DURKHEIM. ¿VERDADES O MENTIRAS?

DURKHEIM

¿VERDADES Y MENTIRAS?

Según la RAE el significado de la palabra “purificación” es la eliminación de las impurezas o imperfecciones de una cosa material o inmaterial.

Leyendo las veinticinco paginas del trabajo “Cien años después: Los rasgos de modernidad de El Suicido del profesor Javier Calleja, me he cansado de ver las innumerables ocasiones que ha utilizado la palabra purificación. El autor analiza las razones por las que la obra EL SUICIDIO (E. Durkheim) sigue constituyendo hoy día un modelo de informe para la investigación social empírica basándose en continuos elementos evolutivos basados en este tipo de estudios y que sirven continuamente para purificar o sanear nuestra sociedad. ¿Realmente esto es así?. ¿Es que los supuestos depuradores de razas, ideologías, pensamientos, etc. a lo largo de la historia no utilizaban esta palabra para su beneficio personal?. ¿Es que esto no ha sido negativo para la conducta humana?. ¿Por qué el profesor Calleja lo trata como un beneficio para la sociedad?. Creo que tenemos que ser tremendamente cuidadosos con los términos que utilizamos en cualquier tipo de manifestaciones que hagamos de terceros. Ya sea, mediante comunicación oral, escrita o incluso de signos. La facilidad con la que utiliza el profesor Calleja la palabra purificación se presta a múltiples interpretaciones. Así mismo, cuando dicho profesor escribe “Lo que este trabajo intenta mostrar es que buena parte del carácter modélico de esta monografía reposa en su modernidad” al referirse al suicidio, creo que es una afirmación demasiado atrevida. A estas alturas, nadie duda de la importancia de esta obra escrita por Durkheim, pero, de ahí a afirmar que esta plenamente vigente discrepo totalmente. Otra cosa muy distinta es que EL SUICIDIO nos haya servido de referencia desde finales del siglo XIX hasta nuestros días para poder aplicar y comprender las técnicas sociológicas, como así ha sido. De hecho, podríamos hablar de multitud de estudios posteriores aplicando dicha técnica. Sirviendo de ejemplo a lo que digo, cabe mencionar la reciente publicación de “El Color de la Justicia (Michelle Alexander)”. Aquí, la autora hace un estudio pormenorizado, desafiando la idea de que en la era Obama en EEUU se haya el final del racismo y estemos en una nueva etapa de daltonismo social, de cómo ha sido el tratamiento a la comunidad negra a lo largo de la historia de este país, desde el punto de vista empírico. Pasando por la esclavitud, luego Jim Crow, la segregación, el Ku Klux Klax hasta la brutalidad de hoy, el asesinato por parte de la policía, la criminalización al por mayor y el encarcelamiento en masa. Realmente, esta ha sido la gran utilidad de que nos ha aportado Durkheim con su obra. Desde este punto de vista, se aplican las distintas técnicas diseñadas por él para una mejor comprensión y mejora de nuestra sociedad.

Me gustaría resaltar las palabras del profesor Callejo cuando dice en su estudio: “De hecho, cabe entender la obra del autor francés con el objetivo de reformar y reforzar la modernidad, de pasar de una primera modernidad en crisis a una segunda modernidad renovada.” Si analizamos estos comentarios tampoco podemos dejar pasar una breve reflexión sobre a que se puede referir sobre primera modernidad y segunda modernidad. No cabe la menor duda de la evolución que ha podido y puede llevar nuestra raza, pero, no es menos cierto, que hay elementos característicos humanos nuestros que prácticamente no han cambiado desde el inicio de nuestra cultura. Egoísmo, codicia, ambición, etc. son palabras que han estado, están y estarán presentes en nosotros. Por este motivo, hablar de pasar de una primera modernidad en crisis a una segunda modernidad renovada es poco definido. Quizá habría que completarlo con “modernidad renovada por mejora de la condición humana”. Esto es mucho mas definitorio y creo que se adecua mas a la tendencia que debemos de ir en nuestro desarrollo como cultura. De hecho, si analizamos el trabajo que ha realizado el Profesor de Sociología de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Sidicaro y que ha titulado

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