Como Leer Los Mapas
esojlegna14 de Marzo de 2014
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Cómo leer los mapas
¿Qué es un mapa?
Un mapa es la representación de una zona geográfica, normalmente una parte de la superficie terrestre. Puede ser de muchos tipos: desde el tradicional, impreso en papel, hasta el conformado por píxeles que vemos en la pantalla de un ordenador. En los mapas, uno puede encontrar casi todo, desde el suministro eléctrico de su comunidad hasta detalles sobre el terreno del Himalaya, pasando por las profundidades de los océanos. Un mapa puede ser muy práctico; es de gran utilidad para los viajeros que quieran llegar de un punto a otro en una región de terreno complicado o para entender el mundo gracias a la inclusión de determinado tipo de información, aparte de la geográfica. Sin embargo, los mapas también son una fuente de entretenimiento y nos incitan a explorar. Por ejemplo, un mapa de vivos colores de las Islas Marquesas con puertos de nombres exóticos como Hakapehi en Nuku Hiva pueden convertirse en un reclamo para algunos. De la misma manera, un mapa detallado de Atenas o de Bangkok pueden animar a viajar a esos destinos. Incluso se puede hacer un mapa de la superficie de Marte basado en los datos que llegan a la Tierra desde las naves controladas a través de sistemas informáticos que nos muestre sitios que la mayoría de los mortales no visitará jamás.
Los mapas se pueden diseñar en estilos muy diferentes, cada uno muestra una perspectiva distinta de lo mismo, lo que permite ver el mundo desde un punto de vista práctico, informativo o estimulante. Para utilizar los mapas de manera efectiva, simplemente hay que tener unos conocimientos básicos. Además, hay que tener muy presente que:
(1) Ningún mapa es perfecto. Los mapas se elaboran con datos que obtienen una serie de personas a través de un conjunto de herramientas. Incluso los mapas elaborados por ordenador dependen de unos programas diseñados por personas a partir de datos recogidos por máquinas también diseñadas por el hombre. Las personas cometen errores, las máquinas no siempre son cien por cien precisas y ningún dispositivo puede grabar todos y cada uno de los detalles de un paisaje. Por lo tanto, los mapas pueden contener errores e imprecisiones. Debido a errores cartográficos o de contenido, puede que una población no se encuentre exactamente en el lugar donde la sitúa el mapa o que la cima de una montaña no tenga la altura exacta que aparece en el mapa.
Los cartógrafos que trabajan a la vieja usanza midiendo los datos del suelo a mano o usando fotografías de gran altitud se encuentran limitados por el tamaño mínimo y el número de objetos que pueden grabar. Puede que los detalles muy pequeños no aparezcan con exactitud en el mapa o que ni siquiera aparezcan. Las herramientas modernas, como las fotografías de alta resolución enviadas por los satélites, captan detalles como si fueran vistos desde pocos metros. Estas imágenes captan la mayoría de los objetos importantes de la superficie, lo que permite elaborar mapas o fotografías de gran precisión, pero tienen varias interpretaciones y no están libres de errores. A veces, los cartógrafos prefieren elaborar mapas menos detallados, pero que resulten más útiles y menos confusos.
(2) Los mapas se quedan obsoletos. El mundo no deja de cambiar tanto física como culturalmente, por lo que los mapas pueden quedarse obsoletos, ya que la información que contienen no se corresponde con la realidad. La tecnología moderna ha solucionado esto en parte; gracias a los ordenadores se pueden actualizar los mapas sin necesidad de volver a dibujarlos. Sin embargo, es imprescindible continuar recopilando información periódicamente sobre los cambios que se producen en el mundo y utilizarla para actualizar las bases de datos de los mapas.
(3) Los mapas son parciales. Dado que, generalmente, los mapas no muestran todos los detalles de una zona geográfica determinada (todos los árboles, casas y carreteras), el cartógrafo debe decidir la proyección y la escala del mapa, así como el grado de detalle. Este proceso, denominado generalización, viene determinado por el entorno cultural del cartógrafo y por el objetivo con el que se hace el mapa. La información contenida en el mapa y la forma en que esté distorsionada puede influir tanto en la concepción que las personas tengan sobre el mundo como en su forma de actuar.
Tipos de mapas
En un mapa lo primero en lo que hay que fijarse es en el tema. Se entiende por tema el aspecto determinado del mundo que intenta mostrar el mapa, como carreteras, fronteras, vegetación o datos estadísticos. Según el tema que aborden, los mapas se pueden dividir en tres categorías. Los primeros, los mapas generales, son aquellos que engloban varios temas y proporcionan una perspectiva amplia. Los mapas generales suelen ser prácticos, ayudan a las personas a llegar de un sitio a otro sin perderse o les permite saber cómo es un lugar a grandes rasgos sin tener que desplazarse. Un mapa de carreteras de un país, por ejemplo, es un mapa general en el que aparecen las más importantes ciudades, montañas, ríos, lugares, etc. Una segunda categoría son los mapas temáticos que abordan uno o varios temas en profundidad. Los mapas temáticos pueden contener casi cualquier tipo de información que difiera de un lugar a otro, como la población de un país o los ingresos de una región, provincia o municipio; cada división aparece en un color diferente para indicar la tasa de población o el nivel de ingresos. La tercera categoría de mapas son las cartas de navegación, que son mapas de rutas precisos que se utilizan en navegación marítima y aérea. Es imprescindible que se actualicen frecuentemente para que los capitanes y los pilotos estén al tanto de los peligros que pueden encontrar en sus viajes.
Existen maneras muy diferentes de confeccionar un mapa. Probablemente los primeros mapas que se hicieron fueron líneas dibujadas en la arena o piedras y palos dispuestos en el suelo. Los mapas modernos se realizan para que sean utilizados por un gran número de personas y durante mucho tiempo. Los mapas impresos, los más normales, muestran el mundo plano, en dos dimensiones. En un mapa impreso, las montañas, los valles y otro tipo de accidentes del terreno aparecen marcados con símbolos especiales para compensar la ausencia de profundidad, la tercera dimensión. Los mapas en relieve son mapas planos rígidos con protuberancias y depresiones reales que se añaden para indicar los accidentes geográficos elevados y las zonas bajas. Suelen estar hechos de arcilla o plástico moldeado y, normalmente, en ellos se exagera el relieve para dar una mayor sensación de profundidad.
Entre el efecto visual que consiguen los mapas planos y los mapas en relieve se encuentran los estereogramas, mapas planos o fotografías aéreas colocados por parejas muy similares. Si se miran con gafas especiales de tres dimensiones que engañan al ojo, los llamados estereoscopios, da la sensación de estar viendo el relieve de verdad. Los globos son modelos esféricos de la Tierra, la Luna y otros planetas. Gracias a su superficie curva, dan una impresión más real de las características de lo representado.
Los mapas por ordenador son los más versátiles. Un programa de mapas muestra dinámicamente varias perspectivas del mismo objeto, permite cambiar la escala y añadir animación, imágenes, sonidos y vínculos con otras fuentes de información a través de Internet. Una sola persona puede actualizar un mapa hecho por ordenador, basta con completar la base de datos del mapa, lo que permite que éste crezca con el tiempo y ofrezca más detalles geográficos e información temática. Tener un buen mapa digital es como tener docenas de mapas temáticos en papel de una zona en particular superpuestos, que estuviesen conectados electrónicamente a una inmensa biblioteca de información sobre el tema principal y relacionados unos con otros. El Atlas mundial Microsoft Encarta permite consultar varios mapas con el menú Tipos de mapa.
El uso que se le da a un mapa depende del tipo de mapa y de la información que se quiera obtener. En el caso de mapas simples, tan sólo se puede obtener uno o dos tipos de información y apenas es necesario tener conocimientos sobre mapas. Por ejemplo, en un mapa croquis de un barrio tan sólo aparece la localización de una casa concreta con respecto a la esquina de la calle o si está más lejos del supermercado o del colegio. Incluso aquellas personas que no hablan el idioma local pueden leer este tipo de mapa. Sin embargo, los mapas complejos indican la distancia real y la ubicación exacta de una serie de importantes accidentes geográficos, altitud, vegetación, divisiones políticas y muchos otros aspectos del mundo. Para interpretar un mapa tan complicado es necesario tener conocimientos básicos sobre mapas.
Los elementos de un mapa
La mayor parte de los mapas, incluidos la mayoría de los que representan la Tierra, tienen en común una serie de características: una proyección y escala determinadas, una ubicación indicada en un eje de coordenadas y una leyenda.
La proyección
La superficie de la Tierra es curva y los mapas son planos, tanto si están impresos como si son imágenes en la pantalla de un ordenador. Por tanto, todos los mapas, excepto los globos y las imágenes de éstos, están distorsionados, pues no muestran el aspecto real de la Tierra. Si se trata de zonas pequeñas la distorsión es insignificante porque, en el globo, las zonas pequeñas parecen una superficie plana, pero si se trata de zonas grandes o se busca una gran precisión,
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