¿CREE USTED QUE ES NECESARIO PROPONER UNA DEONTOLOGÍA DE LA PROFESIÓN DOCENTE?
laurafclInforme12 de Octubre de 2015
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¿CREE USTED QUE ES NECESARIO PROPONER UNA DEONTOLOGÍA DE LA PROFESIÓN DOCENTE?
Autores:
Lilian Cristina Cabas Vargas
Laura Fernanda Cañaveral Londoño
Diana Paola Riaño Rozo
La deontología es considerada como el conjunto de normas éticas y morales que son válidas para toda persona en la práctica de cualquier profesión en sus distintas modalidades, que facilitan además comprender los hábitos y virtudes que atañen a los deberes específicos de la profesión. Por tanto, no solamente es necesario sino indispensable proponer una deontología docente puesto que tiene que ver con la formación permanente, personal, cultural y social de los seres humanos; que se fundamente en la concepción integral de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes.
La deontología de la profesión docente debe tener un trasfondo ético como lo sostiene la Teleología Aristotélica; es decir, centrada en la recta razón, donde la acción persigue el bien común en una sociedad.
Son varios los autores que han planteado diversas propuestas con respecto a la deontología a partir de cuyas teorías puede establecerse el por qué de los códigos éticos propios de la profesión docente.
Jeremy Bentham fue el primero en usar la palabra Deontología (1834) refiriéndose a lo que convenía hacer en una determinada disciplina. Consideraba la Deontología como el arte y la ciencia de un saber práctico cualquiera que fuera su naturaleza.
Por tanto, y de acuerdo con este concepto, la deontología docente se define como el arte saber enseñar, orientar, formar, dirigir y educar íntegramente a una persona; determinando así el elevado valor social de la profesión al establecerse como ciencia y como arte; el saber y la práctica en el camino hacia la perfección del ser.
Antonio Rosmini (1856) usó el término Deontología para referirse a una ciencia normativa con el propósito de analizar la perfección. Sus afirmaciones no se limitan al ser, sino que además se refieren a como debe ser ese ser para ser perfecto. Por tanto, además de definir los principios del arte de la profesión docente, la deontología debe describir los pasos a seguir para ejercerla de manera cercana a la perfección.
La Iglesia Católica también ha venido utilizando algunas reflexiones sobre la deontología. En 1891 en su Encíclica Rerum Novarum León XIII se dirige a los patronos y a los obreros en donde el trabajo era mas denigrante en el naciente capitalismo industrial y en 1931, Pio XI publica Quaudragésimo Anno, en la que propone una visión social, orgánica y ética del orden económico y social del mundo.
Bentham, Smith y Mill plantean la deontología desde el utilitarismo, cuyo punto de apoyo es el principio de la utilidad. Para estos autores, la rectitud de las acciones y los esquemas de decisiones se juzgan en relación al grado de felicidad que proporcionen; es decir, ¿Qué ha de hacer el hombre para ser feliz?.
Otra postura es la conocida como Ética de las Circunstancias o de la situación, que surge como una ramificación de la Filosofía de Humme en la que se sostiene que la moralidad de una acción depende de las circunstancias en que se desarrolla.
En contraposición, la propuesta de Kant conocida como la Moral Autónoma propone que la moralidad está mas allá de la experiencia; no se puede conocer y por lo tanto no es de conocimiento legítimo de la razón teórica. Es la Ética la que permite al hombre entender como alcanzar la plenitud, es decir pasar del Ser al Deber Ser.
A partir del análisis de los pensamientos anteriores, la respuesta a la pregunta inicial con respecto a la necesidad de un código deontológico de la profesión docente es y SI.
Se requiere elaborar una Deontología para la Profesión Docente expresada en códigos construidos por los colectivos de profesionales que se refieren al conjunto de normas y principios éticos que expresan los deberes mínimos o básicos para el ejercicio de una actividad profesional. Un ejemplo es el de la Asociación de Americana de Profesores Universitarios (AAPU) que propuso una Declaración sobre ética de la profesión educativa universitaria.
Los Códigos propuestos tendrían relación con la responsabilidad y eficacia de la profesión docente, los resultados verificables y las relaciones del profesor con la sociedad. Además, el código reúne los fundamentos básicos en la formación de los docentes para el desempeño en sus prácticas pedagógicas; justificado a través de razones como la responsabilidad en la formación integral de los educandos y la necesidad social de crecimiento cultural, ambiental, económico y moral. Hasta hoy, los docentes en las instituciones educativas todavía pueden hacer mucho para recobrar la ética, la moral y los valores en una sociedad democrática.
Es importante destacar que la Deontología analiza los deberes internos del individuo, es decir aquello que debe hacer o evitar según lo dicte su conciencia, además de los deberes éticos planteados por la sociedad en la que se relaciona.
Para proponer una Deontología de la Profesión Docente aplicable a nuestro medio es necesario tener en cuenta que la educación tiene por objeto conseguir el máximo desarrollo de las facultades intelectuales, físicas y emocionales de las nuevas generaciones; y al mismo tiempo, permitir a quienes se educan adquirir elementos esenciales de la cultura humana. Por esta razón se hace necesario que el código establezca unas normas básicas de comportamiento para docentes y educandos; definiendo así una práctica profesional más segura al tiempo que promueve una mayor complicidad de la sociedad con la profesión, para contribuir así al prestigio de la misma.
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