Definicion, Metodologia, Objetivos Y Leyes De La Economia
YadiiArroyo25 de Febrero de 2014
8.237 Palabras (33 Páginas)2.686 Visitas
UNIDAD II. GENERALIDADES SOBRE LA CIENCIA ECONÓMICA
Autor: José Paschoal Rossetti
Obra: Introducción a la Economía
Tema: “Definiciones, objetivo, metodología y leyes de la economía”
Páginas: 24-45
CAPITULO 2
DEFINICIONES, OBJETIVO, METODOLOGÍA Y LEYES DE LA ECONOMÍA
Este capitulo se centrará en las definiciones de la economía, tratando de destacar tanto su contenido, en cuanto ciencia, como su objeto central y aspectos metodológicos empleados en su desarrollo. El aspecto histórico incluido en este capítulo tiene el Propósito de señalar aspectos relevantes de la evolución de la ciencia económica.
2.1 DEFINICIONES DE LA ECONOMÍA:
UN BREVE PERFIL HISTÓRICO
Aunque la historia del pensamiento económico señala que la expresión economía política apareció publicada en el siglo XVII con la publicación en 1616 del Traité del' economie politique, del mercantilista francés Antoine de Montchretien (1575-1621), hay autores que la atribuyen a Aristóteles (384-322, a.C.)
Primeras definiciones
En realidad, haya sido o no Aristóteles quien empleó esa expresión para designar la compleja ciencia que hoy se ocupa del desarrollo, de la inflación, de los precios, del desempleo, del nivel del ingreso social, de las recesiones y de la utilización total de los escasos recursos del sistema económico, el hecho es que el notable discípulo de Platón “es considerado el fundador de muchas ciencias y también -señala J. F. Bell- el primer analista económico”. En su época, sin embargo, la economía fue considerada como la ciencia de la administración de la comunidad doméstica. El núcleo de las ciencias económicas, su campo de acción y. su definición se derivaron, entonces, de la etimología de la palabra economía (del griego oikonomia, de oikos: casa, nomos: ley). Se trataba pues, de una rama del conocimiento destinado a abarcar sólo el campo de las comunidades familiares en su actividad económica, en sus más simples funciones de producción y de distribución. Como la había definido Aristóteles, la economía era “la ciencia del abastecimiento, que trata del arte de la adquisición”.
Desde la Antigüedad hasta el Renacimiento las cuestiones económicas adquirieron gradualmente mayor importancia, con la aparición de formas de organización más complejas que las del régimen primitivo de las comunidades domésticas. En ese periodo se examinaron ampliamente los sistemas de propiedad territorial, la servidumbre, la recaudación tributaría, de las corporaciones de propietarios, de los artesanos, la organización y de las fraternidades, la exploración precapitalista de las haciendas y hasta las cuestiones relacionadas con la concesión de mercados, el comercio interregional, las aldeas y la acuñación y empleo de moneda.
Sin embargo, las dimensiones de la economía Únicamente se ampliaron en el periodo posrrenacentista, cuando el desarrollo de los incipientes Estados naciones de Francia, Alemania, Inglaterra, España y Portugal y, particularmente, con e! descubrimiento de América impusieron la necesidad de que el análisis económico se desligara de las cuestiones puramente éticas, a las que se mantuvieron unidas como por un cordón umbilical y por las cuales se dejó eclipsar durante siglos. En ese nuevo periodo, los mercantilistas desarrollaron diversos estudios sobre la administración de los bienes y los ingresos del Estado, con lo que se abrió, en forma extraordinaria, el campo de acción de la economía.
En esa nueva fase, debido a la ampliación de las dimensiones del mundo económico y a la consolidación de la figura política del Estado-nación, la economía pasó a ser considerada mucho más que una simple rama del conocimiento dedicada a la administración de la comunidad doméstica. Sus funciones y dimensiones también se ampliaron. En la mayoría de las obras de los escritores posrrenacentistas la economía se definió como una rama del conocimiento esencialmente enfocada hacia una mejor administración del Estado, con el objetivo central de promover su fortalecimiento.
Definiciones clásicas
Ese gran salto, sin embargo, no fue definitivo, pues en el siglo XVIII economía se desarrolló e ingresó en su fase científica. En ese siglo, considerado como la Edad de la razón o la época de la Ilustración, los pensadores trataron de reformular los principios fundamentales de la economía. En 1758 y 1776 se publicaron dos importantes obras:
Tableau economique, de Francois Quesnay, y An inquiry into the nature and causes of the wealth of nations, de Adam Smith (mejor conocida como The wealth of nations. Tr.). Después de las obras de esos dos autores -fundadores de dos importantes escuelas económicas en Francia y en Inglaterra-, los pensadores económicos quisieron dedicarse al descubrimiento y análisis de los principios de las teorías y de las leyes que rigen en cada uno de los tres grandes aspectos de la actividad económica: producción, distribución y consumo de las riquezas.
Esos tres segmentos sentaron las bases de una nueva trilogía teórica, sobre la cual, a partir de entonces, se fundaron las definiciones clásicas de la economía. Se basaron en ella las definiciones del pastor Malthus, del financiero John Law, del político Stuart Mill, del médico-economista Francois Quesnay, del banquero Richard Cantillon, del bolsista David Ricardo y del teórico Jean Baptiste Say. Este último, considerado como uno de los más notables representantes del clasicismo francés, en su Traité d'economie politique, publicado en 1803, afirma: La economía política permite conocer la naturaleza de la riqueza; de ese conocimiento de su naturaleza deduzco los medios de su formación, el orden de su distribución y los fenómenos involucrados en su destrucción, ejercida por medio del consumo. Las definiciones clásicas de la economía se fundamentaron, además, en las tres divisiones básicas de la actividad económica. De la formación al consumo de las riquezas, pasando por su distribución, toda la actividad económica fue cuidadosamente clasificada, investigada y sometida a un coherente y completo conjunto de principios, teorías y leyes. Esta nueva concepción indicó que las ciencias económicas se habían liberado definitivamente de los patrones posrrenacentistas, sin someterse sólo al requerimiento de los objetivos políticos del Estado. A partir de las aperturas liberales desarrolladas en el siglo XVIII, la economía se interesa por penetrar en cada uno de los aspectos de la actividad económica libre, investigando los factores implicados en el proceso de formación de las riquezas, examinando los aspectos relacionados con su distribución y llegando, finalmente, a considerar la última etapa del consumo.
Esa mayor apertura se adecuaba al espíritu del cientificismo en el siglo XVIII. La trilogía Producción, distribución y consumo, en lugar de considerar los momentos esenciales de la actividad económica, intentó profundizar en la investigación científica de la vida económica. Además, desde tales perspectivas las ciencias económicas experimentaron un extraordinario desarrollo, como una rama del conocimiento enfocada hacia la percepción y al análisis, sobre todo, en aspectos relacionados con la riqueza.
El acceso socialista
En el siglo XIX al concepto clásico de economía, se sumó el de acceso socialista de inspiración marxista. El binomio producción-distribución (entendiéndose distribución en el sentido de proceso repartitivo o simplemente repartición) fue la base a partir de cual la perspectiva socialista construyó su concepción sobre la materia de la que se ocupa la economía.
Los puntos básicos de dicha perspectiva fueron señalados por Lange:
• El hombre, viviendo en su sociedad que se encuentra en cierto nivel de desarrollo histórico, siente necesidades de índoles diversas. Una parte de estas necesidades es de carácter biológico como lo es su indispensable satisfacción de la vida; otra parte es la consecuencia de la vida en común, en la sociedad y producto de un conjunto de condiciones determinadas por el nivel cultural alcanzado. Igualmente las necesidades biológicas tienen un carácter y una forma que son función de la cultura de la sociedad. Las necesidades de los hombres, aunque primitivamente originadas por las biológicas, son consecuencia de un producto de la vida social y en común. Por lo tanto, dependen del grado de desarrollo de la sociedad humana.
• Para satisfacer las necesidades humanas, es indispensable la producción o usufructo de bienes que el hombre extrae de la naturaleza, transformándolos, modificando sus características, movilizándolos en el espacio y guardándolos. La actividad humana que consiste en adaptar los recursos y las fuerzas de la naturaleza con la finalidad de satisfacer las necesidades del hombre, se designa con el término producción. Se trata de una actividad consciente e intencional, fundamentada en el trabajo.
• De la unión de producción y trabajo se extraen dos elementos vitales del proceso económico. La producción es un acto social que implica la división del trabajo combinado y en conjunto de todos los miembros de la sociedad. Es una parte del trabajo social, cuyo producto se representa por los bienes que sirven directa o indirectamente para satisfacer las necesidades humanas, manifestadas en diferentes formas en distintas sociedades.
• La realización completa de ese proceso social incluye finalmente, la distribución o repartición del producto social del
...