Como Dar Clases A Niños Con Capacidades Diferentes

¿COMO DAR CLASES A NIÑOS CON CAPACIDADES DIFERENTES EN AULAS COMUNES?

Secretaría de Educación del estado de Durango.

Universidad Pedagógica del estado de Durango.

Licenciatura en educación plan 1994.

Primer semestre, modalidad Distancia.

Realizado por: López.

Durango Durango a 5 de Diciembre de 2012.

EL MAESTRO Y SU PRÁCTICA

DOCENTE

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LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PLAN 1994

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL SEP

¿COMO DAR CLASES A NIÑOS CON CAPACIDADES DIFERENTES EN AULAS COMUNES?

1.1. Educación especial.

Gracias a la nueva ley contra la discriminación, a los problemas económicos por los que están pasando las escuelas privadas y al desarrollo de planes de integración, hay una población de chicos con limitaciones auditivas que ingresan en escuelas primarias comunes.

Sin embargo no resulta sencillo integrar a un chico con necesidades especiales y ayudarlo en su desarrollo con el mismo ritmo educativo que tienen sus compañeros. La información sobre este tipo de problemáticas nos lleva a la reflexión, y desde la reflexión maestros y psicólogos podemos elaborar estrategias educativas que beneficien a estos chicos.

En nuestro país, uno de cada mil niños tiene problemas auditivos, y son contados los casos de sordera total. La mayoría de los niños que sufren esta limitación (sin problemas sobre agregados), pueden acceder a la comprensión del lenguaje por medio de un audífono o con un implante coclear. Es importante para todos los docentes aprender a tratar a estos chicos, y el primer paso es el reconocimiento de su limitación y el grado de severidad de la misma.

¿Qué es oír? Desde el primer día de vida el estímulo sonoro nos invade, nos penetra, nos asusta, nos permite gozar del placer de oír una melodía y jugar con los sonidos. El estímulo auditivo entra en nuestro cerebro, sale por la boca, la lengua trabaja, y en el interior de nuestro cuello se produce un cosquilleo con cada sonido que liberamos. El yodo es el sentido alerta que delata presencias y ausencias, que anticipa peligros y prepara al ser humano para un paso fundamental en su desarrollo: la adquisición del lenguaje.

Estudios como la impedenciometría, audiometría y otros, permiten medir los umbrales de audición en el momento del diagnóstico.

1.2. Hipoacusia severa:

Existen grados en la hipoacusia. Cuando es severa, los niños reaccionen sólo ante sonidos fuertes y voces graves, y tienen dificultades para percibir voces y ruidos agudos.

Muchas veces responden a su nombre, escuchan el ladrido del perro y la música (especialmente si suenan tambores). Rehabilitados desde pequeños pueden llegar a hablar y ser entendidos. La voz que emitan dependerá de la reeducación, de sus capacidades, del entorno y de la continencia que se les brinde.

Son chicos hiperquinéticos y se irritan fácilmente, la imitación es la base de muchas conductas corporales, provocada por el deseo de agradar y ser reconocido. Hay gente que imagina que estos chicos son tristes, y no es así. Siempre están interesados en algo, como si necesitaran suplir su limitación siendo chistosos, curiosos, inquietos, investigadores.

La mayoría de estos chicos son reeducados en escuelas especiales, otros con coeficientes intelectuales altos, son derivados a escuelas primarias comunes pues su inteligencia les permite suplir su problema. Se adaptan bien a este tipo de escolaridad, y se integran con sus compañeros, y con la ayuda de una fonoaudióloga o una profesora de sordos como maestra de apoyo, logran educarse en cualquier escuela barrial que los acepte.

1.3. Hipoacusia leve.

Hay chicos a los que no se les detecta la hipoacusia hasta que ingresan en la escuela primaria. Allí el maestro los observa como chicos distraídos, aprenden a hablar por audición y por lectura labial espontánea; suplen su problema con una conexión muy importante con el medio que los rodea. A partir del desarrollo de la escritura, se presentan elementos que denuncian el trastorno auditivo leve (omisiones, confusiones de letras, disociaciones de sílabas o palabras, estructuración deficitaria de la oración).

Existen otros índices a tener en cuenta, como por ejemplo que el niño demuestre disfrutar con los ruidos estridentes y que no responda correctamente a las preguntas, sobre todo cuando son formuladas en clase. También se observa en estos chicos que deforman algunas letras y que tienen voz nasal. El chico con una pérdida leve de la audición se parece más a un niño oyente que a uno con limitaciones auditivas.

A veces es tal el nivel de negación paterna que los padres de estos niños dicen que son distraídos, e incluso los pediatras pueden llegar a confundir esta sintomatología con problemas emocionales, demorando años la derivación a tratamientos adecuados. Esta clase de chicos también provocan confusiones en los diagnósticos que realizan los gabinetes psicofísicos y en general son los maestros, con la observación diaria del niño, quienes terminan por detectar sus leves problemas auditivos.

Los niños con limitaciones auditivas son niños como todos, se destacaran en alguna actividad y tendrán dificultades en otras.

1.4. Cómo ayudarlos positivamente en su desarrollo:

¿Alcanza solamente con la buena voluntad y el amor que el maestro trata de darle?, ¿cómo debería manejarse el maestro con este tipo de chicos?, ¿cómo deberá responder a las pregonas que le hacen sus compañeros?, ¿cómo debe manejar su socialización en el grupo?

Es aconsejable que los maestros de estos chicos graben previamente en un cassette (que aportará el alumno) los puntos más importantes de los temas que se dictarán en clase. De esta manera se logra un intercambio asiduo con la fonoaudióloga de apoyo quien en general se adelanta a los temas grabados por el maestro, y muchas veces, en su casa, aumenta el volumen de la grabadora para que el chico por audición pueda acceder por sí mismo al tema.

En cuanto

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