Análisis Psicológico de El Túnel, de Ernesto Sabato

PLACER:

El hombre busca hacer y mantener las cosas en un nivel tan placentero como le sea posible, en consecuencia, trata de evitar las experiencias dolorosas.

El placer o la felicidad son la fuerza motivante de la existencia humana.

Ella apretó las mandíbulas y cerró los ojos y cuando yo saqué el cuchillo chorreante de sangre, los abrió con esfuerzo y me miró con una mirada dolorosa y humilde. Un súbito furor fortaleció mi alma y clavé muchas veces el cuchillo en su pecho y en su vientre.” (Sabato, 2004: 157)

El ejemplo citado, nos muestra el grado máximo de  placer y de bienestar que sintió  Juan Pablo Castel al ver el rostro de María inundado de dolor, orillándolo a seguir  clavando el cuchillo con mayor euforia.

REALIDAD:

Es aquel donde el hombre es regido por la razón, sabe distinguir del bien y el mal, manteniéndose en una postura neutral.

El hombre no solo busca el placer, sino se ata a límites reales.

“Después de examinar en detalle esta posibilidad, la abandoné. Yo nunca iba a salones de pintura.” (Sabato, 2004: 15)

Juan Pablo Castel tiene la idea de encontrarse con María en un salón de pintura y así poder entablar una conversación. Después de analizar esa opción, la descarta ya que se da cuenta que él nunca ha asistido, ni asistiría a un salón de pintura

POLARIDAD:

Dos fuerzas opuestas siempre están presentes en el hombre, es decir, la decisión es hacerlo o no, ¿Sí o no?

“Mientras una parte me lleva a tomar una hermosa actitud, la otra denuncia el fraude, la hipocresía y la falsa generosidad; mientras una me lleva a insultar a un ser humano, la otra se conduele de él y me acusa a mí mismo de lo que denuncio en los otros; mientras una me hace ver la belleza del mundo, la otra me señala su fealdad y la ridiculez de todo sentimiento de felicidad.” (Sabato, 2004: 89)

Con esto quiero decir que el paciente, en ocasiones tenía una visión de las cosas de forma positiva y de inmediato podía formar un concepto negativo de las mismas cosas.

REPETICIÓN COMPULSIVA:

Una vez que el ser humano se acostumbra a hacer algo de cierto modo, tiende a repetir la actividad de modo muy parecido, hasta lograr realizarla sin mayor atención consciente.

“Mis interrogatorios, cada día más frecuentes y retorcidos, eran a propósito de sus silencios, sus miradas, sus palabras perdidas, algún viaje a la estancia, sus amores.”

(Sabato, 2004: 78)

Una actividad que es constante en Juan pablo Castel, es la interrogación a María por sus actos. Al principio fue por viajes a la estancia o acerca de sus amores pasados; volviendo esto un hábito, al grado de cuestionar el hecho más insignificante.

REDUCCIÓN DE TENSIÓN:

Conducta que nos lleve a una relajación. Se le hace necesario liberar esta tensión del mejor modo posible, para no perecer y ser destruido.

“Esta lógica me pareció de hierro y me tranquilizó bastante para decidirme a esperar con serenidad en el café de la esquina, desde cuya vereda podía vigilar la salida de la gente.” (Sabato, 2004: 35)

Bebiendo café, es una de las formas que tiene Castel para liberar tensión, debido al estrés que le provocaba el no encontrar a María

ELLO:

Sólo conoce el principio del placer y no interesa por nada más; no conoce leyes, no obedece reglas y sólo tiene en cuenta sus propios apetitos sexuales (se manifiesta la libido), los cuales forman parte de su estructura.

“…Me apodere de la mujer que me pareció más depravada y luego desafié a pelear a un marinero porque le hizo un chiste obsceno…” (Sabato, 2004:137)

Lo cegó la obsesión por Iribarne, quería que fuera suya a toda costa; él es el único que podía ofenderla con libertad.

YO:

Sigue el principio de realidad. Aplica la inteligencia para controlar, elegir y decidir qué deseos satisfacer y el modo de hacerlo

“…La verdad es que muchas veces había pensado y planeado minuciosamente mi actitud en caso de encontrarla. Creo haber dicho que soy muy tímido; por eso había pensado y repensado un probable encuentro y la forma de aprovecharlo…” (Sabato, 2004: 14)

Castel es un  paciente que  se anticipa a las posibles consecuencias de lo que le pueda ocurrir, es una persona que constantemente está haciendo hipótesis.

SUPERYÓ:

Constituye el brazo ético moral de la personalidad; decide si una actividad es buena o mala de acuerdo a los estándares de la sociedad que ha aceptado. No da valor a las leyes sociales, a menos que las haya aceptado o interiorizado.

“… No supe qué hacer: la besé tiernamente en los ojos, le pedí perdón con humildad, lloré ante ella, me acusé de ser un monstruo cruel, injusto y vengativo…” (Sabato, 2004: 76)

Contantemente se disculpa por las actitudes y acciones de violencia que le realiza a María, emitiendo juicios de valor que lo martirizan en repetidas ocasiones.