Circuitos educativos

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

 DIPLOMADO NACIONAL DE FORMACIÓN DE DOCENTES

PARA EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN DIRECTIVA

SAN CRISTÓBAL EDO TÁCHIRA 

SISTEMATIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA INTERCIRCUITAL

COMUNIDAD DE APRENDIZAJE Nº 2

 SEDE. ESCUELA NACIONAL ALIANZA

SAN CRISTÓBAL, JUNIO 2018

CARACTERIZACIÓN DEL CIRCUITO 22

La caracterización del Circuito 22 está basado en el proceso de supervisión educativa  favorece  las condiciones para que la educación enfrente los grandes desafíos que se plantean a los sistemas educativos, esencialmente, dirigidos a la creación de sociedades más justas. Se busca lograr que  la escuela no sea un espacio para transferir los conocimientos acumulados por la humanidad, sino para propiciar  la formación integral del o la estudiante, para su participación activa en la construcción de una sociedad más justa y más humana.

El sistema nacional de supervisión  y evaluación educativa, como un proceso único, integral, holístico, social, humanista, sistemático y metodológico con la finalidad de orientar y acompañar el proceso educativo, en el marco de la integración escuela-familia-comunidad. Para el logro de estos procesos es necesario consolidar un sistema de supervisión, tanto Institucional como de los aprendizajes que permita orientar, acompañar, hacer seguimiento, registrar y evaluar,  de tal manera que la dinámica permita la acción-reflexión-acción para la permanente revisión y reorientación, este nuevo enfoque de supervisión educativa implica nuevas lógicas y nuevos métodos bajo principios filosóficos, metodológicos, organizativos y comunicacionales Los docentes Supervisores Circuitales o  Territoriales, trabajan la supervisión educativa con un importante compromiso que  se asume con un profundo respeto y valoración con los más altos principios y valores en pro de fomentar el bien común.

De allí que, a través de ella  se presentan las líneas orientadoras metodológicas que permite constatar el cumplimiento de  los proyectos, planes y programas del Ministerio del Poder Popular para la Educación, que dan coherencia y pertinencia al proceso educativo   propio del modelo de sociedad que estamos construyendo; único camino para construir un país en el que reine la justicia social, la igualdad y la hermandad.

En tal sentido, se establece la circular 003013 con el objeto de crear, regular y establecer el funcionamiento de los Circuitos educativos, mediante la unión de planteles cercanos y con afinidades, para la articulación de las mismas con la comunidad. Por tanto podemos evidenciar que el circuito 22, se encuentra integrado por 9 planteles, de los cuales se detalla información de interés en la siguiente grafica.

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UBICACIÓN

El Circuito 22 Se Encuentra en  el Estado: Táchira,   Municipio: San Cristóbal,  Parroquia: La Concordia

Sectores que  convergen en el Circuito 22 son la Unidad Vecinal, Barrio las Flores, Urbanización Coromoto y Avenida 19 de Abril.

Limita por el Norte: Calle de la Urb. las Acacias,  por el Sur: Avenida Lucio  Oquendo, por el Este: Avenida 19 de Abril  y por  el Oeste: Avenida Rotaria.

Es importante acotar  que el Circuito 22 se encuentra en medio de Unidad Vecinal, Barrio las Flores, Urbanización Coromoto y Avenida 19 de Abril. Cabe destacar que en nuestra comunidad existen muchas familias que viven en casas o apartamentos aledaños, ya que dichas viviendas han pasado de generación en generación o han construido anexos para el crecimiento de sus núcleos familiares.

Así mismo Contamos con Instituciones Públicas como el Mercal, La sede regional del Servicio Bolivariana De Inteligencia Nacional, Ministerio De Hábitat Y Vivienda, La Oficina Nacional Antidroga (ONA), La Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, Defensoría Educativa Coordinación Regional, también con Panaderías, farmacias, Estación de Servicios un Supermercado y  diversos abastos.

Ahora bien nuestra comunidad siendo en sí misma una gran obra arquitectónica, cuenta con destacadas obras de infraestructura y arquitectura como es el caso de la iglesia Divino Redentor de La Unidad Vecinal fue construida hace 52 años, exactamente en el año 1966 bajo el gobierno eclesiástico del obispo Alejandro Fernández Feo, quien encomendó la culminación de esta infraestructura al arquitecto Fruto Vivas, quien desarrolló su tesis de grado sobre la construcción del citado templo, que en diferencia con las demás iglesias no descansa sobre columnas, simplemente sobre paredes, con un techo sostenido de guayas.

La unidad vecinal es una gran obra de la iniciativa del desarrollo y modernización de la infraestructura en nuestro país, La unidad vecinal, iniciada a mediados d le siglo XX, es significativamente importante para la modernización y el urbanismos de la ciudad, por varias razones, ente ellas por su gran extensión siendo la urbanización popular planificada mas grande de nuestra urbe, desarrollada en cinco etapas entre 1954 a 1982, con una gran extensión de 43,60ha, constituyéndose en el mayor desarrollo habitacional realizado por los organismos públicos.

CROQUIS

A continuación se presenta de forma resaltada donde se localizan los planteles pertenecientes al circuito.

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HISTORIA LOCAL

El Circuito 22 ubicado en la   Unidad Vecinal, Barrio las Flores, Urbanización Coromoto y Avenida 19 de Abril, del sector de la concordia en la ciudad de San Cristóbal, fue fundada en el 1958, aunque el urbanismo  se encontraba aún en proceso de   construcción, las escuelas abiertas ella vino a consolidar el proceso de población de la zona

El lugar que hoy ocupa la unidad vecinal, en tiempos remotos cuando era surcados por hermosas y limpias quebradas y cuerpos de agua cristalinas, era según conversación sostenida con el profesor de la Universidad De Los Andes  en Historia de Venezuela el Lcdo. Omar Contreras, espacios donde solo de forma esporádica era visitado por algunas tribus indígenas como los Táriba, los Siragaras entre otros,  para la caza, sin embargo, cabe destacar que en estos espacios no se encontraba ningún asentamiento indígena permanente que nos haya podido dejar testimonios de su existencia en estas tierras.

Ahora bien,  donde se encuentra enclavada el circuito y  según los testimonios recogidos con los habitantes de mayor edad con los que se pudo conversar dan testimonio que estas tierra pertenecían en su gran mayoría a la municipalidad y en las cuales existían muy pocos asentamientos de habitantes y los escasos que existían, eran de quienes se dedicaban a las labores agrícolas como la siembra y ganadería a poca escala, posteriormente en el proceso de avance y modernización por el cual atraviesa Venezuela en la primera parte décadas del siglo XX con los devenires políticos de estos momentos históricos, este espacio cambia de disposición para convertirse en uno de los mayores asentamientos urbanísticos de la ciudad.

Por ello cabe destacar que, la  Unidad Vecinal, Urbanización Coromoto y el Barrio las Flores  constituyó la única protagonista en materia habitacional, dirigida a las clases populares, en San Cristóbal durante el inicio del siglo XX. Esta situación lleva a afirmar que el crecimiento tan significativo que experimentó la ciudad en este período, no estuvo relacionado directamente a las actuaciones públicas en materia de vivienda, más allá de lo que se desarrollaría en el contexto inmediato de la Unidad Vecinal o de las fuerzas inmobiliarias que había desatado la finalización de las viviendas de Barrio Obrero, en las dos décadas anteriores.

Al inicio de su construcción, el sector donde se implanta se encontraba en franco desarrollo. El Ministerio de Obras Públicas, la Comisión Nacional de Urbanismo y la Municipalidad contemplaban dentro de su planificación, la construcción de importantes obras, entre ellas, la avenida 19 de Abril.

Ancestrales caminos hacia Los Llanos, al sur, en el sector de La Concordia, se habían convertido en catalizadores del proceso de ocupación informal, el cual se aceleraría a partir de la construcción de la Unidad Vecinal. La incorporación de nuevas tierras y la consecuente extensión de redes de infraestructura, atraería alrededor suyo otro tipo de ocupación, para el cual la ciudad no se había preparado.

Una vez que San Cristóbal traspasa el umbral del medio siglo, nos encontramos con un crecimiento significativo en el número de barrios. La mayoría de las grandes zonas que actualmente imponen su presencia en la ciudad, han tenido su origen en los años comprendidos entre 1951 y 1970. En estas dos décadas advertimos, reiteradamente, el surgimiento de asentamientos informales a partir de pequeños caseríos establecidos fuera del área urbana. Un reducido número de viviendas insertas en el medio rural terminan agrupándose y acogiendo en su territorio nuevos habitantes. De esta manera, se da forma a los núcleos iníciales de las zonas de barrios que se observan actualmente. En otros casos, se trata de ocupaciones incipientes, apoyadas en la existencia de caminos, que les comunican con la estructura constituida, tal es el caso del barrio las flores, una de las comunidades aledañas a nuestra institución y la cual aporto una parte significativamente importante en l matricula de la institución. El cual fue una construcción no planificada a la cual se le van adhiriendo  nuevas edificaciones, en los algunos casos improvisados y realizados por sus propios habitantes en torno a un camino preexistente.

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