Aparatos De Proteccion Auditiva

Aparatos de protección auditivo

Uno de los objetivos principales de la prevención es velar por el bienestar del trabajador , es por ello que existen variadas alternativas para protegerlos y cuidarlos de los riesgos que conlleva la labor que desempeña este diariamente; enfocándonos así en los aparatos de protección auditiva.

Es importante recalcar esta forma de “prevenir” debido a los ruidos molestos y/o superiores a los que el oído puede soportar se ve expuesto el trabajador.

A continuación les presentare los distintos tipos de protección , las enfermedades que pueden ocasionarse al no utilizar estos aparatos y las leyes que respaldan el uso de ellos.

Los protectores auditivos son equipos de protección individual que, debido a sus propiedades para la atenuación de sonido, reducen los efectos del ruido en la audición para evitar así un daño en el oído. Los protectores de los oídos además reducen el ruido obstaculizando su trayectoria desde la fuente hasta el canal auditivo.

El factor más importante en la elección es la idoneidad del protector para el ruido ambiental en el que debe utilizarse, con el fin de que el riesgo de pérdida auditiva inducida por el ruido sea mínimo. Para ello existen variados tipos y modelos de aparatos como : las orejeras que encierran por completo el pabellón auditivo externo y se aplican herméticamente a la cabeza por medio de una almohadilla de espuma plástica o rellena de líquido, tienen un revestimiento interior que absorbe el sonido transmitido a través del armazón diseñado para mejorar la atenuación del ruido.

Los tapones para los oídos se llevan en el canal auditivo externo. Se comercializan tapones pre moldeados de uno o varios tamaños normalizados que se ajustan al canal auditivo de casi todos los trabajadores.

También están los protectores para la reducción activa del ruido (protectores ANR) que incorporan circuitos electro-acústicos destinados a suprimir parcialmente el sonido de entrada a fin de mejorar la protección del usuario.

Pero para que estos aparatos estén certificados y se puedan comercializar deben estar regidos por ciertas leyes y decretos.

El artículo 75 del Decreto Supremo N° 594, de 2000, del Ministerio de Salud, establece que la exposición ocupacional a ruido estable o fluctuante debe ser controlada de modo que para una jornada de 8 horas diarias ningún trabajador pueda estar expuesto a un nivel de presión sonora continuo equivalente a 85 decibeles, medidos en la posición del oído del trabajador. Es del caso señalar que la norma legal establece que si los niveles de presión sonora fueran superiores a 85 decibeles, el tiempo de exposición al ruido deber disminuir y que conforme lo dispone el artículo 184 del Código del Trabajo, el empleador está obligado a tomar todas las medidas necesarias para proteger eficazmente

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