COMENTARIO SOBRE EL LIBRO DE ROMANOS

COMENTARIO SOBRE EL LIBRO DE ROMANOS

Juan José Gutierrez Asto

CAPITULO I: v. 21-22 “Es cierto, ellos conocieron a Dios, pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias. En cambio, comenzaron a inventar ideas necias sobre Dios. Como resultado, la mente les quedó en oscuridad y confusión. Afirmaban ser sabios, pero se convirtieron en completos necios”

El orgullo puede hacer que nos olvidemos de las cosas que Dios nos da, y como resultado de esto creemos que todo lo que tenemos es por lo que nosotros hicimos para conseguirlo; debemos recordar cada día que solo gracias a él somos lo que somos y agradecerle por las cosas que nos enseña y hace en nosotros.

CAPITULO II: v. 11 “Pues el simple acto de escuchar la ley no nos hace justos ante Dios. Es obedecer la ley lo que nos hace justos ante sus ojos”

No solo escuchando sino haciendo por obra lo que Dios ordena en su palabra, debemos entender que Dios necesita de personas que trabajen en su obra y que no solo esperemos que los demás se encarguen de lo nosotros deberíamos hacer como sus hijos.

CAPITULO III: v. 24 “Sin embargo, en su gracia, Dios gratuitamente nos hace justos a sus ojos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados”

Debemos estar agradecidos, porque Jesús nos hizo libres de todo pecado; Dios nos hace justos ante sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo a pesar de todos los pecados que podamos cometer.

CAPITULO IV: v. 20 “Abraham siempre creyó la promesa de Dios sin vacilar. De hecho, su fe se fortaleció aún más y así le dio gloria a Dios”

Aunque muchas veces no obtengamos lo que tanto anhelamos y pedimos Dios, debemos creer en sus promesas y fortalecer nuestra fe en él, porque Dios cumplirá con todo lo que le pidamos y nunca nos fallara

CAPITULO V: v. 3-4 “También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación”

Sabemos que Dios no pondrá en nuestras vidas ninguna cosa que no podamos soportar, sino que estas pruebas hacen de nosotros mejores personas y nos ayudan a formar resistencia contras situaciones que el enemigo pueda poner en nuestras vidas

CAPITULO VI: v. 6 “No permitan que el pecado controle la manera en que viven; no caigan ante los deseos pecaminosos”

Debemos apartarnos del pecado y huir de toda tentación, el diablo está muy pendiente de los hijos de Dios, buscando a quien atacar; no dejemos que el pecado pueda controlar nuestras vidas al contrario huyamos de el.

CAPITULO VII: v. 6 “Pero ahora fuimos liberados de la ley, porque morimos a ella y ya no estamos presos de su poder. Ahora podemos servir a Dios, no según el antiguo modo —que consistía en obedecer la letra de la ley— sino mediante uno nuevo, el de vivir en el Espíritu”

Ya no vivimos atados a la ley, y debemos entender que el servicio a Dios en estos tiempos es mediante el vivir en el Espíritu; entendamos que Dios quiere obreros fieles a él y que hagan su voluntad no por opresión sino por amor.

CAPITULO VIII: v. 24- 25 “Recibimos esa esperanza cuando fuimos salvos. (Si uno ya tiene algo, no necesita esperarlo; pero si deseamos algo que todavía no tenemos, debemos esperar con paciencia y confianza)”

Tengamos confianza en que Dios nos dará cada cosa que necesitemos y se lo pidamos, si hay cosas que aún estamos esperando debemos de ser pacientes y tener la confianza de que Dios no es deudor de nadie y como sus hijos, él no quiere que nos falte nada.

CAPITULO IX: v. 21 “Cuando un alfarero hace vasijas de barro, ¿no tiene derecho a usar del mismo trozo de barro para hacer una vasija de adorno y otra para arrojar basura?”

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