Conservar El Chorizo

Conservacion del chorizo

El tiempo que transcurre desde que hacemos el pedido de la soya a nuestro proveedor hasta que los alimentos llegan a casa es crítico para que éstos se conserven en buen estado.

Lo primero que debemos saber es cómo debemos transportar los alimentos a casa:

La distancia debe ser lo más corta posible, sobre todo en verano pues las temperaturas altas son las principales causas de la mala conservación de los alimentos.

Si pasa demasiado tiempo entre que hacemos la compra y llegamos a casa, la comida habrá permanecido durante excesivo rato a temperatura ambiente, por lo que el número de microorganismos que habrá en nuestra comida habrá aumentado, con el consiguiente incremento del riesgo de intoxicación. Si compramos alimentos congelados (sobre todo en verano), lo ideal es el empleo de bolsas isotérmicas. Otra posibilidad es hacer que nos traigan la compra directamente a casa pues los servicios de reparto a domicilio nos traerán los alimentos refrigerados directamente desde el frigorífico/congelador del supermercado. Este problema es de difícil solución.

Desde el preciso instante que realizamos la compra de alimentos en cualquier establecimiento, nuestra condición personal sufre un ligero pero importante cambio. Sin darnos cuenta, pasamos a ser algo así como manipuladores de alimentos, por lo que las precauciones, sin llegar al extremo de ser obsesivas, deben incrementarse. En especial cuando llegamos a casa y nos disponemos a guardar la compra en el frigorífico o en el congelador.

Sin darnos cuenta, en ese simple y necesario acto podemos introducir microorganismos a través de nuestras manos si están contaminadas. Unas simples medidas de higiene personal, como lavarse las manos con abundante agua tibia y jabón, basta para eliminar los microorganismos que puedan estar en la piel. Tras atender nuestra higiene, hay que cuidar las condiciones de frío:

• Los alimentos refrigerados envasados deben introducirse rápidamente en el frigorífico para que recuperen lo más rápidamente posible la temperatura adecuada de conservación. De igual manera hay que proceder con los alimentos congelados.

• En los productos congelados tenemos que asegurarnos que el alimento está por debajo de -18ºC. Esta es la temperatura aceptada internacionalmente como la adecuada para impedir la proliferación de cualquier microorganismo. Claro está que la temperatura se modificará durante el transporte del alimento desde donde ha sido adquirido hasta casa. En este trayecto hay que evitar que el alimento se descongele o, lo que es lo mismo, que el agua siga manteniéndose en estado sólido.

Riesgo sanitario

¿Alterar la temperatura del producto implica un importante riesgo sanitario? La respuesta no es sencilla. Si el alimento llega hasta los niveles de la temperatura ambiente (aproximadamente 20ºC), podría implicar en efecto un riesgo sanitario debido a la rotura de la cadena de frío. En este caso conviene prestar atención al tiempo que el alimento

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