Conductas disruptivas en los estudiantes de Educación Primaria.

INTRODUCCIÓN

Un problema actual y transversalmente creciente en la comunidad escolar y que se ha venido observando en diversos contextos culturales y sociales es la agresión y violencia observada entre los estudiantes, siendo de tal intensidad que ha provocado incidentes negativos en niños, niñas y adolescentes, como dificultad en el aprendizaje y abandono escolar.

La disrupción como forma de conducta generalmente es entendida como intimidación y maltrato entre escolares, de forma repetida y mantenida, casi siempre, lejos de la mirada de los adultos, en especial de los docentes, con la intención de humillar y de someter abusivamente a un compañero, por parte de uno o varios agresores a través de manifestaciones físicas, verbales y/o sociales, con resultados de victimización psicológica y rechazo grupal.

Las formas de intimidación pueden ser verbales como, insultos, motes, hablar mal de alguien, sembrar rumores; intimidaciones psicológicas mediante amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o dinero, o simplemente obligar a la víctima a hacer cosas como quitarle algún objeto a otra persona; también se manifiestan a través de agresiones físicas: tanto directas como, peleas, palizas o simplemente “manotazos” e indirectas como, destrozo de materiales personales, pequeños hurtos, entre otros, otra manera de intimidación es el aislamiento social, bien impidiendo al estudiante participar, ignorando su presencia y no contando con él en las actuaciones normales entre amigos y compañeros de clase: y, a veces se da en forma anónima mediante el teléfono celular o el mail con amenazas o palabras ofensivas.

Para disminuir este problema, es necesaria la participación de la comunidad escolar en establecer normas de respeto en los establecimientos escolares, por lo tanto, se inserta el siguiente proyecto de investigación, el cual está orientado a proponer un plan estratégico gerencial en el manejo de las conductas disruptivas en los estudiantes de Educación Primaria de la UEN “25 de Marzo” Municipio Bolívar, San Mateo Estado Aragua.

En atención a lo mencionado, se considera que es responsabilidad de todas las personas que interactúan en la comunidad escolar participar en acciones que favorecen la convivencia, pesquisando las conductas agresivas e identificando a agresores y víctimas para establecer medidas protectoras y tratamientos oportunos, estableciendo una comunicación permanente con los niños, fomentando el respeto y creando ambientes agradables para el aprendizaje, educando con afecto y firmeza.

Es por ello que el estudio se apoya las teorías de: Condicionamiento Operante (Skinner), la Teoría del Aprendizaje Social (Bandura),  la Teoría del "Bullying" (Olweus) y teorías de estrategias gerenciales.

El estudio se enmarco  en una investigación de campo, no experimental transaccional o transversal, de nivel descriptivo, de acuerdo al propósito de la investigación la modalidad se encuadrará en un proyecto factible, la técnica que se utilizo fue la encuesta y el instrumento seleccionado de acuerdo a la técnica fue un cuestionario. A fin de dar cumplimiento a la investigación, el trabajo se circunscribe e línea de investigación Raíces de la identidad.

La investigación está estructurada en cuatro capítulos que apoyan la consecución de las diferentes fases del proceso, cuyos contenidos sinópticos se describen a continuación:

El primer capítulo Contexto Empírico se presentará la Caracterización del objeto de Investigación, los objetivos, tanto el general como los específicos, y la justificación. El segundo capítulo Contexto Teórico, conformado por los antecedentes de la investigación, las teorías de entrada, los aspectos conceptuales y la fundamentación legal.

El tercer capítulo se presenta el contexto metodológico, el tipo y diseño de investigación, la población y muestra, las técnicas e instrumento para la recolección de datos, así como los procedimientos seguidos para el desarrollo del trabajo. El cuarto capítulo está conformado por los resultados, las conclusiones, recomendaciones y la propuesta. Para finalizar se presentan las referencias bibliográficas y los anexos.

CAPÍTULO I

CONTEXTO EMPÍRICO

Caracterización del objeto de Investigación

A nivel mundial, en el ambiente escolar se ha venido suscitando cambios que denotan situaciones violentas, logrando impactar a la comunidad internacional, ya que los niños y niñas han sido protagonistas de actos violentos, como también han sido las víctimas de los mismos, dentro del entorno escolar, siendo así que, en ciertas oportunidades hasta han acabado con la existencia física de muchos niños o provocado daños y lesiones que dejan huellas.

Perdomo (2011:58), opina que las manifestaciones de violencia “forman parte del quehacer cotidiano de la sociedad; en ese sentido, es uno de los problemas sociales que crece cada día afectando a todos los individuos sin distingo de raza, sexo, edad, estrato social”. En concordancia con lo expuesto, las agresiones están presentes en todos los ámbitos del mundo, ya sea en la política, en lo social, en lo familiar y en la convivencia como individuos, es por ello que, la perspectiva social logra una inserción dentro del problema de la violencia escolar, logrando repercutir en las acciones que podrían ser la fuente de información clave para comprender el fenómeno relacionado con las conductas disruptivas y tratar de buscar solución.

Para Quintana (2011:94), las conductas disruptivas “reciben tal nombre debido a que su presencia implica la interrupción o desajuste en el desarrollo evolutivo del niño imposibilitándolo para crear y mantener relaciones sociales saludables, tanto con adultos como con sus pares”. Este tipo de conducta, genera en los niños acciones violentas de arremeter contra los otros y hasta con ellos mismos. Estos tipos de conductas, según Pereira y Misle (2009:85)

Son el problema de convivencia más frecuente en las aulas, siendo la disrupción un comportamiento por medio del cual el alumno busca romper el proceso de enseñanza al ir contra la tarea educativa y, en ocasiones afecta a todo el alumnado.

En este sentido, el ámbito educativo se ve intervenido por las conductas disruptivas de los educandos, por ello que la actitud o postura que toma el docente frente a esta situación es clave para enfrentar los conflictos múltiples que se presentan en el entorno escolar.  No obstante, los brotes de violencia en las instituciones educativas venezolanas, según López (2012: 59), “constituyen un fenómeno cada vez más frecuente, interpretado como un reflejo de lo que ocurre en la sociedad”. El autor señala cómo las acciones agresivas exhibidas por niños y por adolescentes muestran lo que está ocurriendo en su entorno, debiéndose buscar sus causas en varios factores: sociales ambientales, relacionales, escolares, familiares y personales.

En este orden de ideas se hace necesario destacar al sistema educativo como factor primordial en la educación y en la formación del ideal ciudadano que conjuntamente con la familia se ven en la necesidad de atender a esta crisis que se ha venido gestando, ya que no sólo es un problema social y educativo sino que viene de valores familiares, valores como el respeto hacia los demás, la tolerancia, el amor entre otros, que sin duda forman a ese individuo consciente de que vive en un mundo  que es de todos.

Bajo esta perspectiva, los docentes necesitan saber que los niños no llegan a la escuela, en término generales, con un entrenamiento disciplinario totalmente logrado. Hernández (2002:73), opina que:

Los niños aún necesitan desarrollar habilidades que le irán permitiendo poco a poco lograr la autodisciplina: La motivación, el autocontrol, el desarrollo de habilidades de atención-concentración, de razonar y reaccionar con mesura en situaciones conflictivas y de poder adaptarse al trabajo en grupo para la consecución de metas.

De tal manera que los docentes, en conjunto con la institución educativa le corresponden trabajar en la consecución y formación de las habilidades en los niños desde muy temprano. Donde se debe considerar, que existen situaciones específicas personales, familiares y sociales que hacen que un educando madure en este sentido y se adapte con mayor facilidad dentro del contexto escolar. Asimismo, deben considerar que muchos niños procedentes de familias con muy bajo nivel social y cultural, así como otros que viven en barriadas donde es común el conflicto entre vecinos, entre jóvenes o con las autoridades policiales, luego acuden a las aulas escolares predispuestos a actos de violencia, de desafío, o poco motivados por el esfuerzo académico.

En este caso es necesario destacar, que la mayoría de las veces los educandos que están en estas condiciones son los que más fácilmente corren el riesgo de abandonar los estudios y a un agravamiento de su comportamiento con el tipo de disciplina negativa que tradicionalmente se aplica en los centros escolares. Siendo así que, a los niños se les hace también más difícil lograr hábitos de disciplina por sus problemas de comprensión, su impulsividad, y sus experiencias de sobreprotección que no los ayudan a madurar en sus conductas adaptativas.

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