¿Cómo Impacta El Desarrollo Del Aprendizaje De La Lectura Y Escritura En La Instrucción Cognitiva Del Niño?

¿Cómo impacta el desarrollo del aprendizaje de la lectura y escritura en la instrucción cognitiva del niño?

La lectura y la escritura son consideradas habilidades secundarias del lenguaje, mientras que el habla y la capacidad de escucha son habilidades primarias que poseemos desde incluso antes de nacer. La lectura y la escritura pueden considerarse como instrumentos privilegiados que dan acceso a la información y al conocimiento.

Por una parte la lectura, aunque parece fácil para la mayoría de nosotros, es una tarea cognitiva compleja y exigente, pues implica más cosas que la simple capacidad de decir palabras en voz alta, o para uno mismo. Para los científicos cognitivos, la lectura es una modalidad de solución de problemas: el estado inicial del problema son los símbolos impresos en las páginas y el objetivo consiste en dar un significado a esos símbolos y almacenarlo en la memoria a largo plazo para posteriores usos; en este sentido los operadores de resolución de problemas son las habilidades y conocimientos que se tienen para transformar los símbolos en significados, y estos van desde los conocimientos sobre las formas de las letras, de las palabras, sobre su significado hasta las reglas gramaticales y formas literarias.

La lectura entonces es una tarea compleja porque requiere varios niveles de procesamiento de información, ya que el procesado debe ser realizado con rapidez y los procesos son altamente interactivos. Las habilidades necesarias deben funcionar juntas y, a veces, casi simultáneamente para que quien lee construya un significado a partir del texto. Sobre la base de las consideraciones anteriores, se puede decir que la lectura tiene un carácter interpretativo y comprensivo, y se realiza extrayendo recursos almacenados (tanto de información de hechos, datos y acontecimientos que el individuo dispone por su propia experiencia vital; y a esos datos les aplica procesos generales como atención, memoria, razonamiento y solución de problemas porque con ellos se encuentra en condiciones de resolver la tarea de dar significado a una nueva información que penetra en su propio sistema de conocimiento.

La escritura por su parte, es otra de las habilidades secundarias cuyo aprendizaje requiere el conocimiento lingüístico de varios aspectos de la actividad primaria (Mattingly, 1972, 1984). Es también una forma de resolución de problemas según los científicos cognitivos, donde el objetivo es transmitir algo, es convertir la esencia en palabras proporcionando información a diferentes niveles lingüísticos y conceptuales para concretar la esencia de lo que se quiere decir, en la página.

En el proceso de escritura, tenemos que dominar muchas habilidades: discriminar la información relevante de la irrelevante, estructurarla en un orden cronológico y comprensible, escoger las palabras adecuadas, conectar las frases entre sí, construir un párrafo, etc. Según Hayes – Flower, en la escritura interactúan tres procesos importantes: planificar, traducir y revisar. La planificación le da al escritor una representación de la tarea y una idea general; la traducción transforma el plan en palabras escritas, se ocupa de los mecanismos de la escritura, y en la revisión se compara el producto escrito con el plan de escritura, aquello que se quería escribir. Es necesario mencionar también que además, la escritura requiere de algunas habilidades y destrezas extras, como lo son las habilidades motrices (lateralidad y motricidad dinámica adecuada), organización espacio- temporal, pensamiento lógico y dominio afectivo- emocional.

Resulta lógico pensar que la instrucción en lectura puede mejorar la escritura y que la instrucción en escritura puede tener un impacto positivo en el desarrollo de la lectura, y esto se debe a que a pesar de ser procesos diferentes, comparten habilidades y conocimientos necesarios, y principalmente a que

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