Como es que se da el El lugar de la escuela en la sociedad

Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”[pic 1][pic 2][pic 3]

Docente: Javelin Martínez García.

Curso: Iniciación a la práctica docente.

Grado y grupo: 2B.

Alumno: Bladimir García Soriano.

Introducción.

Este ensayo tiene como objetivo mostrar las finalidades e importancia de la educación en la  sociedad ocupa un lugar muy importante en la educación, pues la familia es la primera estancia donde se recibe este proceso de enseñanza comenzando en la niñez, donde  mediante experiencias propias y también relatadas por los mayores, se van abordando y adquiriendo principalmente los valores morales y éticos, desarrollando así habilidades, actitudes y aptitudes que favorezcan la inclusión al mundo en sociedad y la productividad de ésta.

En cambio, la escuela es donde se forman a personas que en la edad adulta sean capaces de contribuir a su sociedad, capaces de resolver problemas y expresar con claridad sus ideas, en la escuela se refuerzan los procesos de aprendizaje, en el aula se institucionalizan los conocimientos empíricos y se pone a prueba las prácticas de lenguaje y comunicación cosas fundamentales que cualquier ciudadano ejemplar debe contar.

Es por eso que es preciso que exista una interacción constante entre el seno familiar y la institución escolar por lo que en los siguientes párrafos se encontraran fundamentos para apoyar este comentario, todo con base a las lecturas abordadas en el transcurso de la primera unidad perteneciente al curso de “iniciación a la práctica docente”.

Pero el propósito de este trabajo no es dar una explicación de cómo se encuentra la educación hoy día, sino, dar mi punto de vista y reflexionar el papel que juega la escuela en la sociedad y como el docente influye en este proceso de educación.

Existen varios elementos y determinantes que comparten los alumnos, docentes, padres de familia y sociedad para que se lleve a cabo la labor y enseñanza dentro del aula. Las finalidades de la educación se han ido modificando a lo largo de los años, debido a que cada sociedad posee características únicas en un contexto determinado, las cuales definen los roles que la población debe desempeñar para un bien común.

La escuela junto con la familia son los primeros grupos sociales con los que un niño tiene interacción, en estos desarrolla sus capacidades de lenguaje y comunicación y en este contexto escolar es donde se forman adultos que puedan resolver solos sus problemas de la vida. El problema es que existe un espacio abismal entre estos dos sectores sociales que desfavorecen el proceso de educación. Por ejemplo:

Los padres se preocupan por el condimento de la vida escolar más que por su propia naturaleza, es decir que, no les preocupa el qué hacen, cómo lo hacen, qué llevan o qué les dicen a sus hijos en ese lugar; lo que les ocupa es el hecho de saber si la escuela es de prestigio o no, si tiene los suficientes medios o recursos para llevar a cabo su labor de educar, si cuenta con maestros reconocidos, entre otras cuestiones. Pero también los padres dejan que los profesores hagan lo que, según dicen, “tienen que hacer”; y hacen a un lado el hecho de indagar o curiosear la actividad diaria que se lleva a cabo en un aula, y es que luego de un día escolar ellos siempre hacen las mismas preguntas, ¿cómo te fue en la escuela? O ¿qué tal estuvo la escuela?, por lo que la respuesta a estas cuestiones, más que obvio, será la de “bien, gracias” o “estuvo algo cansado”, lo cual quiere decir que el niño solamente se enfocará en resumir la respuesta a dos o tres palabras para contar su día en la escuela (y no pueden ver más allá ya que el hecho de hacer diario lo mismo causa en ellos una sensación de omitir los pasos que realizan por ejemplo al llegar y sentarse en su lugar dentro del aula de clases). Y esto se repite en la mayoría de los casos, soy una persona que en sus años de escuela básica fui sometido constantemente a este tipo de cuestionamientos diarios y respondí con la respuesta más corta “pues bien” y no puedo afirmar, pero si considero que esto se repite en muchas familias con base a lo que dice el autor:  Jackson, Ph. (2001). La Vida En Las Aulas. Barcelona: Morata.

Y hare la recomendación que todo docente da a los padres de familia, el padre o tutor debe demostrar más interés por lo que hace, aprende y ve su hijo dentro del aula, destinarle tiempo a ayudar con las tareas, minutos de repaso metiéndose en la vida escolar para que esta no quede deslindada de los asuntos que se dan fuera de la escuela; que se vea que todo lo que se enseña servirá en un futuro para la vida laboral, personal y social que tendrá cada niño dentro de la sociedad.

Hoy en día se ve fundamental que el niño entienda que es parte de un sistema social el cual el como individuo se ve afectado directamente e indirectamente por todo suceso que se llevó a cabo dentro de su círculo social. Por lo cual se hace énfasis en que el niño debe aprender que toda toma de decisiones afectara a su vida y de quienes le rodean es por eso que se le educa de tal manera cuente con las competencias necesarias para participar de buena manera en los procesos y hechos que se realizan en su sociedad. Es por eso que se debe tomar en consideración el papel que juega la escuela en la sociedad, realmente, si lo pensamos bien, son numerosas las funciones sociales que se encuentran presentes en las escuelas, centros educativos y demás. Estos entornos no son más que una reproducción basada en la realidad social del mundo de los adultos con orden, jerarquía, normas establecidas, objetivos. Esta institución forma parte del conjunto social. Además de trabajar esto en casa, en el entorno y en la familia, la escuela ayuda a enseñar a compartir y a que las personas descubran el mundo que les rodea. Los niños aprenden a construir su identidad; a ser responsables; a cumplir ciertas obligaciones; sujeción de reglas; aprende a conocer su historia; la historia del mundo; conocer cuál es su rol en la sociedad; determinar su existencia; conoce el desarrollo de las ciencias y posiblemente su vocación.

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