Cultura y alimentación.

Cultura y alimentación.

El objeto específico de la cultura consiste en el conjunto d hechos simbólicos, un mismo objeto puede ser representado de diferentes formas por las personas dependiendo de su origen social y geográfico, esto lleva a orientar sus acciones en determinado sentido, por otra parte el signo es el vehículo con el cual se representan los objetos exteriores siendo “algo para alguien”.

En la cultura de la alimentación los alimentos que son preferidos por un grupo para el otro no porque se lleva un proceso de simbolización que contribuye a darles determinado valor y hacerlos aceptables. Con ellos se genera la habituación, aceptación y valoración, influyendo a esto la disponibilidad física y económica, siendo así el dinero un factor muy importante para acceder a determinado alimento. Bourges identifica tres categorías de alimentos: la primera es el alimento central, aquel que es básico o indispensable y no causa hastío, el segundo son los alimentos secundarios y son aquellos que tienen un uso amplio pero no universal, finalmente están los alimentos periféricos que se consumen esporádicamente y no siempre por todos los individuos de un grupo. Así es que la comida es una forma de expresarse, festejar y convivir, aunque en las sociedades modernizadas la alimentación se asocia con los elementos de status y se aprovecha de ese tiempo para tejer relaciones sociales, por lo tanto en las sociedades tradicionales como en las modernizadas se puede identificar dos aspectos en los alimentos: el objetivo relacionado con su composición nutricional y un aspecto subjetivo donde se involucra el juicio y valoración de quien lo consume.

 Actualmente con la globalización que implica la homogenización y penetración de la cultura occidental, se ha extendido la cultura del consumismo, adquiriendo indiscriminadamente los productos industrializados, impactando a la alimentación en el mestizaje de la comida, esto se debe a la intensificación del intercambio comercial entre las regiones, al desarrollo de los medios de comunicación y transporte. La globalización también introdujo al circuito capitalista a muchos productos regionales pocos conocidos, que ahora se han convertido en un alimento industrializado, así los productos antes desconocidos adquieren ciudadanía mundial y compiten con la producción de origen nacional. En la segunda etapa de la globalización los alimentos rápidos proliferan en todas partes reflejándose en la fisonomía urbana y rural. Esto conlleva a dos problemas fundamentales: los altos costos atentando directamente contra la economía de las clases populares, y el riesgo a desplazar o suplir a los alimentos. La mayoría de los productos industrializados son reforzados con su presentación llamativa que ante muchos representa un símbolo de modernidad, y lo modernos se estima como sinónimo de superioridad, esto altera los hábitos y costumbres de la población sobre todo aquella mas vulnerable, es el caso de aquella con escasa información.

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