DEONTOLOGÍA JURÍDICA PARA ABOGADOS Y ESTUDIANTES DE DERECHO

“DEONTOLOGÍA JURÍDICA PARA ABOGADOS Y ESTUDIANTES DE DERECHO”

PEDRO SAGASTEGUI URTEAGA Y MARTIN SAGASTEGUI BARDALES

El análisis realizado por el ponente “Carlos Fernández Sessarego”, en relación con nuestra actualidad nos permitirá a nosotros como estudiantes de derecho y abogados, de impartir la deontología jurídica, es decir el deber ético, que uno tiene consigo mismo ya sea en la vida diaria como en el ámbito profesional o en sociedad, basándose en sus principios estableciéndose bajo juramento en aras de justicia. Por ello es importante que los futuros estudiantes necesariamente tengan en cuenta el secreto profesional cuando conversen con sus clientes que los unirán, manteniendo en reserva su caso, generando de esa manera un clima de tranquilidad, confianza y lealtad con sus respectivos clientes.

Por otro lado desde tiempos inmemorables nuestros operadores del derecho tanto juristas, iusfilosofos, etc. Se basan en las relaciones intersubjetivas es decir hasta hoy en día se parte de supuestos de hechos para poder analizar las conductas humanas, en un determinado caso, sabemos que los abogados debemos basarnos al juramento profesional pero también no debemos olvidar que somos seres humanos, en muchos de los casos nuestros operadores de justicia no toman en cuento esto en el momento aplicar una sanción, y en muchos casos dejando de lado sus valores como profesionales.

No es suficiente con la especialización para nosotros como estudiantes de derecho, debemos estar actualizados con las cambios que se puedan dar en nuestra legislación de esa manera estaremos preparados para poder defender de manera eficaz y con eficiencia a nuestros clientes, esto tiene que ir de la mano con los valores que tiene cada ser humano, en nuestro caso lo que se busca como profesional es la justicia para nuestros patrocinados.

Es importante para formación de nuestros futuros abogados, contar con profesorados que estén al 100 % capacitados, estos deberán ser evaluado constantemente para de esa forma medir su nivel de competitividad en cuanto a calidad y su nivel de enseñanza siendo proactivo en su materia, ya que por la demanda de profesionales, muchas de las universidades se ven en la necesidad de contratar con personal inadecuados, generando de esa manera muchos vacios en la formación cultural y/o profesional en los universitarios.

Si bien cierto las distinción de egresado lo debería otorgar solo el Colegio de Abogados, para que haya un respaldo que garanticé al postulante seguridad para el ejercicio de la abogacía, para no generar como sucede en nuestra actualidad una excesiva demanda de mercado laboral, para que la formación del abogado pueda ofrece una formación más completa como es la maestría, doctorado, para la docencia en el más alto nivel. Además en la actualidad hay muchos más abogados corruptos que cometen graves errores y no siguen el sendero de la justicia sino que caen en un círculo vicioso, por eso hay muy pocos abogados que son los que practican la ética y los valores, pero no brindan justicia por una mala preparación que les hace cometer estos actos que no son buenos para la sociedad y más que todo lo hacen por necesidad que tiene para consigo mismos y la sociedad.

Debemos concientizar a nuestros abogados en su formación integral en el aspecto ético y su forma de proceder para evitar que se genere una crisis ética que puede resultar difícil de revertir, no cayendo en fáciles tentaciones o imitando el mal ejemplo. A través de la Deontología Jurídica el profesorado debe impartir en los estudiantes los conocimientos científicos, logrando al menos que los alumnos reflexionen sobre el tema y obtengan de ello algún provecho positivo para su profesión como abogado, diversificando la plana de docentes para su formación, de esa manera empezar a vincular

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