ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Calidad Docente


Enviado por   •  7 de Septiembre de 2014  •  2.307 Palabras (10 Páginas)  •  183 Visitas

Página 1 de 10

EL JAQUE MATE EN LA CALIDAD DOCENTE

La educación hoy se ha constituido como el derecho social más exigido en nuestra sociedad. La revolución pingüina (2006) desató una serie de cuestionamientos sobre la educación tales como financiamiento, calidad, acceso e inclusión. La tarea de responder a este derecho social aún no ha sido resuelta ni para el gobierno ni para aquellos agentes que buscan solucionar la educación por medio de cuerpos intermedios. El problema radica en que las políticas olvidan el foco de la educación que es su calidad y no abordan el principal problema que la aqueja: la evaluación docente. Por consiguiente, es menester preguntarnos si han sido eficaces las medidas que ha implementado el gobierno en la docencia con el objetivo de mejorar la calidad en la educación.

El gobierno ha implementado distintas medidas para mejorar esta realidad, desde financiar la carrera de pedagogía con la beca de vocación profesor (BVP) hasta crear evaluaciones internacionales para los docentes como la prueba TIMSS y TEDS y nacionales como la prueba INICIA, además de mediciones periódicas para evaluar a los docentes, tanto de portafolios como individuales. Sin embargo, al examinar los resultados, estos siguen siendo muy bajos por lo que pareciera que los esfuerzos no han sido suficientes. De esta forma es necesario preguntarse si las medidas aplicadas por los responsables han sido efectivas y qué medidas se pueden proponer para mejorar la calidad en la enseñanza.

En este ensayo revisaremos qué esperamos de la docencia, es decir, cuál es la formación que están recibiendo quienes se encuentran en la carrera pedagogía y qué exigimos de esta para la sociedad. Luego, es necesario analizar las distintas políticas que se han implementado y su efectividad. Rufinelli (2013) tiene una visión de que a pesar de que los resultados siguen siendo malos, se ha avanzado hacia la implementación de mejores políticas. Por último, se propondrá replicar el modelo de monitoreo que fue presentado por la Universidad Diego Portales como solución a la calidad docente. Actualmente, una de las deficiencias de las políticas es que después de implementarse no se continúan monitoreando el efecto a distintos plazos que éstas pueden tener, “Se necesita de un cuerpo de investigación nacional que pueda informar respecto de qué constituye una formación inicial docente de calidad, qué tipo de formación entregan nuestras universidades en la actualidad y cómo es posible monitorear y evaluar la calidad de dicha formación. De esta forma, examinar los aprendizajes que logran los estudiantes de Pedagogía durante su formación resulta crucial para asegurar la calidad de los profesores que se desempeñen a las escuelas chilenas.” (Concha, Del Rio, Salas, Treviño, Walker, 2013).

Una de las interrogantes que no se ha abandonado con respecto a la educación es cómo mejorar su calidad, siendo uno de los elementos de interés de esta labor el rol de los docentes y cómo su desempeño influye en el aprendizaje de los estudiantes. Existe consenso acerca de la importancia que tiene la sala de clases en el aprendizaje de los estudiantes, se pasa un gran porcentaje de horas de la semana (en el año 2005, el rango esperado estaba en las 30 horas) en los establecimientos educacionales y se espera que sea en ella donde se reciba la mayor educación académica. Estudios han demostrado el impacto que tienen docentes de alta calidad en el nivel de aprendizaje en los estudiantes. En un artículo realizado por el MINEDUC (2012) se encuentra que hay una asociación positiva entre el desempeño de los docentes y el de sus estudiantes, siendo que un punto adicional promedio en la evaluación docente se relaciona con 15,8 puntos más en la prueba de matemáticas y con 9,5 puntos más en la lectura para un alumno. Hanushek (1992) señala que, si mantenemos todos los demás factores constantes, estudiantes que han tenido docentes de alta calidad logran un nivel de aprendizaje tres veces mayor a estudiantes que tienen docentes de baja calidad.

Sin embargo, la forma en que medimos la calidad docente no tiene una respuesta única. En la actualidad contamos con diferentes metodologías para evaluar a los docentes, los cuales comenzaron desde el año 1990 con la reforma educacional que se basaba entre otras cosas mejorar las condiciones de trabajo de los docentes y la innovación pedagógica. En 1995 se implementó el Sistema Nacional de Evaluación de Desempeño (SNED), primer programa de incentivos asociado indirectamente al desempeño de los docentes. Este programa entrega una bonificación salarial a todos los docentes de los establecimientos que presentan mejores resultados en la prueba SIMCE.

En los años siguientes hasta la fecha se han implementado otros programas con el objetivo de evaluar individualmente a los docentes. Uno de ellos es La Asignación de Excelencia pedagógica (AEP) en el año 2002, se establece para quienes trabajan en establecimientos subvencionados tanto público como privado de manera voluntaria presenten un portafolio AEP y realicen la aplicación de una prueba de Conocimientos Disciplinarios y Pedagógicos (CDP) quienes postulan tienen la posibilidad de recibir una bonificación de promedio US$1.250 anuales. Otro programa de ellos es El Sistema de Evaluación Docente, que es un programa para quienes trabajan en establecimientos municipales que se someten a una evaluación obligatoria cada 4 años, sólo obtienen el resultado de su gestión pero sin bonificación. Y se encuentra también La Asignación variable de Desempeño Individual (AVDI), que al igual que los anteriores es un programa voluntario, pueden postular los docentes de establecimientos educativos municipales que hayan tenido resultados satisfactorios en el sistema de evaluación docente y los bien evaluados reviven una asignación entre los US$460 y US$2300. Y por último, se ha implementado un programa que busca establecer incentivos en base a resultados como es la Beca de Vocación de Profesor (BVP). Esta es un subsidio entregado por el Estado para financiar el arancel, la matrícula y otorga otros beneficios para quienes obtengan buenos resultados en la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y decidan matricularse en la carrera de pedagogía y luego, se comprometan a ejercer como profesores en establecimientos subvencionados.

A pesar que existe una verdadera preocupación por mejorar la calidad de la educación y que se ha abordado la evaluación docente para medir su calidad e impacto en la sala de clases, es necesario preguntarse, qué tan efectivas han sido estas medidas en la calidad y por qué se continúa exigiendo en las calles una educación de calidad.

Existe una dualidad, sobre los resultados obtenidos. Por un lado, refleja una verdadera eficacia de los docentes de buena calidad y el nivel de aprendizaje de los estudiantes. Evidencias frente a esto hay en grandes cantidades; el estudio del MINEDUC (2013) nos muestra que un punto adicional en la evaluación docente de los profesores entre 1° y 4° básico de un estudiante se relaciona con 15,8 puntos más en la prueba SIMCE de Matemáticas y 9,5 puntos en la de Lectura para ese alumno, por otro lado, otro estudio realizado entre el centro de microdatos de la Universidad de Chile y MIDEUC de la P. Universidad católica( 2008) , concluye que tres programas que ellos evalúan (AEP, SED y AVDI) son exitosos al identificar a los docentes más efectivos entre quienes postulan o participan y que permiten que sus alumnos tengan mejores resultados en las pruebas estandarizada.

Por el contrario, los resultados en Chile son nefastos. En los resultados de la prueba PISA (2009) Chile se ubica en el lugar 44 entre 65 países en lectura, bajo el promedio de la OCDE al igual que en la prueba TIMSS (2011). En la evaluación internacional TEDS-M que evalúa la formación inicial docente en matemáticas para educación primaria y secundaria, Chile se ubicó en el lugar 15 entre 16 países y en los resultados nacionales de profesores, como la evaluación docente y la prueba INICIA(2012) , tampoco logramos los estándares de calidad que precisamos, un 23% de los evaluados en el sector municipal no alcanza el nivel mínimo de desempeño.

Además se evidencia una heterogeneidad en los conocimientos de los futuros profesores, dejando claro que no hay establecido que perfil es necesario para la sociedad y bajo el cual debiese estar implementada la formación de éste. Este problema que se ve reflejado en los mismos docentes “…la brecha entre los resultados de las evaluaciones a los docentes recién egresados y la autopercepción que tienen de su propia formación y desempeño, genera dos interpretaciones muy distantes de las debilidades formativas que acusan las evaluaciones docentes que se vienen realizando en el país. Analizar la inconsistencia entre la positiva valoración de la formación y los resultados de aprendizaje que están evidenciando docentes y estudiantes en las mediciones nacionales estandarizadas, como INICIA y SIMCE, hace plausible hipotetizar que algo (no) estaría ocurriendo en los procesos formativos que tendría como resultado entre sus egresados un precario nivel de reflexión acerca del saber y quehacer docente.” (Ruffinnelli, 2013).

La responsabilidad de la mala calidad en la docencia es compartida tanto por quienes forman a los futuros docentes (universidades, institutos) y los mismos docentes que no se capacitan y no le toman el peso a la responsabilidad que tienen en la sociedad. Es trabajo de las instituciones y el Gobierno no ser capaz de definir qué es lo que la sociedad necesita de la docencia para la educación y por ende, no establecer mallas coherentes con las necesidades ni incentivos necesarios para atraer a quienes serán los que mejor educarán en un futuro. Y responsabilidad de los docentes quienes conociendo su deficiencia como profesores no se someten a capacitaciones para mejorar sus evaluaciones.

Por lo tanto, podemos afirman con absoluta libertad que la calidad de los docentes en Chile es deficiente, y que a pesar de todos los esfuerzos implementados por los agentes de educación, aún nos queda un largo camino por avanzar.

La literatura (Barber y Mousrhed, 2008; Wang, Coleman, Coley y Phelps, 2003) señala que se pueden agrupar en tres los factores estratégicos para asegurar la calidad en educación:

1. Reclutar de que quienes ingresan a las carreras de pedagogía a los mejores postulantes

2. Monitorear y acreditar la calidad de los programas de formación de profesores y sus resultados de aprendizaje.

3. Establecer requisitos para entrar al ejercicio profesional u obtener algún certificado como profesor.

Hoy estamos avanzando en el primero, bajo la Beca de Vocación de Profesor y en parte en el segundo, al monitorear los resultados de aprendizaje de los docentes egresados y en la práctica bajos las metodologías descritas con anterioridad. Pero aún estamos deficientes en las pruebas que se están realizando, la periodicidad y al público al que se realizan, en la prueba INICIA el año 2012 dentro de todo el universo de egresados de pedagogía solo el 14% la realizó.

La universidad Diego Portales propone un sistema de monitoreo de los aprendizajes durante la formación inicial docente “El propósito del proyecto fue justamente contar con evidencia que reflejara los avances de los alumnos, con un especial acento en recoger información durante todo su trayecto académico, lo que, a su vez, que se permita realizar ajustes oportunos para asegurar procesos de aprendizaje eficientes para la mayor parte de los futuros docentes.” Implementar esta medida permite ejecutar políticas y medidas para mejorar la falencia que tenemos en la calidad de la educación, pero sin olvidar que toda política requiere de monitoreo y retroalimentación por quienes son los usuarios de manera de ir mejorando y puliendo las medidas para alcanzar mejores resultados.

Uno de los principales problemas que hace que las medidas para mejorar la calidad docente sean efectivas es que no existe una coherencia entre lo que están recibiendo los docentes y los desafíos que enfrentan en la sociedad y en la sala de clases. Por ende, la poca efectividad que están teniendo las medidas implementadas, se debe en parte a que no existe un perfil de docencia que permita a las instituciones preparar a los docentes bajo esas características y por lo tanto existe incoherencia entre lo que se forma en las instituciones y lo que se evalúa en las pruebas. Tampoco hay disposición por parte de los docentes de querer mejorar sus evaluaciones por lo que los incentivos deben ser aún bajos para mejorar la muestra de quienes se evalúan y por ultimo no existe ningún sistema de monitoreo que haga combinar el problema entre lo que la sociedad demanda y necesita y lo que se imparte en la universidad.

Para un futuro, en lo esperable, cercano. Se espera que la evaluación docente mejore sus resultados y que demuestre que aquellas políticas que se han implementado a lo largo de los años han producido los incentivos suficientes para que mejore la calidad de los docentes y con ésta la calidad de la educación. Es necesario, realizar un constante seguimiento de los resultados y corregir las falencias que tiene la carrera docente como las mencionamos anteriormente, en formación y monitoreo. Por lo mismo, para el futuro, recomiendo modificar la carrera de pedagogía, en lo posible que se vuelva más exigente para el ingreso de los futuros docentes y que se realice un sistema de monitoreo para quienes salen de ésta para que la institución y el estado reciba constantemente feedback sobre la calidad de ellos.

...

Descargar como  txt (13.6 Kb)  
Leer 9 páginas más »
txt