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Claves Para La Muerte


Enviado por   •  23 de Julio de 2014  •  1.983 Palabras (8 Páginas)  •  156 Visitas

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Asís es un pintoresco pueblo italiano y allá, en el siglo XII, San Francisco, un juglar iluminado, era un enamorado de Dios, de la vida y la muerte. A esta última la llamaba “La hermana muerte” y vivía preparado para partir sin el freno de los temores y sin dolorosos apegos.

2. La muerte en realidad no existe, es un paso fugaz entre vidas, es retornar a la dimensión de la cual habíamos venido. Sólo existe la vida y morir es un cambio de forma, un paso de un cuerpo denso a un cuerpo sutil. Sólo muere el cuerpo físico.

3. Es erróneo decir que alguien “está muerto”. Todos estamos vivos acá o en “el otro lado”, en la quinta dimensión llamada cielo, paraíso, nirvana o más allá. Allí se vive, se ama y se evoluciona; no es un descanso eterno, es vida plena.

4. Es triste palpar en nuestra cultura una ignorancia supina sobre la muerte. El tema se evade y lo que se inculca sobre la muerte esta estigmatizado por falsas creencias, temores atávicos y un desconocimiento craso sobre ese paso entre vidas. En el oriente hay más sabiduría y una visión positiva.

5. Se afirma sin más que “nadie ha venido a contar cómo es la vida que sigue”. Falso. Desde siempre los espíritus se han comunicado de muchas maneras hablando de lo que sigue. Busca fuentes serias y descubrirás lo que se suele escamotear por miedo y por paradigmas religiosos que bloquean la mente.

6. Aunque suene insólito, el más allá es más acá en otra oscilación o vibración de energía. En esa dimensión existe todo lo hermoso de acá sin nada negativo. Por lo mismo no hay dolor ni sufrimiento, sólo paz, amor y felicidad en distintos niveles o planos.

7. Explora otros espacios, descubre con júbilo que la muerte no es como la pintan y podrás amarla igual que los sabios y los místicos. Teresa de Jesús decía: “Ven muerte tan escondida, que no te sienta venir, porque el placer de morir no me vuelva a dar la vida”.

8. Destierra de tu mente las ideas oscuras de juicios y castigos eternos que para nada cuadran con el amor ilimitado de Dios. Esas ideas las usan las religiones para atemorizar y manipular. Al morir tú mismo evalúas tu vida y sigues evolucionando en ese plano con almas afines o compañeras, con tu Familia Espiritual.

9. Dios nos dio libre albedrío y aprendemos por ensayo y error. Ese Dios Padre-Madre nunca juzga, y deja que cada espíritu evolucione de la inconsciencia y el desamor a la Maestría del amor y la plena consciencia. Nadie se salva ni se condena y nadie es bueno ni malo. Todos vamos hacia la misma Luz en procesos diferentes.

10. Hasta el siglo IV la creencia en la reencarnación estaba presente en ciertos sectores de la primitiva iglesia. Luego eso se vetó y se impuso la idea de una sola vida y del infierno eterno. La verdad es que más de dos terceras partes de la humanidad creen en la reencarnación y eso para nada nos aparta de Dios.

11. A la Tierra vienes muchas veces y vas avanzando de un kínder espiritual, en el cual haces estragos, a planos más elevados en los cuales actúas con más amor. La muerte es solo un cambio de morada y de empaque: Sales del cuerpo, ves una luz amorosa, te unes a ella y trasciendes. Vives allá y un día trazas otro Plan de vida y regresas a aprender y enseñar amor para pulirte más.

12. Lo que sí necesitas saber es que hay siete frenos para partir sereno: Una vida en desamor, un espíritu débil, apegos afectivos y materiales, temores, odios, culpas y asuntos pendientes. No sabes cuándo vas a partir y debes liberarte de esas ataduras y vivir ligero de equipaje. De lo contrario llegaras a ese trance lleno de desasosiego y turbación.

13. El primer freno es el desamor. Sin amor llegas a la muerte desvalido y frágil ya que sólo el amor da sentido al vivir y al morir. Tu única misión acá es hacer magia amando aquí y ahora. Quien ama y se ama no teme a la muerte y puede partir sin ningún tipo de opresión. Ámate y ama para vivir y morir sereno y feliz.

14 El segundo freno es un alma descuidada. Cuida tu espíritu y nútrelo. Sé cada día más espiritual, más consciente de quién eres y para qué viniste a esta Escuela de espíritus que es la Tierra. Un espíritu fuerte y en paz emprende el viaje de retorno con calma y alegría.

15. El tercer freno son los apegos. Ama con libertad y consciente de que nada es permanente. Recuerda que a más asimiento, mas sufrimiento. Los apegos son fuente de mucho dolor en la vida y en la muerte. Cuando amas con posesividad no hay paz interior.

Nunca pongas la felicidad fuera de ti. Que nadie sea todo para ti o la razón de tu vida. Un amor posesivo o protector en realidad es un egoísmo disfrazado: te apegas a alguien o él se aferra a ti en una relación dependiente que es fuente de sufrimiento.

16. Ama y avanza ligero de equipaje. Donde brilla el amor no necesitas a nadie y nadie te necesita. Ama con libertad y repite sin cesar: Acá estoy de paso y todo es prestado. Donde hay amor no hay necesidad. Amas sí puedes decir: “Te quiero, pero no te necesito”. Los apegos son un freno al momento de morir y crean un gran desasosiego.

17. El cuarto freno son los temores. Miedos anclados en la mente en especial por los credos: temor a un Dios severo y a condenarse. Temor al modo de morir, a lo que sigue y a cómo quedan los seres amados. Enfrenta esos temores ya y sánalos para que tu muerte no sea una dolorosa agonía. En gran medida los temores se pulverizan

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