ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Cambio Climatico


Enviado por   •  28 de Octubre de 2014  •  1.239 Palabras (5 Páginas)  •  180 Visitas

Página 1 de 5

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Universidad Bolivariana de Venezuela

Ambiente: Luis Beltrán prieto Figueroa

10ma cohorte- 10mo semestre

Palo negro- Edo- Aragua

RETARDO PERJUDICIAL

Profesora: Triunfadora:

Abg. Alis Velasco Judith García

C.I:18.230.475

Históricamente el retardo perjudicial fue contemplado en el primer Código de Procedimiento Judicial de Venezuela de fecha 12 de mayo de 1836, Título VII, Ley XIV, junto con la jactancia. En efecto, el artículo 10 de dicha Ley establecía:

Cuando alguno tenga que demandar a otro por jactancia o retardo perjudicial, deberá acreditar el hecho o fundamento de su solicitud, pudiendo instruir justificación, en caso necesario ante cualquier Juez.

Y el artículo 20 establecía:

El Juez de Primera Instancia sin citar al demandado acordará o negará dentro de veinticuatro horas la providencia que se solicita con sólo la vista de los documentos que acompañan la demanda, la cual deberá hacerse por escrito. De su determinación sólo podrá apelar el demandante.

El procedimiento por retardo perjudicial continuó comprendiendo a la jactancia en los sucesivos Códigos de Procedimiento Civil de 1863, 1873, 1880,1898, 1904 y 1916, siguiendo la tradición de las leyes departidas, según las cuales nadie podía ser obligado a demandar con excepción de los casos de jactancia y de retardo perjudicial.

En efecto, la Partida Tercera, Título II, Ley XLVII trataba de: “Cómo los juzgadores pueden apremiar a algunos hombres que hagan sus demandas contra aquellos que quieren ir en sus caminos.” La situación se presentaba cuando algunos hombres acechaban maliciosamente a los mercaderes que debían hacer sus viajes por mar o por tierra y cuando sabían que tenían sus mercancías y sus cosas aparejadas para irse, promovían demandas contra ellos para impedir que se fueran al tiempo que debían. La mencionada ley, para refrenar esta maldad, mandaba que el mercader u otra persona cualquiera que temiese esto, “pueda pedir al juez que apremie a aquel que le está

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (5 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com