Operacionalización y medición

El proceso de seleccionar fenómenos observables que representen conceptos abstractos se denomina operacionalización, y la especificación de los pasos que han de darse al formular observaciones se llama instrumentación.

* Operacionalización: El nexo entre teoría y observación

El objeto de este capítulo es exponer la manera de imaginar observación que permitan hacer tales comparaciones. Se trata de saber cómo podemos cuantificar nuestros conceptos para establecer, en enunciados precisos, si nuestra expectativa, deducidas teóricamente, so corroboradas o no por lo que observamos.

Esto significa que nuestras comparaciones sólo pueden ser exactas en la medida en que los indicadores escogidos reflejen el concepto que tratamos de medir. Si no hemos operacionalizado adecuadamente nuestros conceptos, la relación entre los indicadores puede ser un reflejo fiel de la relación entre los conceptos que aquellos deben representar. Y si es así, será errónea cualquier conclusión que extraigamos de nuestras observaciones sobre los conceptos o la teoría de que forman parte.

* Definiciones operacionales

Pero antes de ocuparnos de la medición de las ciencias sociales, debemos considerar lo que supone la operacionalización de un concepto. Se realiza está mediante la especificación de un conjunto de procedimientos que se han se de seguir o de operaciones que se han de efectuar para obtener un indicador empírico de las manifestaciones de un concepto en un caso determinado, y así, estos procedimientos proporcionan una definición operacional del concepto y su correspondiente variable.

Para que sean útiles (esto es, para que aportan medidas validas y fiables de nuestros conceptos), las definiciones operacionales deben indicarnos de manera precisa y explicita lo que hemos de hacer para determinar qué valor cuantitativo debe atribuirse a una variable en cada caso dado.

Hay por lo menos tres motivos para ser precisos en esto: en primer término tenemos que estar en condiciones de decir a los demás exactamente lo que hemos hecho para obtener nuestras medidas, a fin que puedan evaluar nuestro trabajo y repetir quizás nuestros estudio para verificar sus resultados en otro marco de experimentación. En segundo lugar, ti tenemos ayudantes que obtengan la información, las instrucciones que le demos habrán de ser lo bastante detallados y precisos como para que cada uno de ellos realice la medición exactamente del mismo modo que los demás.

En cada operacionalizaciones tendremos que tomar decisiones similares sobre los procedimientos exactos a seguir para obtener las medidas. Una definición operacional completa revela como hemos decidido afrontar esos problemas y no deja ambigüedad alguna sobre lo que realmente hemos hecho al tomar nuestra medida.

* Medición

Operacionalizamos las variables para contar con un medio de cuantificar los conceptos abstractos, de modo que podamos comparaciones significativas entre fenómenos del mundo real en funciones de las propiedades que esos conceptos siguieren. Estas asignaciones de números representan propiedades y se llama medición. El resultado de ésta es que tenemos un valor que podemos asociar de alguna variable en un caso dado.

* Niveles de medición

Los procedimientos de medición proporcionan un medio de clasificar y ordenar los fenómenos, pero no todos producen distinciones igualmente precisas y detalladas entre los hecho. Los niveles de medición se denominan nominal, ordinal, y de intervalo.

La medición nominal: es la que proporciona menos información sobre los fenómenos, se obtiene simplemente nombrando los casos mediante cierto esquema de clasificación predeterminado. Para que tengan utilidad deber ser basados en conjuntos de categorías que sean mutuamente excluyentes y colectivamente exhaustivas. Cualquier categoría de una medición nominal puede sustituirse por un número siempre que cada categoría se le haya atribuido un único número.

La medición ordinal: aporta más información, pues no sólo permite clasificar los fenómenos por categorías, sino también ordenarlos por grados. Con ella podemos asociar un número a cada caso. Y este número no solamente nos indica que el caso es diferente de otros, en incluso con respecto a la variable que se mide, sino que además nos dice como se relaciona con esos otros casos. Esto es, en qué proporción manifiesta poseer una propiedad determinada. Con la medición ordinal que caso tiene la cualidad medida en mayor (o menor) proporción que otros, y podemos ordenar los casos con arreglo al grado en que manifiestan esa casualidad. Esta clasificación proporciona una información más detallada y precisa sobre los casos que la que obtendremos con la medición nominal.

La medición d intervalo proporciona aun mas información. Cuando los casos se miden a este nivel. No sólo podemos clasificarlos y ordenarlos por grados, sin decir también en qué proporción de mayor a menos, contiene la propiedad de medir con respecto a otros casos.

* Hipótesis de trabajo

Esta hipótesis de trabajo nos indica las observaciones que son acordes con nuestras hipótesis y nuestra teoría. Siguiere, además, la relación que prevemos entre variables e indicadores.

* Error de medición: el enemigo

Si nuestras medidas fuesen perfectas, sólo revelarían el primer tipo de diferencia entre los casos; pero es raro, por no decir imposible, que las medidas sean impecables. Inevitablemente, la diferencia en los valores asignados a los casos no sólo refleja diferencia reales en el grado en que esos casos manifiestan el concepto, sino también diferencias artificiales creadas por el proceso de medición. Las diferencias en los valores asignados a los casos que sean atribuibles a algo distinto a las diferencias reales se llaman errores de medición.

Los errores de medición afectan a cada aplicación del instrumento de manera diferente. Se producen al azar u obedecen a características pasajeras de nuestros casos, variaciones de situación al aplicar el instrumento, defecto de aplicación y tratamiento, y otros factores que varían cuando cambia el modo de utilizar el instrumento. Invalidan nuestras medida de manera muy parecida a la de los errores aleatorios anulan la fiabilidad de las medidas, pues si se producen al aplicarlas, no podemos obtener los mismo resultados.

¿Cómo evitar que los errores de medición falseen nuestros resultados y hagan inútil o equivoca nuestra investigación? Para contestar esta pregunta habremos de prestar grana atención a las cuestiones de validez y fiabilidad.

* Validez

Es el termino que empleamos para expresar en qué grado corresponde nuestras medidas a los conceptos de deben reflejar. Para que la medida sea válida debe ser apropiada y completa. Asimismo, ya que en los primeros pasos del proceso de investigación, debemos tener en cuenta que la medición ha de ser completa.

* Fiabilidad

Cuando nos preguntamos por la validez de una medida, lo que preguntamos es hasta qué punto se corresponden los valores que presentan con los verdaderos valores de las variables objeto de medición. Y cuando nos interrogamos sobre la fiabilidad de una medida, nos estamos preguntando lo estable que son sus valores

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