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DERECHO CORPORATIVO

Yazyad13 de Mayo de 2015

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IMPUESTOS DIRECTOS.

Impuesto directo o imposición directa es el impuesto que grava directamente las fuentes de riqueza, la propiedad o la renta. Son el impuesto sobre la renta, el impuesto sobre el patrimonio, el impuesto de sucesiones, la contribución rústica y urbana (o impuesto sobre bienes inmuebles), los impuestos sobre la posesión de vehículos (Impuesto de la tenencia o uso de vehículos, Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica), animales, etc. En sistemas fiscales históricos se daba la capitación (impuesto igual a todos los habitantes), y también eran impuestos directos muchos de los exigidos dentro del complejo sistema fiscal en torno a la renta feudal.

Los impuestos directos se aplican de forma directa sobre el patrimonio, afectando principalmente los ingresos o pertenencias como la propiedad de autos o casas. También se aplican directamente sobre la renta mediante la aplicación de un porcentaje sobre éstas. El impuesto directo más importante es el impuesto sobre la renta.

IMPUESTOS INDIRECTOS.

Impuesto indirecto o imposición indirecta es el impuesto que grava el consumo. Su nombre radica en que no afecta de manera directa los ingresos de un contribuyente sino que recae sobre el costo de algún producto o mercancía. El impuesto indirecto más importante es el impuesto al valor agregado o IVA el cual constituye una parte importante de los ingresos tributarios en muchos países del mundo. Históricamente, es el caso de la alcabala castellana del Antiguo Régimen y de los consumos del siglo XIX.

Existe otra posibilidad de definición de ambos tipos de imposición, teniendo en cuenta consideraciones jurídicas, según las que son directos los impuestos en los que el contribuyente de iure (aquel que la ley designa como responsable del ingreso del tributo al fisco), es el mismo que el contribuyente de facto (quien soporta la carga impositiva), al tiempo que considera indirectos a aquellos impuestos que presentan una traslación de la carga impositiva del contribuyente de iure al contribuyente de facto. Si bien esta traslación puede presentarse en distintos sentidos (hacia adelante si se la traslada a los clientes; hacia atrás, si se la traslada a los factores de la producción; lateral, si se la traslada a otras empresas), debe considerarse, a los fines de esta concepción de impuesto indirecto, sólo la traslación hacia adelante. Esta posición es ampliamente difundida, pero presenta asimismo aspectos muy discutidos, en el sentido de que es muy difícil determinar quién soporta verdaderamente la carga tributaria y en qué medida. No obstante, esta definición suscita las más interesantes discusiones sobre los efectos económicos de los impuestos.

Los impuestos directos más usuales en los distintos sistemas tributarios son el Impuesto a la Renta o a la Ganancias de personas físicas y sociedades, los impuestos al Patrimonio (en Argentina, Bienes Personales y Ganancia Mínima Presunta), Derechos de Exportación, impuesto a la transferencia de bienes a título gratuito. Como impuestos indirectos típicos puede mencionarse al IVA, impuestos a los consumos específicos (denominados Impuestos Internos en muchos países), y Derechos de Importación.

Los impuestos indirectos afectan a personas distintas del contribuyente. En otros términos, el contribuyente que enajena bienes o presta servicios, traslada la carga del impuesto a quienes los adquieren o reciben. Dentro de éstos se encuentran los impuestos al valor agregado (IVA, impuesto al consumo de las personas y empresas) y los impuestos especiales a gasolinas, alcoholes y tabacos. Estos últimos suelen llamarse Impuestos Internos en algunos países e incluso llegan a gravar artículos denominados "suntuosos" como, por ejemplo, pieles naturales.

COMPARATIVO DE IMPUESTOS DIRECTOS E INDIRECTOS.

Los directos gravan la obtención de rentas y el patrimonio. Entre ellos están el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el Impuesto sobre la Renta de no Residentes (IRNR), el Impuesto sobre Sociedades, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, y el de Patrimonio. Los impuestos indirectos gravan el consumo de bienes y servicios y las transmisiones de bienes y derechos en general; entre ellos el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), los Impuestos Especiales (IIEE), el Impuesto sobre Primas de Seguros y el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP).

IMPORTANCIA DE LA PLANEACIÓN FISCAL.

En un mundo globalizado, resulta necesario que las empresas mexicanas utilicen la planeación fiscal para competir en mercados nacionales e internacionales.

Es muy común saber de contribuyentes que toman decisiones sin asesoría fiscal, cuyos efectos en el monto de pago de impuesto pueden resultar graves; o bien, por desconocimiento, no aprovechan opciones que señalan las disposiciones fiscales. Además, si se toma en cuenta la excesiva carga fiscal que desmotiva la formación de nuevas empresas; la falta de estímulos fiscales en sectores específicos; el crecimiento de la economía informal; la falta de traducción de los impuestos en servicios públicos de calidad, etc., resulta indispensable que los empresarios y contribuyentes se preocupen por diseñar estrategias que ayuden a cuidar los costos fiscales. Por lo tanto, la evaluación y selección de estrategias fiscales deben ser una obligación para las empresas que quieran sobrevivir y permanecer en el mercado.

Actualmente, la planeación fiscal constituye una herramienta necesaria en la planeación estratégica de las organizaciones y algunas de sus ventajas son:

-Favorecer la optimización de recursos financieros.

-Crear una cultura fiscal, lo cual ayuda a planear y anticipar efectos de eventos futuros.

-Al requerir del análisis de la situación de la empresa, se obliga a detectar otras áreas de oportunidad en la organización.

-Minimizar el riesgo y brindar seguridad al fijar un rumbo con certidumbre.

Por otra parte, hay que considerar que para realizar este proceso se requiere tener conocimiento de la situación y medio ambiente de la empresa, así como de las leyes fiscales, reglamentos, resoluciones misceláneas, decretos, circulares, etc. Por lo tanto, si no se posee eso, las decisiones que se tomen podrían ser equivocadas o no estar apegadas a derecho, lo cual representa un riesgo importante.

Nos ayuda a obtener una optimización de los recursos financieros, es decir, la planeación fiscal es una herramienta administrativa capaz de producir beneficios económicos futuros.

Su objetivo básicamente es: “eliminar, disminuir o diferir la carga fiscal de toda operación, siempre dentro del marco jurídico fiscal vigente y contando con el soporte documental que demuestre la licitud de los casos

La planeación financiera es importante porque el pago de los impuestos y otras obligaciones fiscales es uno de los más grandes costos para la empresa y puede acarrear los mayores problemas (juicios y clausuras en caso de evasión por ejempló). Por eso decidir (en lo posible) cuando se debe pagar y que se debe pagar (aprovechando exenciones, compensaciones, etc.) afecta de manera directa los ingresos de las empresas.

Los impuestos son una de las obligaciones ineludibles en las operaciones comerciales e intervienen en casi todas las etapas de gestión de las empresas (a menos que quieras correr el riesgo de juicios y clausuras, lo cual no recomiendo)

La planeación fiscal se inicia al decidir qué tipo de empresa será sociedad ¿Qué tipo de sociedad? o personal, ya que los regímenes de impuestos varían de acuerdo al tipo de empresa. Continúa con la decisión de que procesos debe realizar la empresa y cuales puede tercerizar (ejempló. a veces es más económico que otro haga parte del trabajo y tú le compres sus productos, ya que reduce el tamaño de la empresa pero no la productividad total) y sigue con la decisión de tener una o más empresas coordinadas (por ej. En ciertas legislaciones tributarias es mejor tener una fábrica de autos y en otras 10 fábricas de componentes de autos y una ensambladora.

Recuerda que todo lo que la empresa compra, vende y paga suele estar gravado con un impuesto, esto implica que se deben planear:

- La manera de pagar impuestos sobre la actividad de la empresa en el mejor momento para la empresa, buscando reembolsos, exenciones y compensaciones. Ej. Ya que se cobran impuestos por los ingresos declarados, se puede planear la manera de que los ingresos se reinviertan directamente en la empresa y no entren en la categoría de ganancias gravadas. Lo que implica menos impuestos y mayor capital de operación.

- Sueldos (en el caso de seguridad social y jubilaciones) las compensaciones legales y los tributos obrero-patronales se pueden planear para que se empleen solo trabajadores a prueba (sin beneficios directos como primas y comisiones), trabajadores a destajo (por obra hecha y no por función), etc. Lo que implica menores obligaciones para la empresa y mayor elasticidad en el control de la fuerza de trabajo.

- Las compras de insumos de las empresas están gravadas, planear la mejor manera de reducir este gravamen tributario es importante porque repercute directamente en el precio final del producto y por tanto en el margen de ganancia. Y recuerda, al precio final del producto se le debe agrega el impuesto a la “utilidad” o al “valor agregado” y por tanto la forma de venderlo también afecta la planeación (Ej. si vendes golosinas solo pagarías impuestos por las cajas, ya que las unidades individuales (envases simples) están bajo el precio mínimo para extender factura en muchas legislaciones)

La planeación fiscal es un proceso preventivo mas

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