Caracterización del género discursivo

Caracterización del género discursivo:

Los tatuajes han sido un símbolo distintivo que se ha utilizado desde hace mucho tiempo y en diversas cultural con el fin de identificarse y a la vez de excluirse de un grupo. Este lenguaje visual originalmente era empleado con fines religiosos y para rendir cultos pero actualmente sus fines son diversos y varias según fenómenos sociológicos, culturales y étnicos.

• Actividades sociales y prácticas culturales con las que se vincula el género + contexto social cultural.

Los Mara Salvatruchas se iniciaron en los años 80` en las calles de Los Ángeles. Compuestos principalmente de que se reunían con el propósito de protegerse en contra de la discriminación que sufrían por parte de mexicanos y estadounidenses afroamericanos. Fue durante la guerra fría en El Salvador que EE.UU vivió una fuerte inmigración por parte de quienes escapaban de aquel conflicto, encontrando refugio en este país y en los “maras”. Es durante este periodo que la agrupación comienza a fortalecerse y más tarde, con la implementación de políticas para expulsar a los inmigrantes, se expande por los países de Centroamérica con el regreso de los refugiados.

Los maras, desde su inicio, han sido ejemplo de marginalidad y supervivencia producto del constante rechazo, por eso no es de extrañar que los integrantes se desvincules de sus familias para dedicar sus vidas al núcleo que han construido. Una de las formas que evidencian esta unión es el tatuado corporal cuyo propósito es reconocerse como parte de un grupo social y la vez establecer jerarquías pues, cada tatuaje se ganará con el cumplimiento de una tarea asignada, ya sea robo, asesinato por encargo o narcotráfico por lo que mientras más tatuajes tenga un miembro de los maras mayor es su poder y estatus dentro del grupo. Debido a que los tatuajes cumplen una labor autobiográfica, ninguno es igual a otro ni tampoco existe la libertad de elegir que tatuarse ni dónde. Todo marero portará un tatuaje con las siglas “MS 13” o “MS 18”, MS como abreviatura del nombre de la pandilla y 13 por ser la letra M quien ocupa esa posición dentro del alfabeto o 18 por la suma de 6+6+6 referente al pasaje bíblico del número de la bestia.

• Contexto de cultura en que se desenvuelven los participantes y la esfera lingüística. Conocimientos y convicciones que comparten los participantes.

El contexto cultural en que se desenvuelva la mara está cubierto de excesos y violencia. Cuando los nuevos integrantes se reclutan en esta pandilla suelen tener entre12 y 21 años, niños y jóvenes que crecieron en un contexto familiar decadente y que llegan aquí con el deseo de formar parte de un núcleo leal. Para demostrar lealtad a la organización los miembros deben cumplir una serie de tareas dentro de las que predominan la trata de personas, narcotráfico, lavado de dinero, asesinato y falsificación de documentos, estos antecedentes son los que permitieron que se estableciera una alianza con la organización delictiva de Sinaloa, liderada por Joaquín Guzmán Lorea y la mafia mexicana. El incumplimiento a estas tareas o la muestra de infidelidad hacia otros miembros se pagan en la mayoría de los casos con la vida, claro mensaje de su consigna “o vives por la mara o mueres en la mara”.

Los mareros no solo interpelan a quienes entran en conflictos con ellos sino que a quienes no obedecen sus leyes, es por ello que socialmente las maras se han ganado el respeto de la comunidad basado principalmente en el miedo que éstos se han encargado de funda. Es por ello que tienen relativa libertad para ejercer la extorción o también llamado “el pago de renta” o “impuesto de guerra” considerado como un método mediante el cual se cobra una determina cantidad a personas con negocios establecidos y choferes del transporte público, el no cumplimiento se paga con la quema de los bienes materiales e incluso con la vida.

• Propósito social que da origen al texto reconocido por una comunidad

Para las maras el tatuaje reafirma la membrecía dentro del grupo. Si bien solo es obligación el primer tatuaje como símbolo de pertenencia a las maras la mayoría anhela poseer todos lo que sean posible, cubriendo incluso sus rostros, puesto que esto indica el nivel de compromiso con la agrupación en donde predominan los tatuajes con el diseño de la MS, Salvatruchas, nombre de los lideres y los números 18 y 13. En la actualidad ha disminuido esta práctica debido a que facilita la identificación del sujeto al momento de cometer un acto delictivo y por el desprestigio social que han ganado producto de los crímenes que se le atribuyen, por lo que ser portadores de un tatuaje mara los vuelve vulnerables a la autoridad y la sociedad, lo que no parece suficiente motivo para dejar esta práctica porque sigue proliferando ya que demuestra la fidelidad de por vida pues, el tatuaje señala al portador como un soldado que vive y muere por la mara de modo que su identificación con el grupo y rechazo a los otros se lleva en todo momento. A su vez el tatuaje no solo asemeja a quienes pertenecen a un mismo grupo sino que también los distingue según estatus, el cual es ganado según el aporte que den a la pandilla, por lo que el tatuaje se comprende como la recompensa a un merito individual que implica riesgo y esfuerzo para una causa común, es por esto que el rango se asigna según la cantidad de tatuajes y los significados de estos, en donde ninguno es igual a otro.

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