Caso Antamina

Caso Socio ambiental Antamina

Raúl Cáceres Gerente General de la Compañía Minera Antamina, se encontraba en su oficina una mañana, revisando la última versión del Plan Acelerado de Reubicación. Este plan buscaba trasladar, en un plazo de 60 a 90 días, a 53 familias campesinas de las alturas de San Marcos que habitaban áreas destinadas a la construcción de la mayor mina combinada de cobre y zinc en el mundo. Debido a cambios en el plan de construcción, la rápida reubicación de estas familias era una prioridad inmediata, aunque ello significara cambiar el tono en que se llevaban a cabo las conversaciones con las familias involucradas. Cáceres debía aprobar dicho plan esa misma mañana y enviarlo al Director de Relaciones Institucionales, Pablo Chirinos, quien lo había elaborado y a su cargo quedaría la responsabilidad de la ejecución del mismo plan. Sin embargo, era consciente de que esta modificación tan inmediata podría traer un conflicto mayor con la comunidad afectada.

Jorge Meza, Jefe de Medio Ambiente le informó a Cáceres que el Banco Mundial no iba a dar ni un centavo de financiamiento si es que la minera no desistía de su intención de utilizar la carretera que atraviesa el Parque Nacional Huascarán para el transporte del mineral. Esta situación era muy peligrosa para el proyecto ya que ponía en riesgo de cancelar este. Cáceres pensó en que este problema ya les había dado demasiados dolores de cabeza. Entonces propuso una reunión, para encontrarle una solución definitiva y convocó a los ingenieros del Área de Construcción.

Cáceres se dio cuenta que ya tenía dos serios problemas por resolver, qué hacer con las familias que debían ser reubicadas, y cómo enfrentar estas nuevas exigencias del Banco Mundial respecto al Parque Nacional Huascarán.

Historia Minera del Perú

La explotación de los metales preciosos ha tenido una gran importancia en el desarrollo del Perú y sus relaciones con otros países. La orientación minera del país se vio consolidada al aumentar la demanda internacional del cobre, zinc, y otros metales además del oro y plata tradicionales, y al descubrirse también nuevos yacimientos con enormes reservas de metales preciosos. No obstante, hasta mediados del siglo XX la gran mayoría del mineral fue explotada por empresas extranjeras que operaban sin mayores normas o reglas que los obligaban a redistribuir de manera equitativa las riquezas que obtenían. En cambio, desde 1950, los gobiernos dieron mayor prioridad al control de las industrias que extraían diferentes tipos de minerales (minería, petróleo, gas), esto se dio a través de una mayor regulación y tributación de la industria privada, y seguidamente con su expropiación y la creación de empresas estatales. Por otro lado, el Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales otorgaron créditos de largo plazo a los siguientes gobiernos para el desarrollo de estas industrias.

Durante la década del noventa el sector minero experimentó un gran auge. Se dio un aumento en la demanda internacional de minerales, junto con la privatización de las empresas del estado, dándose una política gubernamental que ofreció un panorama jurídico favorable con incentivos tributarios para la inversión privada en este sector.

La minería le dio al país una gran fuente de ingresos fiscales y de divisas, y de importantes inversiones en obras de infraestructura y servicios básicos. La minería significo casi la mitad de las exportaciones del Perú durante este periodo.

Con la minería en el Perú también se tuvieron problemas tanto para los inversionistas y como para las comunidades cercanas que moraban cerca a las áreas de actividad minera. Para las poblaciones locales, la minería tenía un significado de deterioro del medio ambiente y también pensaban que la minería traía consigo considerables alteraciones de las relaciones sociales tanto al interior de las comunidades así como entre comunidades cercanas.

Compañía Minera Antamina

La palabra quechua “anta” significa cobre y da origen a “Antamina”, o mina de cobre. Los antiguos peruanos ya conocían las propiedades de este mineral y lo extraían al igual que otros metales. Hacia 1860, el sabio ítalo-peruano Antonio Raimondi visitó la provincia de Huari y conoció el yacimiento de Antamina, documentando sus propiedades en su obra cumbre “El Perú”. El yacimiento quedó en el olvido durante décadas y no es hasta 1952 cuando Antamina se integró a la cartera de exploración de proyectos mineros de la Cerro de Pasco Mining Company. El entonces gobierno militar del Perú asumió su propiedad en 1970. Sin embargo, las condiciones políticas inestables hicieron inviable la inversión. Desde 1973, Minero Perú administró el yacimiento Antamina e hizo estudios conjuntamente con la firma rumana GEOMIN, que lo exploró durante 15 años, acumulando sólo 12 kilómetros de perforación diamantina. Se estimó un total de 120 millones de toneladas de reservas para una planta de 25,000 toneladas métricas por día.

En 1996, luego de un proceso de privatización, el yacimiento fue adquirido por las mineras canadienses Rio Algom e Inmet, las mismas que, luego de una intensa exploración de sólo 11 meses, totalizaron 118 kilómetros de perforación diamantina, calculando esta vez sus reservas en 500 millones de toneladas. De esta manera, incrementaron la capacidad de tratamiento a 70,000 toneladas métricas por día.

Los inversionistas que ganaron la licitación formaron Compañía Minera Antamina S.A. Después de un proceso de dos años de exploraciones y tres años de construcción de su complejo minero, la empresa inició sus operaciones de prueba el 28 de mayo del 2001. Cinco meses después, el 1 de octubre del mismo año, Antamina comenzó a producir comercialmente concentrados de cobre y zinc, y otros subproductos.

La ceremonia de inauguración oficial de las operaciones se realizó el 14 de noviembre del 2001, contando con la presencia del entonces Presidente Alejandro Toledo Manrique.

Valores

Seguridad Industrial

La tenemos presente en todas nuestras acciones y decisiones y como responsabilidad de cada uno, protegiendo proactivamente a personas y propiedad.

Integridad

Somos nuestra palabra, honramos nuestros compromisos y cumplimos con las leyes y las políticas corporativas.

Responsabilidad

Somos responsables de nuestros actos y sus consecuencias

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