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DEL PLACER A LA REALIDAD

diana.mar95Apuntes22 de Febrero de 2016

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DEL PLACER A LA REALIDAD

"Las palabras pueden ser lo que el hombre

 emplea cuando le falla todo lo demás".

En los cuentos, se evidencia que la vida de los sujeto es un continuo cambio entre el placer y displacer, sin embargo, se ve quebrantada cuando consciente o inconscientemente buscan un equilibrio o la distensión por caminos distintos a la satisfacción inmediata. En “Una rubia imponente” de Dorothy Parker, el nivel de felicidad en la vida de esta mujer existe solo en un estado de embriaguez, sin importarles a las personas que estaban con ella, que esta quería dejar de ser la mujer feliz por la que todos la tomaban; para “Vecinos” de  Richard Parker el objeto de placer de esta pareja se encuentra en otro espacio que les confiere la libertad y les permitir romper la rigidez de la rutina.

En el primero,  Hazel Morse, una rubia que “se sentía muy orgullosa de sus pies diminutos y era capaz de soportar el sufrimiento por vanidad”. Esa vanidad tiene un fin pulsional inconsciente, que llegó a ser un impulso insaciable hasta tal punto de  encontrar relaciones vacías de hombres que le colmaban los deseos que ella tenía. La pulsión no posee un objeto predeterminado por la naturaleza, sino que este es cambiante y esto permite hablar de los destinos de la pulsión; su finalidad es la satisfacción, y esto le ocurre a esta mujer ya que los días se habían transformado en un escenario donde siempre era una actuación. Hazel se sentía atrapada en un personaje del que no podía desprenderse; ya no disfrutaba de jugar a ser esa rubia imponente, ni alegre, “se imaginaba un día en el que no tendría que sufrir más por caminar por esos zapatos apretados, en el que no tendría que reír, escuchar y parecer admirada, el que no tendría que ser una mujer alegre y despreocupada”

Ahora, la libido de esta mujer al pasar los años era tener una estrecha relación con el licor y una alta dependencia para aparentar ser feliz. El licor la adentra en un mundo ficticio y autodestructivo buscando una escapatoria a la tristeza.  Todo principio de placer se centraba en el licor, cuando no recordaba que había caído en un estado de aislamiento o bien a la reclusión de la libertad que consideraba ratos perfectos. Pasada la embriaguez, Hazel vuelve a encontrarse con el mismo escenario de siempre volviendo al principio de realidad recordando que quería un esposo, un hogar, y  zapatillas en el día y amor en la noche.

En “Vecinos” igualmente se puede evidenciar un continuo cambio entre el principio de placer y el principio de realidad. La vida de los Miller se encontraban en un ambiente colmado de rutina, camino que podría continuar y continuar eternamente, de no ser porque quedan a cargo de la casa de los prósperos Stone: “En su ausencia, los Miller cuidarían del apartamento de los Stone, darían de comer a Kitty, y regarían las plantas”. Ese compromiso cotidiano se convirtió en el placer que hace rato no experimentaban en su matrimonio, la idea de apropiarse de la casa y de las vidas de los vecinos les generaba excitación.

El hecho de recuperar el placer primogénito por la vía de la extinción, es conocido como la pulsión de muerte, y justo cuando están dentro de la casa de los vecinos que pierden la noción del tiempo, los Miller intentan alcanzar sensaciones borrando algo que les resulte atemorizante como perder de nuevo su libertad. La dinámica pulsional de ellos cuando están en la casa, se mueve en cuestión a una energía cíclica, sin embargo, cuenta con ciertos grados de realidad como considerar que sus vecinos regresen de viaje. Esta dinámica pulsional que están viviendo los Miller s reconoce como el Ello donde se alcanza el placer de objeto y desaparece la pulsión de muerte.

Las fantasías terminan cuando dejan la llave de la casa adentro, el silencio que precede ese instante susurra que si Bill y Arlene no pueden ser los de al lado, deben volver a ser ellos mismos, justamente, ser lo que soñaban.

El principio que rige al ser humano es el de placer, donde el principio de placer se vuelve realidad; el cambio entre el placer y displacer genera un monto de energía pulsional que contribuye a la aparición del lenguaje, es decir, que permite la relación, comunicación y construcción de nuevas relaciones que se establecen entre los individuos. El objeto de placer puede cambiar al pasar del tiempo entonces todos los nuevos objetos se dirigen hacia los movimientos pulsional como se evidencio en los cuentos que lo que un momento les generaba placer al pasar el tiempo cambiaban a otro; pero la pulsión se agota  cuando se alcanza la meta y así dirigiendo los nuevos modos de placer siempre en equilibrio con el principio de realidad convirtiéndose en unas etapas cíclicas que cada que termine un placer comienza con otro nuevo.

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